La Revolución Francesa
Causas Sociales de la Revolución Francesa
Las causas de la Revolución Francesa fueron múltiples y complejas, pero entre las principales se encuentran:
- Malas cosechas y crisis de subsistencia: La década de 1780 estuvo marcada por una serie de malas cosechas que provocaron escasez de alimentos y un aumento drástico de los precios. Esto afectó especialmente a las clases populares, que dependían del pan para su sustento.
- Marginación de la burguesía: A pesar de su creciente poder económico, la burguesía seguía estando marginada política y socialmente por la nobleza y el clero. La burguesía aspiraba a un mayor reconocimiento y participación en el gobierno.
- Crisis financiera de la monarquía: La monarquía francesa se encontraba en una profunda crisis financiera debido a los gastos excesivos de la corte, las guerras y la ineficiencia del sistema fiscal. La solución propuesta fue una reforma fiscal, pero el rey Luis XVI temía las reacciones de la nobleza y se mostró reacio a implementarla.
Inicio de la Revolución y la Asamblea Nacional
La Revolución Francesa comenzó el 14 de julio de 1789 con la Toma de la Bastilla, una prisión símbolo del absolutismo monárquico. La nobleza, presionada por la crisis, había exigido la convocatoria de los Estados Generales, una asamblea consultiva compuesta por representantes de los tres estamentos: clero, nobleza y pueblo llano. Sin embargo, la burguesía, consciente de su fuerza numérica, abandonó los Estados Generales y se reunió por su cuenta en el Jeu de Paume, jurando no disolverse hasta haber redactado una Constitución para Francia.
Paralelamente, en el campo se vivía el llamado «Gran Miedo», una ola de revueltas campesinas que se extendió por todo el país. Los campesinos, atemorizados por rumores de ataques de bandidos y nobles, saquearon castillos y destruyeron documentos señoriales.
En agosto de 1789, la Asamblea Nacional aprobó la «Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano», un documento fundamental que proclamaba la libertad, la igualdad y la fraternidad como principios básicos de la nueva sociedad. También se decretó la abolición de los derechos feudales, lo que supuso un duro golpe para la nobleza.
Etapas de la Revolución Francesa
1. Monarquía Constitucional (1789-1792)
- Asamblea Nacional Constituyente: Durante esta etapa, la Asamblea Nacional se centró en la elaboración de una Constitución. En 1791, se promulgó la primera Constitución francesa, que establecía una monarquía constitucional con soberanía nacional, separación de poderes e igualdad ante la ley.
- Asamblea Nacional Legislativa: Su función principal era elaborar leyes. Se creó la Guardia Nacional, un ejército revolucionario formado por ciudadanos; se llevó a cabo la desamortización de los bienes del clero, que fueron subastados en pequeños lotes; y se aprobó la «Constitución Civil del Clero», que convertía a los sacerdotes en funcionarios del Estado.
- Fin de la monarquía: En 1791, el rey Luis XVI intentó huir de Francia con su familia, pero fue detenido en Varennes y obligado a regresar a París. Este episodio, conocido como la Fuga de Varennes, desacreditó aún más a la monarquía y allanó el camino para la proclamación de la República.
2. República Democrática (1792-1794)
En 1792, se celebraron las primeras elecciones por sufragio universal masculino en Francia. La Convención Nacional, nuevo órgano legislativo, proclamó la República.
- Convención Girondina: Dominada por la burguesía moderada, la Convención Girondina tuvo que hacer frente a numerosos desafíos: la guerra contra las monarquías europeas, las revueltas internas y la radicalización del movimiento revolucionario. En 1793, Luis XVI fue juzgado y condenado a muerte en la guillotina.
- Convención Jacobina: En 1793, los jacobinos, liderados por Robespierre, tomaron el poder tras un golpe de Estado. Se instauró un régimen de terror para eliminar a los enemigos de la Revolución. Se creó un ejército más eficiente mediante la leva en masa y se implementaron medidas sociales radicales, como la Ley del Máximo, que fijaba precios máximos para los productos básicos, y la redistribución de las tierras confiscadas a los contrarrevolucionarios.
3. República Burguesa (1794-1799)
En 1794, un nuevo golpe de Estado, conocido como el Golpe de Termidor, puso fin al Reinado del Terror y llevó a la burguesía moderada al poder. Se redactó una nueva Constitución, que anulaba la Constitución jacobina y establecía un sistema bicameral:
- Poder Ejecutivo: El Directorio, un órgano colegiado de cinco miembros, elegido por sufragio censitario.
- Poder Legislativo: Dividido en el Consejo de Ancianos y el Consejo de los Quinientos.
En 1799, Napoleón Bonaparte, un joven general que se había destacado en las campañas militares de Italia, dio un golpe de Estado y puso fin al Directorio.
Napoleón Bonaparte y la Era Napoleónica
Napoleón Bonaparte, tras el golpe de Estado de 1799, instauró el Consulado, del cual él mismo era el Primer Cónsul. Su genio militar le permitió obtener importantes victorias en el exterior, obligando a Austria a firmar la paz. En 1804, se proclamó emperador de los franceses, con el apoyo de la burguesía y la admiración de gran parte del pueblo.
Política Interior
Napoleón pacificó el país, puso fin a las guerras civiles y reorganizó la administración. Firmó un Concordato con la Iglesia Católica, restaurando las relaciones entre el Estado y la Iglesia. Creó una administración financiera eficiente que logró acabar con el déficit. Se promulgó el Código Civil, un conjunto de leyes que unificaba la legislación francesa. También se reformaron la Hacienda y el sistema educativo. El poder se centralizó en la figura del emperador, y Francia se dividió en departamentos, cada uno dirigido por un prefecto que respondía directamente ante Napoleón.
Política Exterior
Las campañas militares de Napoleón tuvieron como objetivo exportar el modelo político francés por toda Europa. Si bien algunos lo vieron como un libertador, otros lo consideraron un invasor. Napoleón estableció un bloqueo continental contra Gran Bretaña, su principal rival. En 1812, cometió el error de invadir Rusia. La campaña rusa fue un desastre para el ejército francés, debilitado por el invierno y la táctica de tierra quemada empleada por los rusos. A partir de entonces, el imperio napoleónico comenzó a desmoronarse.
Caída de Napoleón
En 1814, Napoleón fue derrotado y obligado a abdicar. Se le permitió exiliarse en la isla de Elba, donde se le concedió el título de emperador y una pensión. Sin embargo, en 1815, escapó de Elba y regresó a Francia, donde recuperó el poder durante cien días. Su última aventura terminó en la batalla de Waterloo, donde fue derrotado por las fuerzas británicas y prusianas. Esta vez, fue exiliado a la isla de Santa Elena, en el Atlántico Sur, donde murió en 1821.
Legado de la Revolución Francesa
La Revolución Francesa fue un acontecimiento crucial en la historia mundial. Sus ideas de libertad, igualdad y fraternidad se propagaron por toda Europa y América, inspirando movimientos revolucionarios y reformas liberales. A pesar de sus excesos y contradicciones, la Revolución Francesa sentó las bases de la sociedad moderna, basada en los principios de la soberanía popular, los derechos ciudadanos y el Estado de derecho.