1. La Rusia Zarista
La Rusia de 1917 era un extenso imperio que abarcaba vastos territorios, incluyendo regiones europeas y asiáticas. Su población, que alcanzaba los 175 millones de personas en 1914, era muy diversa en términos de lenguas, culturas y etnias.
1.1 La Sociedad Rusa a Finales del Siglo XIX
La sociedad rusa de la época era estamental y rígida. La nobleza, una minoría privilegiada, poseía grandes extensiones de tierra trabajadas por siervos. Estos campesinos dependían de sus señores feudales y entregaban parte de su producción como tributo. La burguesía rusa, de carácter conservador, se dedicaba principalmente al comercio, la burocracia y la administración estatal. La clase trabajadora industrial era escasa y se concentraba alrededor de unas pocas fábricas de gran tamaño, donde las condiciones laborales eran extremadamente precarias.
Preeminencia del Mundo Agrario
La agricultura constituía la base fundamental de la economía rusa, aunque su producción apenas alcanzaba para la subsistencia de la población.
La Industrialización de Rusia
Rusia se incorporó tardíamente a la Revolución Industrial. Ante la falta de iniciativa privada, el Estado tuvo que impulsar un desarrollo industrial acelerado. Para atraer inversiones, el gobierno zarista otorgó subsidios y exenciones fiscales a empresas extranjeras, lo que permitió el establecimiento de algunos centros industriales de gran tamaño.
1.2 La Autocracia Zarista
En Rusia, a principios del siglo XX, aún prevalecía la autocracia zarista. Durante el reinado de Alejandro II se introdujeron algunas reformas tímidas, pero estas se vieron truncadas tras su asesinato. Sus sucesores, Alejandro III y Nicolás II, revirtieron muchas de estas reformas y se negaron a reconocer las libertades individuales y los derechos de los diferentes pueblos que conformaban el vasto imperio ruso. Los grupos políticos de oposición al zarismo, a principios del siglo XX, estaban influenciados por el pensamiento occidental, aunque también desarrollaron ideologías propias.
Algunos grupos abogaban por reformas liberales y desconfiaban tanto de los revolucionarios como del autoritarismo zarista. Estos grupos se organizaron a partir de 1905 en el Partido Constitucional Demócrata. Los populistas, por otro lado, constituían el grupo político más significativo a finales del siglo XIX. Este movimiento, de carácter agrario, buscaba mejorar las condiciones de vida de los campesinos. Aunque lograron un gran apoyo entre los campesinos y algunos obreros urbanos, también enfrentaron la desconfianza y el rechazo de los campesinos menos instruidos. El nihilismo, una corriente intelectual que buscaba comprender la realidad para transformarla radicalmente, también tuvo cierta influencia en la época. El Partido Obrero Socialdemócrata, fundado en 1889 en la ciudad de Minsk, se dividió rápidamente en dos facciones: los bolcheviques, liderados por Lenin, que abogaban por una revolución inmediata, y los mencheviques, que buscaban un partido más amplio y popular.
2. La Revolución de 1905
2.1 Los Intentos de Establecer un Régimen Liberal
Entre 1905 y 1917, la vida política en Rusia se aceleró considerablemente. Por un lado, las minorías urbanas, compuestas por nobles y burgueses, aspiraban a instaurar un régimen político más participativo que conciliara la monarquía con el reformismo liberal. Por otro lado, surgieron movimientos populares sin un proyecto político definido, impulsados por la desesperación y el descontento generalizado.
1905: La Revolución del Descontento
La Revolución de 1905, un antecedente directo de la Revolución de 1917, se desencadenó por una serie de factores. Entre 1903 y 1904, la Bolsa de San Petersburgo sufrió un colapso. La finalización del ferrocarril transiberiano no se tradujo en un aumento de la demanda industrial, lo que provocó un aumento del desempleo. A esto se sumaron las malas cosechas y la derrota de Rusia en la guerra contra Japón en 1905.
El Domingo Sangriento
En 1905, las manifestaciones se generalizaron por todo el país. Destacaron la sublevación de los marineros del acorazado Potemkin y la huelga general con movilizaciones pacíficas en San Petersburgo. La manifestación del 22 de enero de 1905, que solicitaba al zar reformas económicas y políticas, fue brutalmente reprimida por el ejército, provocando la muerte de cientos de personas. Este suceso se conoció como el Domingo Sangriento.
La Duma o Parlamento Ruso
Como respuesta a la creciente presión popular, Nicolás II se vio obligado a aprobar en la primavera de 1906 una Ley Fundamental del Estado que establecía la división de poderes, con un legislativo independiente de la Corona: la Duma.
La Crisis del Zarismo
La Duma se mantuvo hasta 1917, pero los roces entre este legislativo de poder limitado y el ejecutivo, encarnado por el zar, fueron constantes. El zar disolvió la primera Duma cuando esta intentó aprobar algunas reformas. En 1911, el primer ministro Piotr Stolypin, quien había impulsado una serie de reformas agrarias, fue asesinado, lo que llevó a un recrudecimiento de la represión. La falta de soluciones a los problemas del país favoreció el derrumbe del Estado autocrático y la búsqueda de un nuevo modelo de Estado.
2.2 Inicio de la Primera Guerra Mundial
En agosto de 1914, Rusia entró en la Primera Guerra Mundial. A los graves problemas de una economía débil y dependiente de la agricultura se sumaron los desafíos de la guerra. Los desastres militares y el colapso económico facilitaron el estallido de la revolución.
3. Las Revoluciones de 1917
Entre febrero y octubre de 1917 tuvieron lugar dos revoluciones en Rusia. La primera, en febrero, condujo a la abdicación del zar. La segunda, en octubre, canalizó las reivindicaciones populares y permitió al partido bolchevique, liderado por Lenin, tomar el poder.
3.1 La Revolución de Febrero
La negativa del zar a atender las demandas populares, especialmente la demanda de paz y de mejoras en las condiciones de vida, provocó una pérdida de legitimidad del régimen. La falta de sintonía entre el poder establecido y los deseos del pueblo se reflejó en la aparición de dos centros de poder paralelos. La nobleza, alarmada por los desastres de la guerra, exigió la reunión de la Duma. Las protestas populares estallaron en los últimos días de febrero de 1917 en Petrogrado (San Petersburgo), impulsadas por la dramática situación de hambre y miseria.
La Dualidad de Poderes
Un grupo de mencheviques clausuró la Duma, que previamente había designado un Comité para el restablecimiento del orden. Al mismo tiempo, se constituyó el Soviet de Petrogrado, un consejo de trabajadores y soldados. Con el país aún en guerra, era necesario formar un gobierno que contara con el apoyo tanto del Comité como del Soviet. El zar Nicolás II abdicó el 2 de marzo de 1917.
De Abril a Julio
Inicialmente, los bolcheviques se integraron en el Soviet de Petrogrado y apoyaron al gobierno provisional. Sin embargo, entre mayo y junio, comenzaron a preparar la toma del poder, a pesar de ser minoría en el conjunto de los soviets. Las tesis de abril de Lenin se resumían en tres consignas:»Paz, Tierra y Pa». La revuelta de julio, en la que participaron socialrevolucionarios y mencheviques, llevó al poder a Alexander Kerensky, un socialrevolucionario moderado, en sustitución de Lvov.
El Gobierno de Kerensky
El gobierno de Kerensky representó un puente entre el proyecto liberal del partido Kadete y el proyecto revolucionario de los bolcheviques. En agosto, el general Lavr Kornilov, comandante en jefe del ejército, organizó un golpe de Estado con el objetivo de establecer un régimen militar, eliminar a los soviets y continuar la guerra. El golpe fracasó gracias a la oposición de los soviets y de los propios bolcheviques.
3.2 La Revolución de Octubre
La Revolución de Octubre, también conocida como la Revolución Bolchevique, tuvo lugar en un contexto de creciente radicalización política y social. Entre la tropa y los suboficiales se habían formado soviets de soldados que controlaban el ejército y se oponían a la guerra. León Trotsky, uno de los principales líderes bolcheviques, fue elegido presidente del Comité Militar Revolucionario del Soviet de Petrogrado.
Octubre de 1917
El fracaso del golpe de Kornilov permitió el regreso de Lenin a Rusia. Lenin creía que para tomar el poder bastaba con controlar Petrogrado, por lo que planeó un golpe de mano. Este se produjo en la noche del 24 al 25 de octubre de 1917. El Comité Militar Revolucionario, dirigido por Trotsky, anunció la mañana del 25 de octubre que el gobierno de Kerensky se había rendido. La insurrección bolchevique había triunfado.
Organización del Poder Revolucionario
Inmediatamente después de la toma del poder, se reunió el Segundo Congreso Panruso de los Soviets, que aprobó el derrocamiento de Kerensky y asumió el control del país. Los delegados aprobaron los Decretos de Octubre, redactados por Lenin, que establecían la nacionalización de la tierra, el control obrero de las fábricas y la salida de Rusia de la Primera Guerra Mundial. Mediante la Paz de Brest-Litovsk, firmada en marzo de 1918, Rusia cedió a Alemania territorios como Polonia, Finlandia y Ucrania. El poder ejecutivo recayó en un Consejo de Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin y formado por bolcheviques. Comenzaba así la dictadura de Lenin y el proceso de construcción del Estado soviético.
El Congreso de los Soviets frente a la Asamblea Constituyente
Los bolcheviques controlaban todos los resortes del poder en Petrogrado, pero no en el resto de Rusia. Kerensky había convocado elecciones para una Asamblea Constituyente antes del golpe de octubre. Las elecciones se celebraron en noviembre de 1917 y dieron la victoria a los socialrevolucionarios. Sin embargo, los bolcheviques, temiendo que la Asamblea Constituyente limitara su poder, la disolvieron por la fuerza en enero de 1918. Este acto marcó el inicio de la guerra civil rusa (1918-1922), que enfrentó a los bolcheviques con un conjunto de fuerzas anticomunistas.