La Revolución de Octubre 1917:
El gobierno de Kerenski quería consolidar en Rusia una república parlamentaria, convocar elecciones a la Asamblea Constituyente y mantener Rusia en la GM. Pero los bolcheviques y el soviet de Petrogrado se opusieron.
Las jornadas revolucionarias:
En verano de 1917, el Partido Bolchevique había sido prohibido y Lenin se exilió. Los soviets, dirigidos por los bolcheviques y con el apoyo de mencheviques, planificaron la insurrección con el apoyo de la Guardia Roja. El 25 de octubre, las fuerzas insurrectas se apoderaron de los lugares y servicios clave de la capital. El asalto al Palacio de Invierno, donde residía el gobierno provisional, fue el acto decisivo. El triunfo en Petrogrado fue decisivo y el gobierno dimitió tras la huida de Kerenski. La revolución se extendió rápidamente en Moscú. La zona septentrional de Rusia estaba en manos de los bolcheviques.
La consolidación del poder bolchevique y la formación de la URSS:
La guerra civil y el boicot internacional a la Rusia revolucionaria influyeron en la política del nuevo Estado soviético. La Asamblea Constituyente pretendía transformar el zarismo en una república democrática. Sin embargo, los bolcheviques decidieron disolverla en su primera y única sesión, ya que la Asamblea se negaba a someter sus decisiones a la aprobación de los soviets. El Partido Bolchevique (Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS)) estaba dirigido por un comité (Politburó). Partido y Estado se identificaron y solo los que pertenecían al partido podían aspirar a ejercer cargos en los soviets o en el Estado. Los que se opusieron fueron eliminados. El órgano supremo del Estado era el Congreso de los Soviets (poder legislativo). El ejecutivo estaba en manos del Presídium, dirigido por un presidente que ejercía como jefe de Estado. De los asuntos del gobierno se encargaba el Consejo de Comisarios del Pueblo. Se formó una república federal y en 1922 se creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La URSS se consolidó en la Constitución de 1924, que definía las competencias de la Unión y las de las repúblicas federadas.
De Lenin a Stalin:
El triunfo de la Revolución entre el proletariado mostró un modelo a seguir. Los bolcheviques reorganizaron el movimiento socialista.
La creación de la Tercera Internacional:
Los revolucionarios rusos consideraban que los partidos socialistas se habían acomodado a la democracia, ya que su objetivo había dejado de ser la destrucción del capitalismo. Ante este panorama, los bolcheviques defendieron la necesidad de renovar el marxismo creando partidos dispuestos a liderar la revolución obrera. Así fundaron una nueva Internacional obrera que agrupara a los partidos obreros revolucionarios. En el año 1919 se fundó la Tercera Internacional (Komintern) que hizo un llamamiento a todos los partidos socialistas para adherirse a la nueva Internacional revolucionaria. Esta propuesta dividió a los partidarios de la adhesión y los que se oponían a ella. En 1920 se aprobaron las 21 condiciones que debían cumplir los partidos que quisieran adherirse. Las 21 condiciones dieron lugar a los partidos comunistas. Estos partidos tenían que responder a una nueva concepción del marxismo: el leninismo.
La expansión de la revolución comunista:
Lenin y Trotski querían extender la revolución a otros países. El intento más importante de insurrección fue en Alemania en 1919 por los espartaquistas. Su objetivo era conseguir el poder y crear un régimen comunista, pero el intento fracasó y costó la vida a importantes dirigentes alemanes como Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo. En Europa se crearon partidos comunistas. Uno de los objetivos de la Revolución soviética era su expansión a otros países del mundo.
La muerte de Lenin y la disputa por el poder:
En 1924 muere Lenin, líder de los bolcheviques y promotor del nuevo Estado soviético. Como resultado, se desencadenó una lucha entre los dirigentes del Partido Bolchevique por el poder (gran debate). El debate surgió entre Trotski, el sucesor de Lenin, y Stalin, del PCUS. Trotski representó el ala más radical del partido que defendía la revolución socialista y pretendía impulsar las colectivizaciones, extender la revolución en Europa (revolución permanente) y promover un funcionamiento más democrático. Stalin representó las posiciones conservadoras y proponía un sistema de economía mixto, la construcción del socialismo en un solo país y reservar las decisiones políticas al PCUS. En 1927, Stalin se hizo con el poder. La revolución se orientó hacia un poder autoritario, en manos de un dictador. Stalin puso fin a la democracia, la economía mixta (NEP) y forzó la colectivización de la propiedad. Además, acabó con todos sus opositores, convirtiendo el país en una dictadura basada en el poder absoluto de Stalin dentro del PCUS y del Estado.