La Restauración en España: Del Sexenio Revolucionario a la Crisis del 98

El Régimen de la Restauración

Los orígenes de la Restauración

El fracaso del sistema del Sexenio Revolucionario y la caída de la Primera República fueron factores determinantes que hicieron posible la vuelta de los Borbones al trono de España. Muchos españoles se encontraban decepcionados con la experiencia de la monarquía de Amadeo I y la inestabilidad republicana. Los conservadores, por su parte, deseaban la paz y el orden que asociaban a la monarquía.

En este contexto, la situación republicana facilitó el triunfo del golpe de estado de Martínez Campos en 1874 y la proclamación de Alfonso XII como rey de España. La mayoría de los generales consideraba que la situación había sobrepasado lo aceptable. El clero y los católicos, por su parte, se sentían amenazados por las reformas anticlericales impulsadas durante el Sexenio.

Los fundamentos del sistema canovista

Tras el golpe de estado, Antonio Cánovas del Castillo se hizo con la situación, asumió el gobierno y se convirtió en el creador del sistema político que funcionaría de manera prácticamente inalterable durante las siguientes décadas. Cánovas, líder del grupo monárquico que pretendía restaurar en el trono a la dinastía borbónica, diseñó un sistema basado en los siguientes pilares:

  • Conservadurismo: Defensa de los valores tradicionales y el orden social.
  • Defensa de libertades restringidas: Se reconocían algunas libertades individuales, pero limitadas por el orden social y la autoridad.
  • Fidelidad a la institución monárquica: La Corona se configuraba como eje central del sistema político.
  • Rechazo a la democracia: Se desconfiaba de la participación popular y se limitaba el sufragio.
  • Antiigualitarismo: Se mantenían las diferencias sociales y políticas.

Cánovas deseaba una monarquía renovada que evitara la intervención de los generales en la vida política, como había ocurrido en el pasado. Se mostraba contrario al sufragio universal y pensaba que la democracia abriría las puertas a la revolución y la anarquía. A pesar de su talante autoritario, era liberal y radicalmente antiabsolutista.

Cánovas se proponía construir un nuevo sistema político monárquico, liberal y representativo que:

  • Asegurara la paz social y el orden.
  • Acabara con las sublevaciones militares.
  • Impedir el triunfo del carlismo antiliberal.
  • Modernizar España para acercarla a Europa.

Para lograr estos objetivos, Cánovas obligó a Isabel II a renunciar a sus derechos al trono en favor de su hijo, Alfonso XII. Fundó un nuevo partido, el Partido Conservador, en sustitución del antiguo grupo moderado. Con ello pretendía terminar con el militarismo y poner fin a los pronunciamientos.

El fundamento del nuevo sistema político constaba de:

  • La Corona: Con amplios poderes y capacidad de influencia.
  • Las Cortes: Bicamerales, con un Senado de carácter elitista y un Congreso elegido por sufragio restringido.
  • Los partidos políticos: Encargados de asumir el poder de forma alterna mediante el sistema del turno.

El pensamiento canovista

El pensamiento político de Cánovas, aunque no fue original en su totalidad, se basó en los siguientes principios:

  • Afirmación del principio de soberanía compartida entre las Cortes y el Rey.
  • Establecimiento de unas Cortes bicamerales.
  • Elección de los diputados por sufragio restringido.
  • Existencia de tres clases de senadores: por derecho propio, vitalicios y electos.
  • Ampliación de las atribuciones del Rey.
  • El Rey debía servir de árbitro entre el gobierno y las Cortes.
  • El Rey reinaba pero no gobernaba.
  • Desaparición del sufragio universal.

El turno de partidos

El turno de partidos fue un elemento clave que caracterizó el funcionamiento del sistema político español durante la Restauración. El Partido Conservador de Cánovas y el Partido Liberal de Sagasta llegaron a un acuerdo no escrito para repartirse el poder y alternarse en el gobierno. Los objetivos de este pacto eran:

  • Evitar que ninguno de los dos partidos quedara excluido del poder.
  • Asegurar la estabilidad del sistema político.
  • Mantener el orden socioeconómico.

A pesar del acuerdo, las rivalidades entre ambos partidos fueron permanentes. Sin embargo, existían escasas diferencias ideológicas entre ellos. Ambos defendían el sistema y se beneficiaban de él.

Los partidos políticos durante la Restauración

Tanto el Partido Conservador como el Partido Liberal poseían una mínima estructura organizativa. La procedencia de los hombres que se dedicaban a la política profesional era variada. Los dos partidos funcionaban como conglomerados compuestos de distintas facciones. Las rivalidades personalistas, las disidencias y el transfuguismo fueron muy frecuentes.

  • El Partido Liberal Fusionista: Creado por Sagasta para agrupar las tendencias del liberalismo democrático e izquierdista.
  • El Partido Conservador: Contaba con varias facciones, entre las que destacaban la canovista y la sagastina.

Reinado de Alfonso XII (1875-1885)

Durante su reinado, Alfonso XII y Cánovas intentaron que se unieran sectores ultracatólicos y antiliberales para evitar el resurgimiento del carlismo. A pesar de su talante autoritario, Alfonso XII jamás limitó la libertad de prensa. Entre sus principales actuaciones destacan:

  • Victoria militar sobre los carlistas, poniendo fin a la Tercera Guerra Carlista.
  • Abolición de los fueros vascos y navarros.
  • Pacificación de Cuba.
  • Designación gubernamental de los alcaldes de las ciudades.
  • Establecimiento de un nuevo arancel aduanero.
  • Aprobación de una ley para reintroducir el sufragio restringido.

En 1881 comenzó a funcionar el turno de partidos, con la llegada al poder de los liberales de Sagasta. Tras el breve gobierno liberal, en 1884 y 1885 volvieron a gobernar los conservadores canovistas. En 1885, Alfonso XII falleció de tuberculosis, dejando el trono a su hijo aún no nacido, Alfonso XIII.

Regencia de María Cristina (1885-1902)

Tras la muerte de Alfonso XII, su esposa, María Cristina de Habsburgo-Lorena, asumió la regencia en nombre de su hijo, el futuro Alfonso XIII. Durante este periodo, los liberales de Sagasta asumieron el poder y llevaron a cabo una serie de medidas:

  • Se suprimió la censura de prensa.
  • Se ampliaron las libertades de expresión.
  • Se restableció el sufragio universal masculino.

Durante la década de 1890 se alternaron en el poder Cánovas y Sagasta, manteniendo el sistema del turno. Sin embargo, el sistema canovista comenzó a mostrar síntomas de agotamiento. El control de las votaciones era complicado e intervenían los caciques. El ejército presentaba deficiencias organizativas y el reclutamiento de la tropa generaba descontento social. El Ejército se fue convirtiendo en la principal fuerza de defensa del sistema político.

En el ámbito internacional, el periodo de la Restauración coincidió con la hegemonía de Alemania y la expansión de las potencias europeas. Ante esta situación, Cánovas adoptó una postura de recogimiento, repliegue y neutralidad.

Grupos opositores al sistema de la Restauración

A pesar de su aparente estabilidad, el sistema de la Restauración se enfrentó a la oposición de diversos grupos:

Los republicanos

Los republicanos permanecían desunidos y divididos en diferentes facciones. Esta fragmentación provocó debilidad y fracasos políticos. En su discurso abundaba la fraseología retórica y la demagogia populista. Pedían el reclutamiento obligatorio, la unión con Portugal, juicios por jurados y otras reformas. Algunos grupos incluso estaban dispuestos a tomar el poder por medio de acciones violentas.

Los carlistas

Tras la derrota en la Tercera Guerra Carlista, Carlos VII fijó su residencia en Venecia. El carlismo entró en declive por diversos factores:

  • Disminución de sus respaldos sociales.
  • Emigración a Francia de jóvenes combatientes.
  • Pérdida del apoyo del clero español.
  • Integración de algunos sectores en el Partido Conservador.

Los nacionalistas catalanes

El nacionalismo catalán se extendió por Cataluña a finales del siglo XIX. España fue uno de los pocos lugares de Europa donde surgieron movimientos nacionalistas en esta época. El catalanismo se basaba en:

  • El sentimiento de pertenencia a una misma comunidad.
  • La existencia de elementos culturales comunes, como la lengua y la historia.

El nacionalismo encontró argumentos para reclamar una mayor autonomía política y cultural. Los obreros, sin embargo, no simpatizaron con estas ideas. Entre los momentos clave del desarrollo del catalanismo destacan:

  • La aparición de la Renaixença, un movimiento cultural que reivindicaba la lengua y la cultura catalana.
  • La creación del Centre Català, una organización política que defendía el autonomismo.
  • La formación de la Lliga Regionalista, un partido político catalanista moderado.

Los nacionalistas vascos

El nacionalismo vasco surgió a finales del siglo XIX, impulsado por Sabino Arana. Arana fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y creó todos los símbolos nacionalistas vascos. Formuló los siguientes fundamentos ideológicos:

  • Defensa de la separación de España y la creación de un estado vasco independiente.
  • Agresivo radicalismo antiespañol.
  • Exaltación racista de la»etnia vasc».
  • Integrismo ultracatólico.
  • Promoción de la lengua vasca (euskera).

El nacionalismo vasco, en su versión más radical, encontró escasos apoyos. Los grandes intelectuales vascos de la época renegaron del nacionalismo de Arana.

La Guerra de Cuba (1895-1898)

En 1895 estalló una insurrección armada en Cuba, colonia española en el Caribe. La economía cubana había dejado de depender de España y la producción de azúcar se exportaba principalmente a Estados Unidos. El gobierno español, liderado por Antonio Cánovas del Castillo, intentó llevar a cabo un proyecto de reforma autonómica para evitar nuevos levantamientos, pero la situación ya era insostenible. Los guerrilleros separatistas, liderados por José Martí, incendiaron plantaciones de españoles y provocaron una fuerte represión por parte del ejército español.

El gobierno de Estados Unidos, con intereses económicos y estratégicos en la zona, intervino en el conflicto. El objetivo era el dominio de la isla y la expulsión de la influencia española del continente americano. También se produjeron rebeliones en Filipinas y Puerto Rico, otras colonias españolas en Asia y el Caribe.

El conflicto hispano-americano se precipitó con la explosión del acorazado Maine en el puerto de La Habana, donde había sido enviado para proteger los intereses norteamericanos. El gobierno de Estados Unidos acusó a España de la explosión y declaró la guerra. El gobierno español, a pesar de su inferioridad militar, prefirió entrar en guerra con Estados Unidos antes que ceder a las presiones norteamericanas.

La guerra fue un paseo militar para Estados Unidos, ya que la flota española quedó destruida en las batallas de Cavite (Filipinas) y Santiago de Cuba. Las negociaciones culminaron con la firma del Tratado de París en diciembre de 1898. En este tratado:

  • España cedía a Estados Unidos la isla de Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam.
  • Cuba alcanzaba su independencia, aunque bajo la tutela económica y política de Estados Unidos.

La derrota en la Guerra de Cuba tuvo graves consecuencias para España:

  • Pérdida de las últimas colonias españolas.
  • Profundo impacto moral en la sociedad española «desastre del 9»).
  • Avance de los partidos republicanos y de la oposición al sistema de la Restauración.
  • Aceleración de la crisis institucional.
  • Expansión del anticlericalismo.
  • Incremento del desprestigio de los militares.

La derrota estuvo a punto de provocar un golpe de estado liderado por el general Camilo García de Polavieja, cuyo objetivo era establecer una dictadura militar. El pueblo español vivió la derrota como una humillación nacional. España perdió sus colonias y se apresuró a vender los restos del imperio a Alemania.

La modernización del país

A pesar de la crisis del 98, durante la Restauración se produjeron avances en el proceso de modernización económica, social y política de España. La renta per cápita creció y el aumento de las clases medias fueron muestra del dinamismo social. También se experimentó un aumento de la secularización de la sociedad y una disminución de la mortalidad. Sin embargo, la modernización también presentó desequilibrios. El principal fracaso fue la educación, que seguía siendo deficitaria y con altas tasas de analfabetismo.

Desde el punto de vista económico:

  • El desarrollo industrial se intensificó, aunque de forma desigual.
  • La construcción de líneas férreas se aceleró.
  • La producción minera subió.
  • El sector bancario fue ampliándose.
  • La agricultura sufrió un descenso de los precios debido a la competencia de los productos americanos.

Evolución del movimiento obrero

La situación de los trabajadores no mejoró durante la Restauración y siguió siendo miserable. Sin embargo, el movimiento obrero conoció una etapa de expansión y organización. Comenzó a celebrarse la jornada de movilización del proletariado del Primero de Mayo. Surgieron dos corrientes principales dentro del movimiento obrero:

El anarquismo español

Los seguidores de Mijaíl Bakunin crearon la Federación Regional Española de la Asociación Internacional de Trabajadores (FRE-AIT). Esta organización sufrió la represión del gobierno, que la acusaba de estar detrás de la Mano Negra, una supuesta organización terrorista. Dentro del anarquismo español coexistieron dos tendencias:

  • Anarcocomunismo: Proponía la abolición del Estado y la propiedad privada, y la creación de una sociedad comunista basada en la autogestión.
  • Anarcoindividualismo: Defendía la libertad individual absoluta y el rechazo a cualquier forma de autoridad.

Ambas corrientes compartían el rechazo a cualquier forma de poder, la defensa de la libertad individual, la eliminación del Estado, la supresión del dinero y la defensa de la revolución violenta como método de cambio social. Algunos grupos anarquistas decidieron recurrir a los asesinatos de dirigentes políticos como forma de lucha. Esto provocó una oleada de actos terroristas que desestabilizaron el sistema político.

Socialismo

El socialismo español se organizó en torno al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fundado por Pablo Iglesias en 1879. El PSOE fundó la Unión General de Trabajadores (UGT) en 1888. Pablo Iglesias se responsabilizó de asumir el liderazgo de ambas organizaciones. Las propuestas del socialismo español eran:

  • Destrucción del capitalismo.
  • Socialización de la propiedad privada.
  • Anticolonialismo.
  • Antimilitarismo.
  • Lucha por la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores.

La Iglesia católica, por su parte, promovió la creación de organizaciones sindicales católicas. El objetivo era facilitar la superación de los enfrentamientos entre empresarios y proletariado y defender la doctrina social de la Iglesia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *