La Restauración y las Revoluciones en Europa y América

La Restauración

La vuelta del absolutismo: Durante la Restauración volvieron al poder los monarcas del antiguo régimen. Los reyes promulgaron cartas otorgadas, documentos en los que se reconocían algunos derechos a la población. Fue el caso de Luis XVIII de Francia.

El Congreso de Viena: La reorganización del mapa europeo

Las potencias buscaron una nueva distribución territorial que garantizara una paz duradera y evitara nuevas revoluciones. En el Congreso de Viena se modeló el nuevo mapa europeo. Tuvo tres protagonistas: Metternich, Alejandro I y Talleyrand. Las modificaciones tenían como objetivo reducir el número de estados y frenar el expansionismo francés. Los principales cambios fueron:

  • Francia volvió a las fronteras que tenía antes de la Revolución.
  • Se fortaleció a dos estados tapón para dificultar una posible expansión francesa: Holanda asimiló Bélgica y el Reino de Piamonte recibió Saboya y Génova.
  • Austria, Prusia y Rusia ganaron territorios de forma equilibrada.

El Congreso de Viena inició el sistema de congresos. Las potencias se reunían para discutir los problemas internacionales y solucionarlos mediante el diálogo. Sin embargo, el Congreso de Viena creó nuevos problemas, como las falsas uniones, y no resolvió los nacionalismos ignorados.

Las alianzas internacionales contra la revolución

Las potencias europeas buscaron consolidar la Restauración mediante un sistema de alianzas. Se crearon dos bloques:

  • La Santa Alianza, formada por Prusia, Rusia y Austria, y más tarde por Francia, tenía un carácter antiliberal. Defendía el absolutismo y la alianza entre el trono y el altar, reconociendo el derecho divino del rey y el apoyo de la iglesia a la monarquía.
  • La Cuádruple Alianza, formada por Gran Bretaña, Austria, Prusia y Rusia, buscaba defender el orden creado en el Congreso de Viena.

Una nueva ola revolucionaria

Liberalismo y nacionalismo

En 1820, 1830 y 1848 se produjeron tres ciclos revolucionarios en Europa que se sustentaron esencialmente en dos ideologías:

  • El liberalismo de la primera mitad del siglo XIX rechazaba el absolutismo y buscaba recuperar los derechos y libertades que había reconocido la Revolución Francesa.
  • El nacionalismo tiene su origen en la expansión napoleónica, que había exacerbado los sentimientos de pertenencia a una nación. Sin embargo, la reorganización del Congreso de Viena había ignorado la identidad cultural, histórica y de costumbres de los pueblos.

Fuera de Francia, las reivindicaciones nacionales tuvieron gran protagonismo. En las revoluciones participaron grandes masas de todas las clases sociales.

Las revoluciones de 1820 y 1830

En 1820 se produjo la primera ola revolucionaria:

  • El movimiento se inició en España, donde el comandante Riego se pronunció contra la monarquía absoluta de Fernando VII, dando lugar al Trienio Liberal, en el que los liberales españoles consiguieron que el rey jurara la Constitución de Cádiz de 1812. Terminó en 1823 con la intervención de la Santa Alianza que invadió España y restauró el absolutismo.
  • En 1821, los griegos se sublevaron contra la dominación turca. La insurrección culminó con la independencia griega.

En 1830 se produjo la segunda oleada revolucionaria:

  • Su centro fue Francia. Carlos X de Borbón intentó acabar con la carta otorgada que había concedido Luis XVIII. En julio se produjo una revolución que le expulsó del país y llevó al trono a Luis Felipe de Orleans, líder de la burguesía acomodada.
  • En Bruselas se produjo un levantamiento contra el rey de Holanda, que acabó conduciendo a la independencia de Bélgica.

Las revoluciones de 1848 (La primavera de los pueblos)

Se caracterizó por sus extensiones en muchos países y tuvo también un componente de revolución social y obrera. Comenzó en Francia. El régimen de Luis Felipe sufrió una revolución en febrero que le expulsó de Francia y se proclamó la II República (sufragio universal masculino). El nuevo régimen no satisfizo a los obreros y se levantaron en las revoluciones de junio. Venció la burguesía, que elaboró la Constitución de 1848. En las elecciones triunfó Luis Napoleón Bonaparte, que puso fin a la República y proclamó el II Imperio en 1852. Se produjeron revoluciones en el Imperio Austriaco, Polonia, Prusia y Alemania. Las revoluciones de 1848 abrieron una nueva etapa política por tres razones:

  • Fueron el punto de partida de las unificaciones de Italia y Alemania.
  • Supusieron un avance de la democracia.
  • La reflexión sobre el fracaso fue el punto de partida para una organización del movimiento obrero más moderna y eficaz, con una división entre proletariado y burguesía.

En Viena, hubo agitación de estudiantes y clases populares. Se constituyó la 1ª monarquía constitucional.

La independencia de Hispanoamérica

Características de los movimientos de independencia

La sociedad estaba compuesta por españoles, criollos, indios, negros y mestizos:

  • La élite la formaban españoles y criollos. La minoría criolla era el grupo social más poderoso, aunque controlaban la economía, estaban descontentos porque los españoles dirigían la política y la recaudación de impuestos, y el comercio español era monopolio de puertos españoles.
  • La mayor parte de la población eran indios, mestizos y negros, que trabajaban como campesinos, mineros y siervos.

Los criollos formaron el grupo que protagonizó los movimientos de independencia:

  • La ideología liberal de los criollos siguió los modelos proporcionados por EE. UU., la Revolución Francesa y la Constitución española de Cádiz.
  • El nacionalismo se plasmó en la formación de una conciencia criolla diferente a la española.

La primera fase de la independencia (1808-1815)

En 1810 se organizaron distintas juntas que formaron ejércitos propios y establecieron relaciones diplomáticas con EE. UU. y Gran Bretaña. Formaron gobiernos liberales revolucionarios, promulgaron constituciones y asumieron un régimen republicano. El regreso de Fernando VII al trono supuso la restauración del poder español, que recuperó todo menos el Río de la Plata.

La segunda fase de la independencia (1817-1824)

Comenzó en Argentina, que bajo la influencia del general San Martín se proclamó independiente en el Congreso de Tucumán (1816). Posteriormente, cruzó los Andes y obtuvo la victoria de Chacabuco, que selló la independencia de Chile (1818). En el norte, Simón Bolívar consiguió la independencia de Colombia (1819) y proclamó en Angostura la Gran Colombia, a la que asoció Venezuela y Ecuador. En 1821 tuvo lugar un ataque simultáneo desde el norte y el sur de Bolívar y San Martín al Virreinato de Perú. Consiguió la independencia tras la victoria de Bolívar en Ayacucho (1824), que puso fin al poder español en Sudamérica. En México, Agustín de Iturbide proclamó la independencia (1821) siguiendo los principios del Plan de Iguala y llegó a nombrarse emperador. Finalmente, México se proclamó república federal (1824). Las independencias llegaron a proclamar las Provincias Unidas de Centroamérica (1823) como un solo estado, que se rompió en 1828.

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