Europa de la Restauración
Hacia una restauración moderada
Terminada la batalla de Waterloo, las potencias europeas se dispusieron a reorganizar un nuevo mapa de Europa. Los objetivos eran asentar un orden estable, inspirado en el Antiguo Régimen, y evitar la vuelta de la revolución. Esto tenía que realizarse con precaución. La liberación del pago de impuestos a los campesinos, y la igualdad jurídica de los ciudadanos se mantuvieron en los países en los que se habían establecido con más fuerza. Luis XVIII de Borbón otorgó una constitución de carácter liberal moderado, se respetó a la nueva nobleza, y se mantuvo el Código Civil napoleónico. La cuestión era controlar el proceso para evitar peligros y sobresaltos revolucionarios.
Congreso de Viena
En 1815, en Viena, los representantes de las monarquías europeas, sentaron las bases políticas y territoriales de la restauración europea. El imperio austriaco se aseguró una fuerte influencia en Italia, al anexionarse el reino de Lombardía-Venecia, y colocar a príncipes austriacos al frente de los ducados de Parma, Módena y Toscana; también se anexionó el Tirol, Iliria, y Dalmacia. Se decidió el retorno de la familia de los Borbones al reino de las Dos Sicilias, y se confirmó la existencia de los Estados Pontificios. Rusia se expandió y tomó Finlandia y Besarabia. Prusia aumentó con Sajonia, Pomerania, y Renania. El reino de los Países Bajos estaba formado por Holanda, Bélgica, y Luxemburgo. En Alemania se estableció la Confederación Germánica, formada por 41 estados diferentes.
Santa Alianza
El congreso de Viena estableció mecanismos para garantizar el nuevo orden político europeo. Las 4 potencias que habían derrotado a Napoleón y Francia, acordaron reunirse periódicamente, Rusia, Austria y Prusia llegaron a un acuerdo en 1815, conocido como Santa Alianza. Los congresos celebrados como la Santa Alianza, tenían como objetivo establecer el derecho de sus miembros, a intervenir en cualquier país en el que hubiera amenazas revolucionarias. Este sistema de seguridad se llamó «sistema Metternich». En Francia, pronto empezaron a fastidiar el orden establecido por la Restauración. La constitución otorgada por Luis XVIII, establecía un sistema bicameral, una de las cámaras era nombrada por el monarca. Luis XVIII, al ser asesinado, fue sustituido en el trono por su hermano Carlos X. En Gran Bretaña, durante los reinados de Jorge IV, y Guillermo IV, funcionaba un sistema político parlamentario. En Prusia, el Estado alemán llevó a cabo unas reformas: se quitó la servidumbre de los campesinos, y se acabó con los gremios y monopolios señoriales. En Rusia, el zar, se manifestaba como un monarca absoluto.
Movimientos revolucionarios de 1820
En los países en los que la Restauración pretendió ser absoluta, la situación condujo a estallidos revolucionarios. El absolutismo de Fernando VII, resultaba inviable en España, el país estaba arruinado. En estas condiciones las tropas se sublevaron en Cádiz al mando del comandante Riego. Los miembros de la Santa Alianza se alarmaron cuando el contagio se extendía a otros países, en 1820, revuelta liberal en Nápoles. El sistema de los congresos funcionó. El congreso de Verona decretó la intervención en España, que se encargó a un cuerpo del ejército francés, los llamados Cien Mil Hijos de San Luis.
Independencia de América Latina
Causas
En este proceso influyeron el ejemplo de la independencia de EEUU, las nuevas ideas de libertad contrarias al Antiguo Régimen, la modernización que afectó a toda Europa, y el vacío de poder. A todo ello se unía la debilidad política y militar de España en 1814.
Primeras revoluciones
En Buenos Aires, se formó una junta en mayo de 1810. En 1811, Artigas se puso al frente del Gobierno en Uruguay, y Rodríguez de Francia en Paraguay. En Chile, el independentista O’Higgins, se puso al frente de una junta de Gobierno. En 1811, se reunió en Caracas, un Congreso de Notables, que proclamó la independencia. Santa Fe de Bogotá, rompía los lazos con la metrópoli. En México, los primeros movimientos independentistas tuvieron como protagonistas a los campesinos, dirigidos por los sacerdotes Miguel Hidalgo y Morelos.
Los libertadores y la independencia
El foco del Río de la Plata, se había mantenido independiente. De allí salió la expedición militar de José de San Martín, en dirección a Chile. San Martín, jefe del ejército de los Andes, contribuiría a la independencia de Argentina (1816), Chile (1818), y Perú (1821). Simón Bolívar, conocido también como «El Libertador», entró con sus tropas en Santa Fe de Bogotá. En 1821, tras la batalla de Carabobo, ocupó Caracas; y Venezuela alcanzó la independencia. La derrota del ejército español en Ayacucho, puso fin a la dependencia española y el nacimiento de las nuevas naciones americanas. Agustín de Iturbide, convirtió México en un imperio independiente. En 1823, las Provincias Unidas de América Central se declararon independientes. Brasil fue un caso muy distinto a los demás. El imperio brasileño perduró hasta que Pedro II abdicó, y se fue a Portugal. Se constituyó entonces la República Federal Brasileña.