El Zarismo: Absolutismo y Atraso en Rusia
Progreso Económico y Atraso Social
El Imperio Ruso, a pesar de ser una gran potencia mundial, sufría un atraso significativo en comparación con otras naciones modernas. La sociedad estaba dividida en una minoría adinerada y una mayoría de campesinos y obreros que vivían en condiciones miserables. La ausencia de una clase media que impulsara la modernización y redujera las desigualdades agravaba la situación. El campo permanecía atrasado, mientras que la industria se desarrollaba de forma tardía, generando un proletariado industrial numeroso pero con condiciones de vida precarias. Esta concentración de obreros en grandes fábricas facilitó la difusión de ideas revolucionarias.
Los Enfrentamientos Políticos
El régimen zarista, una monarquía absoluta con el zar como autoridad suprema, enfrentaba una creciente oposición política que demandaba cambios profundos y el fin del absolutismo. Los principales grupos opositores eran:
- Partido Constitucional Demócrata: Abogaba por una monarquía constitucional con un parlamento elegido.
- Partido Socialista Revolucionario: Mayoritario en las zonas rurales, buscaba la redistribución de la tierra entre los campesinos.
- Partido Obrero Socialdemócrata Ruso: Dividido en dos facciones: los bolcheviques, liderados por Lenin y que representaban la izquierda marxista, y los mencheviques, socialistas moderados dispuestos a colaborar con los demócratas para derrocar el zarismo.
La Revolución de 1905
La crisis económica de 1902-1903, junto con la guerra ruso-japonesa de 1904, desencadenaron una serie de huelgas, revueltas campesinas y actos terroristas. El Domingo Sangriento, en el que una manifestación pacífica fue reprimida violentamente por las tropas zaristas, marcó el inicio de la revolución. Surgieron los primeros soviets, consejos de representantes obreros, como órganos de poder popular. El zar Nicolás II se vio obligado a aceptar algunas reformas, como la creación de la Duma (parlamento) y mejoras laborales, pero posteriormente las anuló, lo que mantuvo la tensión social.
La Revolución de 1917: El Fin del Zarismo y el Ascenso del Comunismo
La participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial agravó la crisis económica y social, generando un creciente descontento popular hacia el régimen zarista. En febrero de 1917, manifestaciones espontáneas en Petrogrado, la capital, llevaron a la abdicación del zar Nicolás II y al establecimiento de un gobierno provisional. Surgieron dos poderes paralelos: la Duma y el Soviet de Petrogrado, que finalmente acordaron formar un gobierno provisional. Rusia se convirtió en una república, marcando el fin del zarismo.
Los Gobiernos Provisionales
Tras la caída del zarismo, se sucedieron una serie de gobiernos provisionales de corta duración e impopulares. Los bolcheviques, liderados por Lenin, se preparaban para tomar el poder. El primer gobierno provisional se propuso establecer un régimen democrático, continuar la guerra y convocar una asamblea constituyente. Sin embargo, los problemas sociales, la cuestión de la tierra y la demanda de paz quedaron sin resolver, lo que aumentó la impopularidad del gobierno. Los soviets se extendieron por todo el país, convirtiéndose en un poder paralelo al gobierno. La influencia de los bolcheviques creció debido a su oposición a la guerra y su promesa de reformas radicales.
La Revolución de Octubre
Lo que comenzó en febrero como una revuelta contra el absolutismo culminó en octubre de 1917 con la toma del poder por parte de los bolcheviques. Liderados por Lenin, los bolcheviques asaltaron el Palacio de Invierno en Petrogrado y derrocaron al gobierno provisional. Se estableció un gobierno soviético, marcando el inicio de la era comunista en Rusia.