REVOLUCIÓN DE 1868: LA GLORIOSA
La Revolución de 1868, conocida como «La Gloriosa», tuvo lugar en Cádiz en septiembre de 1868. Este evento supuso el destronamiento de Isabel II y el comienzo del periodo llamado «Sexenio Democrático».
Causas de la Revolución
La revolución fue el resultado de una profunda crisis económica y política que afectó a España durante el reinado de Isabel II. Los principales factores que contribuyeron a la revolución fueron:
Crisis Económica
- Crisis financiera de 1866: Las inversiones ferroviarias no fueron rentables, lo que provocó la caída de las acciones y la quiebra de bancos y empresas.
- Crisis textil: La Guerra de Secesión americana interrumpió las exportaciones de algodón, afectando a la industria textil catalana.
- Crisis de subsistencias: Las malas cosechas de 1866 y 1867 provocaron un aumento del precio del trigo y el empeoramiento de las condiciones de vida de las clases trabajadoras.
Crisis Política
- Agotamiento e impopularidad del régimen moderado: La represión del gobierno de Narváez y la incapacidad de los gobiernos posteriores para abordar los problemas del país generaron un amplio descontento.
- Pacto de Ostende (1866): Los partidos progresista y demócrata, en el exilio, acordaron derrocar al gobierno de Isabel II y establecer un nuevo sistema político basado en el sufragio universal.
- Unión Liberal se une al Pacto (1867): La muerte de O’Donnell y la adhesión de la Unión Liberal al Pacto de Ostende privaron a Isabel II del apoyo del ejército.
Desarrollo de la Revolución
La revolución comenzó el 17 de septiembre de 1868 con el levantamiento de la escuadra en Cádiz, liderado por el brigadier Topete. El pronunciamiento se extendió rápidamente por otras ciudades, encontrando un amplio apoyo popular. Tras la derrota de las tropas leales a Isabel II en la batalla de Alcolea, la reina se exilió a Francia.
Se formó un Gobierno Provisional integrado por progresistas, unionistas y demócratas, que implementó un programa de reformas liberales, incluyendo la libertad de prensa, el sufragio universal masculino y la desamortización.
CONSTITUCIÓN DE 1869 Y REINADO DE AMADEO DE SABOYA
Las Cortes Constituyentes elaboraron la Constitución de 1869, que establecía una monarquía constitucional con separación de poderes y sufragio universal masculino. Amadeo de Saboya fue elegido rey en 1870.
Problemas del Reinado de Amadeo I
Amadeo I se enfrentó a numerosos problemas durante su breve reinado:
- Oposición política: Los moderados, carlistas y republicanos se opusieron al nuevo rey.
- Tercera Guerra Carlista (1872-1876): Los carlistas se alzaron en armas en defensa de sus pretensiones al trono.
- Guerra de los Diez Años en Cuba (1868-1878): La guerra por la independencia de Cuba se convirtió en un grave problema para el gobierno.
- Insurrecciones federalistas: Las revueltas de carácter federalista y anarquista contribuyeron a la inestabilidad del régimen.
- Desintegración de la coalición gubernamental: La falta de apoyo político llevó a la renuncia de Amadeo I en 1873.
LA PRIMERA REPÚBLICA (1873-1874)
Tras la renuncia de Amadeo I, se proclamó la Primera República Española. La república se enfrentó a numerosos desafíos, incluyendo la Guerra Carlista, la Guerra de Cuba y el movimiento cantonalista.
Gobiernos y Problemas de la República
La república tuvo cinco presidentes: Figueras, Pi y Margall, Salmerón, Castelar y Serrano. Los principales problemas que enfrentó la república fueron:
- Crisis económica: La inestabilidad política y las guerras agravaron la crisis económica.
- Guerra Carlista: La guerra continuó y se extendió por varias regiones de España.
- Guerra de Cuba: La república no pudo resolver el conflicto en Cuba.
- Cantonalismo: El movimiento cantonalista, que buscaba la autonomía de las regiones, provocó una serie de insurrecciones.
Fin de la República
La república llegó a su fin en 1874 con el pronunciamiento del general Martínez Campos, que proclamó rey a Alfonso XII, hijo de Isabel II. Comenzaba así la Restauración borbónica.