El gran esfuerzo se centró en la construcción de ferrocarriles
El cual fue un sector de arrastre de otros al permitir el acercamiento de los centros urbanos, el descenso de los precios.
Aumentaron las patentes de invención y Francia se encaminó hacia una política librecambista, suscribiendo tratados muy importantes como el de Codbden-Chevalier firmado con Inglaterra.
Revolución Industrial en Alemania
Fue el último de los primeros países industrializados. Pobre y atrasado en la primera mitad del S.XIX, nación políticamente dividida y era rural y agraria. Habían concentraciones industriales en Sajonia, Silesia y Berlín; las cuales eran artesanales o protoindustriales. La escasez de transportes y de vías de comunicación frenó el desarrollo económico, así como los diferentes sistemas monetarios y tácticas comerciales, frenaron todavía más el proceso. Antes de la I Guerra Mundial, el Imperio unificado alemán era una de las naciones más poderosas de Europa.
La historia económica de Alemania se puede dividir en tres etapas.
1ª etapa: 1800-1833
Este primer período va desde principios de siglo hasta la formación del Zollverein en 1833. Fue una gradual toma de conciencia de los cambios económicos producidos en Gran Bretaña, Francia y Bélgica y de la creación de las condiciones jurídicas (reformas legislativas) e intelectuales que eran esenciales para esta transición.
La orilla izquierda del Rhin, unida política y económicamente a Francia durante la Revolución, adoptó el sistema legal y las instituciones económicas francesas. La influencia francesa fue muy fuerte (jurídico, económico e intelectual). Como paso de una economía feudal a una librecambista se llevó a cabo, la desamortización de las tierras y la abolición de la servidumbre. Como diferencia, en la Alemania del Este la influencia para llevar a cabo el proceso fue inglesa, ya que se desamortizan tierras y los nuevos dueños introducirán las innovaciones tecnológicas. En Prusia, los siervos fueron obligados a pagar en metálico a sus señores feudales. Como no disponían de dinero, tuvieron que entregar sus parcelas, de manera que la nobleza prusiana (los Junkers) consolidó latifundios que cedió a arrendatarios, los cuales introdujeron las nuevas innovaciones tecnológicas y el trabajo asalariado. Una de las reformas económicas más importante provocada por los funcionarios prusianos condujo a la formación del Zollverein (literalmente Unión Aduanera). En 1818 se sentaron las bases de tan unión al decretar una tarifa arancelaria común para todos los prusianos. Varios estados pequeños que se encontraban alrededor de Prusia adoptaron dicho sistema y en 1833 se creó el propio Zollverein. Éste logró dos cosas: crear un mercado común alemán; y en segundo lugar, creó un arancel exterior común fijado por Prusia.
2ª etapa: 1833-1870
Este es un período de imitación consciente que duró aproximadamente hasta 1870. Se pusieron los auténticos cimientos a la industria, las finanzas y los transportes modernos.
Este segundo período estuvo marcado por la abundancia de capital, tecnología y empresas extranjeras, y alcanzó su punto máximo en 1850. Empieza así a mejorar la industria y los transportes modernos. Si el Zollverein hizo posible una economía unificada, el ferrocarril la hizo realidad. La rivalidad entre los distintos estados alemanes aceleró la construcción del ferrocarril. Como resultado, la red alemana de ferrocarriles se expandió más rápidamente que la francesa.
El ferrocarril fue muy importante para el crecimiento de la industria. Hasta la década de 1840, Alemania producía menos carbón que Francia y Bélgica y hasta la década de 1860 también producía menos hierro que Francia. Pero a partir de estos momentos, el progreso de estas industrias fue extremadamente rápido. Progreso que debió mucho (aunque no todo) al progreso de los ferrocarriles. La clave del rápido crecimiento de Alemania fue el rápido crecimiento de la industria del carbón y la clave del rápido crecimiento de la industria del carbón fueron los yacimientos del Rhur.
3ª etapa: 1870-1914
En este último período, Alemania accedió a la posición de supremacía industrial en la Europa occidental. Se incrementa en esta etapa la producción de acero, permitiéndole convertirse en primera potencia industrial. La producción de acero alemana superó a Gran Bretaña en 1885 y la duplicó en 1994.
En el año 1871 fue dramático para la historia política, pues se produjo la guerra franco prusiana, que daba lugar a la caída del segundo imperio francés y al nacimiento del segundo imperio alemán. La victoria alemana provocó euforia, que se vio acompañada por el alza económica. Esta hiperactividad se vio interrumpida por la crisis financiera de 1873. Pero al acabar esta, se reanudó el crecimiento con mayor fuerza que antes. De 1883 a 1913 el producto interior neto aumentó a una tasa anual de más de 3%.
Los sectores más dinámicos de la economía alemana fueron aquellos que producían bienes de capital y productos intermediarios para el consumo industrial. Ya hemos visto que la producción de carbón, hierro o acero era notable; pero aún más lo fueron dos industrias relativamente nuevas: la química y la eléctrica.
En este periodo final, lo que dominó el panorama fue la expansión de la industria alemana en los mercados extranjeros.