La Restauración Fernandina y el Sexenio Absolutista: El Retorno del Absolutismo en España

La Restauración Fernandina

9.1 La Reinstauración

Tras la firma del Tratado de Valençay (1813), Fernando VII es liberado por el emperador Napoleón y recupera su corona. El rey regresa a España en marzo de 1814 con escaso conocimiento de la situación del país.

Las Cortes de Cádiz envían al cardenal Luis María de Borbón para presentar a Fernando el texto constitucional y proponer su itinerario hasta Madrid, donde deberá jurar la Constitución. Sin embargo, un grupo de diputados absolutistas le presenta el Manifiesto de los Persas, un documento que justifica la anulación de la obra legislativa de las Cortes de Cádiz.

Con el apoyo británico, Fernando VII anula la obra liberal en mayo de 1814 (Decretos de Valençay), restablece el absolutismo y desencadena una ola de represión contra los liberales.

El Sexenio Absolutista (1814-1820)

9.2 El Restablecimiento del Absolutismo

El restablecimiento del absolutismo trajo consigo:

  • Profunda crisis económica: Campos devastados, industrias arruinadas, comercio colapsado y falta de suministros de las colonias americanas.
  • Inestabilidad del gobierno: Los sucesivos gobiernos de Fernando VII enfrentaron bandolerismo, guerrilleros y campesinos descontentos.
  • Reforma fiscal: Reducción del gasto público.
  • Proceso de emancipación de los territorios americanos.
  • Oposición liberal: Conspiraciones, sociedades secretas, etc.

Pronunciamientos Liberales

10.1 Pronunciamientos Militares

Los liberales se reorganizaron en torno al ejército, donde las logias masónicas desempeñaron un papel crucial. Los pronunciamientos militares se convirtieron en una constante.

El 1 de enero de 1820, el pronunciamiento de Rafael de Riego en Cabezas de San Juan (Sevilla), apoyado por Alcalá Galiano, resultó decisivo. Riego proclamó la Constitución de Cádiz al frente del ejército expedicionario que se dirigía a América para reprimir los movimientos independentistas.

Este pronunciamiento fue apoyado por guarniciones en La Coruña, Zaragoza, Barcelona y Pamplona, así como por levantamientos campesinos. Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución de 1812, dando inicio al Trienio Constitucional o Liberal.

10.2 Trienio Constitucional

El gobierno de Martínez de la Rosa reimplantó el marco constitucional. El liberalismo español se dividió en dos corrientes: moderada y exaltada.

Se suprimieron los mayorazgos, se disolvió el Tribunal de la Santa Inquisición, se estableció la libertad de imprenta, se redujo el diezmo, se desamortizaron bienes eclesiásticos y se reglamentó la instrucción pública y privada.

Sin embargo, el gobierno enfrentó un ambiente hostil tanto dentro como fuera del país. La Santa Alianza, reunida en el Congreso de Verona (1822), decidió restablecer el orden absolutista en España y otorgó a Francia el mandato de reponer a Fernando VII como monarca absoluto.

El 7 de abril de 1823, los Cien Mil Hijos de San Luis, comandados por Luis Antonio de Borbón, duque de Angulema, invadieron España y llegaron hasta Cádiz sin apenas resistencia. Fernando VII fue liberado.

La Década Ominosa (1823-1833)

11.1 La Represión

El duque de Angulema instauró una Junta de Regencia. Fernando VII prometió un gobierno que traería felicidad a la nación, pero la realidad fue muy diferente.

El rey reprimió a los liberales en todos los ámbitos. Riego fue ejecutado en la Plaza de la Cebada de Madrid. El rey derogó la mayor parte de los actos del gobierno constitucional, restableció el diezmo y el mayorazgo. En 1830, cerró todas las universidades.

Como novedad, se creó el Consejo de Ministros.

11.2 El Problema Sucesorio

Fernando VII se casó con María Cristina, quien buscó establecer lazos con los liberales moderados para ampliar sus apoyos ante el enfrentamiento dinástico con Carlos María Isidro.

En abril de 1830, se publicó la Pragmática Sanción, que permitía la sucesión femenina al trono. El nacimiento de una hija, la futura Isabel II, marginó las aspiraciones a la corona del hermano del rey.

Los liberales encontraron un nuevo impulso en la conspiración. Espoz y Mina y José María Torrijos intentaron pronunciamientos que fueron duramente reprimidos por el rey.

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