1. El sistema de restauración
El retorno de la dinastía borbónica: tras el golpe del general Pavía, el general Serrano puso fin a la guerra carlista. El problema estaba en el partido alfonsino dirigido por Cánovas. El general Martínez Campos proclamó en Sagunto a Alfonso XII. El 31 de diciembre se construía el Ministerio-Regencia bajo la presidencia de Cánovas. El 9 de enero, este gobierno fue confirmado por Alfonso XII.
1.2 Las primeras medidas de Cánovas y el fin de la guerra carlista y Cuba
Asentar la monarquía, elaborar una constitución para gobernar a partidos políticos distintos y acabar con los pronunciamientos y las intervenciones militares. El conflicto carlista, Carlos VII, cruzaba la frontera dando fin al enfrentamiento. La consecuencia fue la abolición definitiva de los fueros vascos por ley de 21 de julio de 1876. Finalizó la guerra carlista por la paz de Zanjón en 1878.
1.3 La Constitución de 1876
Ofrece un eclecticismo al reunir las influencias de las constituciones moderadas de 1845 y democrática de 1869. Cánovas tuvo que transigir la determinación del derecho de sufragio. La constitución estableció un estado confesional, aunque permitió el ejercicio privado de otras religiones. La división de poderes: el rey ejerce el poder ejecutivo, las cortes eran bicamerales y el senado estaba integrado por derecho propio, vitalicio y elegidos.
1.4 El sistema político oficial: bipartidismo y turnismo
La restauración se basaba en la existencia de dos grandes partidos: el conservador y el liberal. El partido liberal-conservador, organizado por Cánovas, aglutinó a los sectores más conservadores y tradicionales de la sociedad. El partido liberal-fusionista, dirigido por Sagasta, reunió a antiguos progresistas, unionistas y algunos ex republicanos moderados. Se contemplaba el turno pacífico para asegurar la estabilidad institucional mediante la participación en el poder.
1.5 El sistema político real: caciquismo y fraude electoral
El control del proceso electoral: el ministro era quien elaboraba la lista de los candidatos que deberían ser elegidos. Los gobernadores civiles transmitían la lista a los alcaldes y caciques, y todo aparato administrativo para garantizar su elección. Todo conjunto de trampas electorales ayudaba a conseguir este objetivo (pucherazo). En todo proceso electoral era fundamental el cacique.
2. La oposición política al régimen de la restauración
El carlismo: contrario al régimen liberal y a favor de los valores religiosos, de la monarquía tradicional y de los fueros. El grupo de carlistas se separó y formó el partido integrista. Para sus miembros, los carlistas no parecían bastantes católicos.
2.2 El nacionalismo catalán
Su finalidad era la recuperación de la lengua y de las señas de identidad de la cultura catalana, pero carecía de aspiraciones y de proyectos políticos, siendo sus objetivos puramente culturales. Valentí Almirall fundó el Centre Català y consiguió que la burguesía catalana rompiese con los partidos españoles. Se funda la Unión Catalanista y se aprueban las bases de Manresa, en las que el regionalismo catalán se transforma en nacionalismo.
2.3 El nacionalismo vasco
Creado por Sabino Arana, consideraba que la inmigración ponía en peligro el euskera. Al defender la pureza racial del pueblo vasco, adquirió una imagen xenófoba. En 1895 se fundaba el Partido Nacionalista Vasco, que se declaró independentista con respecto a España.
2.4 Los partidos republicanos
Se dividió en tendencias por diferencias doctrinales, estratégicas y también por rivalidades personales. Desaparecieron sus líderes Zorrilla, Castelar, Pi y Margall y Salmerón, con ellos desaparecía el republicanismo histórico. Lerroux formó el Partido Radical.
2.5 El movimiento obrero
España adquirió madurez y extensión organizativa a partir del Sexenio Democrático. Los anarquistas: propiedad administrativa administrada por todos, destrucción inmediata del estado, una economía colectiva en la que cada comunidad tiene autonomía, rechazo de la participación política. Los marxistas: objetivo era la conquista del poder político por la clase trabajadora, por vía electoral. A través de la revolución se establecería una dictadura del proletariado con el objetivo de desmontar el sistema capitalista y una sociedad sin clases sociales, sin explotadores y explotados. En 1888 se crea el sindicato socialista, cuyo objetivo era perfilar la organización del partido.
3. Crisis del 98: la guerra en Cuba y Filipinas
La paz de Zanjón puso fin a la guerra de los 10 años y el inicio de la última guerra cubana. La política española en Cuba: la abolición definitiva de la esclavitud y los cubanos tuvieran representación propia en las cortes españolas. Las tensiones entre la colonia y la metrópoli aumentaron con aranceles proteccionistas que España ponía para dificultar el comercio.
3.2 Las consecuencias del 98: repercusiones económicas y políticas
Fueron menores de lo que se esperaba. No hubo crisis económicas a pesar de la pérdida de los mercados coloniales protegidos y de la deuda causada por la guerra. El regeneracionismo defendía la modernización de la vida política española y la necesidad de organizar la vida política al margen del turno dinástico. El gobierno regeneracionista fracasó debido a los problemas económicos generados por la guerra de Cuba, como el incremento de la deuda política y el déficit presupuestario. El sistema de la restauración había recibido un duro golpe, pero habría sobrevivido.