La Revolución Industrial: Causas, Consecuencias y Transformaciones

La Revolución Demográfica: Causas y Consecuencias

Causas

1. Mejora de los niveles de vida y alimentación

Este factor influyó en el descenso de la mortalidad, sobre todo en la segunda mitad del siglo XIX. El aumento de la productividad agraria permitió un crecimiento del excedente productivo y la disminución de las crisis de subsistencias. La renta per cápita se triplicó en Europa durante el siglo XIX, lo que produjo que los bienes aumentaran y así la alimentación fue mejor, el vestido y la higiene. La esperanza de vida subió bastante.

2. Los descubrimientos médicos y sus aplicaciones

La erradicación definitiva de la peste, el control de la viruela y la disminución de la influencia del tifus favorecieron la supervivencia humana en el siglo XIX. A finales de este siglo, las ciencias ya habían sentado las bases de una serie de actuaciones contra las enfermedades infecciosas: higiene, destrucción de parásitos, aislamiento de enfermos… Esto mejoró los servicios en las ciudades: mejor higiene, agua más pura, alcantarillado, servicios médicos. También otro avance fue el jabón más barato.

Consecuencias de la Revolución Demográfica

Este crecimiento de la población originó excedentes demográficos en el campo que alimentaron los flujos migratorios. La gente se fue a las ciudades, convirtiéndose en mano de obra abundante y barata. Esto produjo un crecimiento rápido de las ciudades y fueron, junto con el ferrocarril, el símbolo del mundo industrial, pero esto también produjo contaminación en las ciudades. La población rural también emigró a continentes con dinero como América y Oceanía.

La Revolución Agraria

Durante el siglo XVIII se produjeron en la agricultura de Gran Bretaña unos cambios institucionales y técnicos.

1. Transformaciones Institucionales

Inglaterra poseía muchos pequeños propietarios agrícolas y gran cantidad de cultivos comunes, con su campo abierto y pastos comunes. Esto fue desapareciendo poco a poco debido al Enclousure Movement o movimiento de cercados, que obligaba mediante leyes a cercar los campos abiertos y tierras libres y comunes. Los pequeños propietarios no disponían de capital suficiente para cercar y tuvieron que vender sus tierras, que cayeron en manos de la nobleza rural. Tras ese movimiento, se convirtió en un país de pocos grandes terratenientes y de muchos jornaleros. Estos agricultores se convirtieron en la mano de obra para la industria.

2. Transformaciones Técnicas

Nuevos métodos hicieron que mejorara la agricultura y la ganadería, aumentando su producción y productividad. Destaca:

  • Disminución del tiempo de reposo de las tierras: se introdujo la rotación de cultivos, consiguiendo que el barbecho fuese remplazado por nabos o remolacha.
  • Saneamiento y explotación de nuevas tierras.
  • Mejora de utensilios y difusión de máquinas (sembradora, trilladora…).
  • Selección de plantas y animales. Se plantaron plantas de invierno para alimentar al ganado.
  • Utilización de fertilizantes naturales y artificiales.

Aunque hubo muchos costes sociales, este proceso permitió a la agricultura británica tres funciones fundamentales:

  1. Incrementar la producción y la productividad para alimentar a la población.
  2. Proporcionar un excedente de población que sería mano de obra para la industria.
  3. Los beneficios agrícolas supusieron una acumulación de capital para el desarrollo de otros sectores.

La Revolución Industrial

Cambios en el sistema productivo

Los obreros se concentran en las fábricas y se incrementa la división del trabajo. Se pasa del sistema doméstico al sistema de maquinofactura. En el primero, el artesano trabaja en su casa y en el segundo, en la fábrica con máquinas. Todos estos cambios favorecieron la capacidad de incrementar tanto la cantidad como la calidad de bienes y servicios. La consecuencia económica de la Revolución Industrial fue la división entre países avanzados y subdesarrollados.

Todas estas innovaciones técnicas, juntas, consiguieron transformar el panorama agrario del mundo occidental, cuya característica principal fue el gran aumento de la productividad. En Inglaterra, donde se produjeron en primer lugar todos estos cambios, la agricultura evolucionó ya desde mediados del siglo XVIII.

La Revolución Científica: La Máquina de Vapor

La máquina de vapor es considerada la invención de la Revolución Industrial. Antes de su aparición, la energía procedía de los músculos del ser humano. Una serie de científicos trabajaron en la idea de utilizar la fuerza expansiva del agua. Fue el escocés James Watt quien dio a la máquina de vapor su forma más eficiente. Watt aportó otras mejoras a la máquina de vapor, como el mecanismo de transmisión (movimiento giratorio), que era necesario para la industria textil y para el transporte. Donde más se empleó fue en la industria minera, que en 1800 tenía 828 máquinas en las minas de carbón y otras 209 en las de cobre y plomo. La repercusión económica de la máquina de vapor durante la Revolución Industrial quizás no fue tan grande, ya que se combinó con la energía hidráulica. Un desequilibrio económico temporal permitió a los europeos consolidar su dominio político y militar sobre el mundo.

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