La Revolución Gloriosa (1868) y el Sexenio Democrático (1868-1874)

La Revolución Gloriosa (1868)

En 1866, una coalición de progresistas, demócratas y unionistas firmaron el Pacto de Ostende. Este acuerdo, junto a la inestable situación política y la crisis agrícola, industrial y financiera, dio paso al movimiento revolucionario conocido como La Gloriosa.

La Gloriosa fue resultado de una alianza entre progresistas y unionistas, junto con demócratas, con una fuerte presencia civil, burguesa y de clase media. Su objetivo: derrocar a la reina Isabel II. El movimiento fue rápido y exitoso, dando lugar a un amplio programa de reformas.

Ideario Revolucionario

El verdadero ideario revolucionario lo aportaban los demócratas, quienes apoyaban el sufragio universal, la supresión de impuestos y la defensa de las clases medias y bajas.

Sin embargo, el poder se organizó en torno a políticos y militares que buscaban bloquear al parlamento, lo que impedía a los progresistas gobernar y hacer frente a la situación económica. Las juntas revolucionarias y los movimientos de base popular, amparados por los demócratas, fueron perseguidos. El fin último de la revolución era establecer una sociedad burguesa, con un sistema capitalista eficaz y con el hombre de negocios en el poder político.

Desarrollo de la Revolución

  • El gobierno de González Bravo dimitió y fue sustituido por un militar.
  • Se produjo la batalla del puente de Alcolea, donde se enfrentaron las tropas de Serrano (sublevados) contra las tropas fieles a la reina. Estas últimas perdieron y la reina Isabel II huyó a Francia.
  • El poder pasó a una junta revolucionaria que reguló la revolución. El programa revolucionario consistía en establecer libertades políticas y civiles, la secularización del Estado, la reforma de Hacienda, la libertad económica y el rechazo a los Borbones.
  • La junta encomendó a Serrano el gobierno provisional, que se constituyó tras la llegada de Prim. Se disolvieron las juntas, compensando a sus miembros con puestos en ayuntamientos, etc.

El Gobierno Provisional

El gobierno provisional estaba formado por 5 ministros progresistas y 4 unionistas, sin presencia de demócratas. Las primeras medidas fueron para controlar la revolución:

  • Disolución de las juntas revolucionarias.
  • Reorganización de la Milicia Nacional.
  • Desarme de los Voluntarios de la Libertad.
  • Restitución de la disciplina en el ejército.

Sagasta, ministro de la Gobernación, ordenó a los gobernadores mantener el orden a toda costa. Tras esto, se atendieron algunas peticiones populares, recogidas en la proclama del 19 de septiembre:

  • Supresión del impuesto de consumos.
  • Emancipación de los hijos de esclavos nacidos tras la revolución.
  • Decreto de libertad de enseñanza y reforma de la segunda enseñanza.
  • Decreto de libertad de imprenta.

El gobierno plasmó sus reformas en un manifiesto, incluyendo el sufragio universal y las libertades religiosa, de enseñanza, de imprenta, de asociación y de reunión. Se sumaron medidas económicas como la creación de la peseta, la ley de minas y un arancel librecambista. Estas medidas definían un orden social conservador y aburguesado, en el que los poderosos moldearon la revolución.

Distanciamiento y Radicalización

Este distanciamiento entre los que apoyaban al gobierno provisional y los que querían reformas más avanzadas, radicalizó a los republicanos del partido demócrata (república federal) y al sector moderado (monarquía»cimbrio»).

  • El gobierno convocó elecciones municipales, en las que triunfaron los republicanos en 20 capitales de provincia.
  • En 1869 se celebraron las elecciones a Cortes con mayoría de unionistas y progresistas. Estas Cortes se centraron en elaborar una nueva Constitución.

Sin embargo, las reivindicaciones de las clases populares y rurales fueron desoídas, lo que provocó revueltas populares como la de Cádiz en 1868 y la creación de la Dirección Central de Sociedades Obreras en Barcelona en 1868.

El Sexenio Democrático (1868-1874)

La Constitución de 1869

El gobierno provisional elaboró una nueva Constitución en 1869. Sus principales características eran:

  • Forma de Estado: Monarquía constitucional con soberanía nacional de base popular y sufragio universal.
  • Sistema bicameral: Cortes formadas por Senado y Congreso, elegidos por sufragio universal.
  • División de poderes: Ejecutivo (doble confianza corona-gobierno), legislativo (Cortes) y judicial (tribunales de justicia y juicios por jurado, independiente).
  • Derechos y libertades: Reconocimiento de derechos como el “Habeas Corpus” (Art. 3), el derecho de asociación y reunión (Art.17), la aconfesionalidad del estado (Art. 21), el derecho de residencia, de enseñanza, de expresión y la inviolabilidad del domicilio.

La Regencia de Serrano y el Reinado de Amadeo I

La forma de gobierno establecida en la Constitución, la monarquía, encontró la oposición de los republicanos. Ante la dificultad de encontrar un rey, se nombró a Serrano regente y a Prim jefe del gobierno.

Finalmente, se eligió a Amadeo de Saboya como rey de España, gracias al empeño de Prim por evitar la proclamación de la república. Sin embargo, Amadeo I se enfrentó a numerosos problemas:

  • Desprecio por parte de los altos mandos militares y la aristocracia.
  • Oposición de la alta burguesía y los obreros por su política económica.
  • Oposición de campesinos y obreros por los impuestos de consumo y las quintas.
  • Oposición política de carlistas (II Guerra Carlista), demócratas y el partido moderado liberal.
  • División interna de sus propios apoyos (unionistas y progresistas) debido al personalismo y el bipartidismo.
  • Guerra de Cuba.
  • Revueltas populares y burguesas.
  • Bandolerismo.

Amadeo I intentó formar gobierno con Serrano, Zorrilla y Sagasta, pero la inestabilidad política, la crisis económica y la Guerra Carlista hicieron imposible gobernar. El 10 de febrero de 1873, Amadeo I renunció a la corona, dando fin al Sexenio Democrático.

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