El Absolutismo Zarista y el Atraso de Rusia
El absolutismo zarista y la consiguiente falta de libertades impedían el desarrollo normal de la vida política y frenaban la modernización del país. Rusia era uno de los países más atrasados del continente. El nacimiento de una oposición política al zarismo podría fin al imperio zarista.
Progreso Económico y Atraso Social
El imperio ruso era una de las grandes potencias mundiales a comienzos del S.XX. Esto solo era aparente, Rusia era un país atrasado muy alejado de las naciones modernas como Gran Bretaña o Bélgica. La diferencia entre la pequeña minoría, dueña de grandes fortunas, y la mayoría de campesinos y obreros que vivían en condiciones miserables, era radical. Uno de los grandes problemas sociales era la falta de una clase media.
Una serie de reformas para modernizar la agricultura solo favorecieron a los campesinos ricos, Kulaks (nombre de los campesinos rusos propietarios de fincas de mediana extensión y que fueron beneficiados por las reformas agrarias de 1906). Frente al atraso del campo, la industria se desarrolló muy tarde, aunque el proletariado (obreros) industrial creció rápidamente entre el S.XIX y XX.
Los Enfrentamientos Políticos
El imperio ruso seguía siendo una monarquía absoluta. El zar gozaba de una autoridad sin límites. La nueva clase media de las ciudades deseaba implantar una monarquía parlamentaria similar a las existentes en otros países europeos. Se agrupaba en el Partido Constitucional Demócrata, conocido como KD.
Por otra parte, en el campo, los descontentos se agruparon en el Partido Socialista Revolucionario (SR).
La Revolución de 1905
La crisis económica propició la aparición de huelgas obreras, lo que desencadenó la guerra entre Rusia y Japón en 1904. Japón derrotó a Rusia, lo que provocó el estallido de la revolución de 1905.
En enero de ese año, una manifestación de obreros se dirigió al palacio imperial en busca de protección y justicia, mejoras en las condiciones laborales y libertad e igualdad para todos, provocando centenares de muertos y heridos. Este hecho, conocido como el Domingo Sangriento, desencadenó la revolución.
Las huelgas se extendieron por Rusia y se crearon los primeros Sóviets (consejos de representantes de obreros). El zar Nicolás II aceptó algunas reformas y la oposición comprendió que solo la eliminación del zarismo podía cambiar la situación del país.
La Revolución de Febrero
En 1914, Rusia entró en la Primera Guerra Mundial junto a Francia y Reino Unido, pero Rusia no podía vencer a enemigos tan poderosos como Alemania y Austria-Hungría. El alargamiento de la contienda acabó sumiendo al país en el caos y en la revolución.
A medida que la guerra se prolongaba, el malestar se propagaba entre la población y el prestigio del zar y de su régimen se venían abajo. Las derrotas y el avance del enemigo hicieron cundir el desaliento. Cada vez se acusaba más al zarismo y a Nicolás II de ser los responsables de los desastres.
En 1914, los bolcheviques se habían opuesto a la entrada de Rusia en la guerra. Pero las posturas contrarias aumentaron. A partir de 1915, la oposición liberal y socialista resurgió con fuerza. En el invierno de 1916-1917, el descontento en el ejército y en las ciudades se multiplicó.
En febrero de 1917, se produjeron en Petrogrado manifestaciones espontáneas de protesta, sobre todo de mujeres, a las que se unieron obreros en huelga. La policía se vio impotente para controlar la ciudad. El presidente de la Duma pidió al zar el nombramiento de un nuevo gobierno que contara con la confianza del país. Nicolás II respondió clausurando la Duma.
El 12 de marzo, una parte de las tropas enviadas contra las manifestaciones se unió a la protesta. Los ministros y los mandos militares fueron detenidos y el gobierno dimitió. El vacío creado por la dimisión del Gobierno zarista llevó a formar el llamado Comité Provisional de la Duma. Al mismo tiempo, se creó el Sóviet de Obreros y de Soldados de Petrogrado con la denominación de Comité Ejecutivo Provisional, controlado por los mencheviques.
Surgieron dos poderes: el de la Duma y el del Sóviet de Petrogrado. El día 2 de marzo, estos dos poderes llegaron a un acuerdo para formar un gobierno provisional integrado por miembros del Partido Constitucional Demócrata y presidido por Lvov. Kerensky era el único socialista que formaba parte de él. Los socialistas moderados apoyaron este gobierno. Mientras, Nicolás II abdicó en favor de su hermano, el gran duque Miguel, pero este no aceptó. Rusia se convirtió así en una república.
Los Gobiernos Provisionales (Marzo-Octubre de 1917)
A la desaparición del zarismo le siguieron una serie de gobiernos, de corta duración, cada vez más impopulares. Mientras tanto, los bolcheviques se preparaban para el asalto al poder.
El primer Gobierno provisional se planteó como principal objetivo implantar un régimen democrático. Las primeras decisiones de este gobierno fueron continuar la guerra junto a sus aliados y aprobar una serie de medidas democratizadoras: la convocatoria de una Asamblea Constituyente. Esta asamblea era la que debía definir el nuevo régimen, así como las reformas económicas y sociales que había que emprender.
El gobierno provisional fue aceptado en toda Rusia, pero los grandes problemas quedaron aplazados. Los sucesivos gobiernos provisionales mantuvieron a Rusia en la guerra, lo que provocó su creciente impopularidad. El ejército comenzó a descomponerse. Los mandos militares eran desobedecidos y las deserciones crecían. Los sóviets se convirtieron en un segundo poder, paralelo al del Gobierno.
Los gobiernos provisionales se sucedían y las manifestaciones de protesta volvieron a las calles. Kerensky formó un gobierno con mayoría de mencheviques y del Partido Socialista Revolucionario. Los bolcheviques seguían manteniendo la crítica a estos gobiernos.
La Revolución de Octubre
Lo que comenzó en febrero como una sublevación contra el absolutismo zarista, acabó en la primera revolución socialista del mundo. Rusia pasó de la autocracia al socialismo.
Los bolcheviques formaban un partido con pocos militantes pero muy activos. Su prestigio aumentó entre las clases populares y el número de sus afiliados creció. Lenin había regresado a Rusia desde su exilio en Suiza. Alemania permitió su paso y el de otros dirigentes socialistas.
Después de su llegada, Lenin resumió en las llamadas Tesis de Abril sus ideas sobre el futuro de Rusia: paz inmediata e instauración de un gobierno de los sóviets en sustitución del Gobierno provisional.
El gobierno provisional acabó persiguiendo a los bolcheviques. Lenin huyó a Finlandia y muchos dirigentes fueron detenidos. El verano de 1917, el partido bolchevique presentó su programa revolucionario: fin de la guerra, reparto de la tierra, control obrero sobre la producción y el comercio y nacionalización de la banca y de la gran industria.
El general Kornilov intentó un golpe de fuerza para constituir un nuevo gobierno que asegurase el orden. Kerensky tuvo que reunir todas las fuerzas revolucionarias para derrotar la sublevación.
La degradación de la situación decidió a Lenin a pasar a la acción revolucionaria. Regresó y convenció al Comité Central de su partido de la oportunidad de una insurrección armada para derrotar a Kerensky y tomar el poder. Trotsky era el presidente del Sóviet de la capital y el encargado de la defensa de la ciudad.
El 24-25 de octubre, las tropas y las milicias bolcheviques ocuparon los puntos neurálgicos de Petrogrado. Los ministros, salvo Kerensky, fueron arrestados. Lenin, con la intención de legitimar la insurrección, ofreció el poder al II Congreso de los Sóviets de Rusia, reunido en la capital. Este congreso eligió el nuevo gobierno, denominado Consejo de Comisarios del Pueblo, y a Lenin como su presidente. La revolución bolchevique había triunfado.
El Nuevo Régimen: Las Primeras Medidas
El Consejo de Comisarios del Pueblo promulgó una serie de decretos que pretendían satisfacer las principales reivindicaciones de las clases populares y conseguir su adhesión:
- El decreto sobre el final de la guerra proponía una paz sin anexiones ni indemnizaciones.
- El de la tierra, la expropiaba.
- El de las empresas industriales ponía a las fábricas bajo el control de obreros y empleados.
- El de las nacionalidades declaraba el derecho de los pueblos de Rusia a disponer libremente de su destino.
En 1918 se reunió la Asamblea Constituyente. Para Lenin, la asamblea representaba el modelo político burgués frente a la democracia más profunda, la de los sóviets, y procedió a su disolución. El poder soviético y la dictadura del proletariado se convertían en los pilares básicos de la Rusia bolchevique.
En julio de este año, el Congreso de los Sóviets aprobó la primera Constitución soviética, en la que se declaraba la construcción del socialismo sin clases sociales ni Estado. El primer objetivo del nuevo gobierno fue apartar al país de su participación en la guerra mundial. En diciembre de 1917, se firmó un armisticio con Alemania y Austria-Hungría. La facción más radical, con Trotsky al frente, se pronunciaba a favor de la continuación de la guerra. La presión del ejército alemán forzó al partido bolchevique y al gobierno a aceptar las duras condiciones impuestas por Alemania. La paz se firmó en la ciudad de Brest-Litovsk el 3 de marzo de 1918.
La Guerra Civil y el Comunismo de Guerra
El nuevo régimen se enfrentó a una guerra civil promovida por las fuerzas antirrevolucionarias y por la intervención extranjera. Francia, Reino Unido y Japón querían frenar el contagio revolucionario y castigar al nuevo régimen que había expropiado todas las grandes inversiones de capitales extranjeros. Para ello, aportaron capitales y armas a los ejércitos antirrevolucionarios, conocidos como los blancos, enfrentados a los revolucionarios del Ejército Rojo. Este ejército, dirigido por Trotsky con una rígida disciplina y una notable eficacia, acabó con los ejércitos blancos a finales de 1919.
La creación en 1922 de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). La guerra civil contribuyó a la supresión de todo tipo de oposición política. Millones de rusos murieron de hambre y de enfermedades. El principal problema que tuvo que afrontar el gobierno comunista fue el del abastecimiento. Los campesinos fueron obligados a la entrega de sus cosechas, este hecho creó un ambiente de violencia en las zonas rurales.
Nueva Política Económica (NEP)
Entre 1921 y 1927, la NEP significó un giro radical en la política económica y social de la URSS. La idea fundamental de la NEP era reinstaurar un capitalismo limitado con el fin de reconstruir la economía. La economía se liberalizó en parte, se restableció la libertad de comercio interior, se permitió la existencia de pequeñas empresas privadas en la industria y en los servicios y se autorizó la entrada de capital extranjero. Se introdujeron mejoras en la gestión de las empresas socializadas y se fomentó el cooperativismo en el comercio interior y en el campo. La revitalización de la economía fue inmediata.
La NEP trajo consigo problemas sociales que dividieron al partido comunista. El balance de la NEP fue positivo, ya que restableció las bases económicas y mejoró la producción y las condiciones de vida de la población.
El Periodo Stalinista (1927-1939)
La Sucesión de Lenin
Lenin se retiró del poder a causa de una enfermedad y murió poco después. De esta manera, quedó en manos del Comité Central del partido la elección del nuevo presidente. Dos eran los candidatos: Trotsky (presidente del Sóviet de San Petersburgo y organizador de la Revolución de Octubre, creador del Ejército Rojo) y Stalin (tuvo un papel activo en la revolución de 1905, formó parte del primer gobierno bolchevique y en 1927 controlaba el poder en el partido y en la URSS).
Trotsky insistía en la idea de la revolución mundial, y Stalin defendía la tesis del socialismo en un solo país. La posición de Trotsky se fue debilitando, perdió los cargos y fue detenido y deportado a Siberia. Fue expulsado de la URSS en 1929. En 1940 fue asesinado por un agente de Stalin.
Socialización y Planificación
El periodo entre 1927 y 1939 se caracterizó por la planificación de la economía, la industrialización y la colectivización del campo. La NEP fue abandonada en abril de 1929 y la planificación estatal de la economía fue presentada como la respuesta de la economía socialista frente al liberalismo capitalista.
El I Plan Quinquenal se inició el 1 de octubre de 1928. Sus principales objetivos eran la desaparición del sector privado, la autofinanciación de las grandes inversiones industriales, la formación a gran escala de técnicos y mano de obra especializada y el desarrollo de la industria pesada. Para alcanzar estos objetivos, se movilizó a la población y se obtuvieron unos resultados espectaculares.
El campo constituía uno de los principales problemas del gobierno estalinista. Los kulaks se habían enriquecido y podían ser un peligro por su creciente poder económico. Una serie de medidas pusieron en marcha el proceso de colectivización, que acabó en una guerra abierta con los propietarios agrarios. Stalin consiguió acabar con la propiedad privada. En 1936, las tierras formaban parte de las cooperativas (koljoses) y de las granjas del Estado (sovjoses). La colectivización acabó con los kulaks. Solo la mecanización en la producción cerealista aparece como un logro de este proceso.
El II Plan Quinquenal (1933-1937). Su balance final fue espectacular. Las condiciones de vida mejoraron y la sociedad soviética parecía caminar firme hacia su consolidación.
El III Plan Quinquenal (1938-1942) tuvo que ser modificado para atender las necesidades de la guerra.
Dictadura de Stalin
Stalin instauró un régimen dictatorial y eliminó toda la oposición. La oposición política había sido eliminada y el régimen parecía contar con el apoyo de la mayoría de la población. A partir de 1933 se llevaron a cabo depuraciones internas dentro del partido. Cualquier crítica se convertía en un complot que había que erradicar.
Tres grandes oleadas resumen la represión estalinista. Las dos primeras, en 1933 y 1934, depuraron el partido con la expulsión de una parte importante de sus militantes. La tercera oleada fue entre 1936 y 1938, en los llamados Procesos de Moscú, fueron juzgados y ejecutados la mayoría de los antiguos dirigentes bolcheviques y otros dirigentes del partido y oficiales del ejército.
Como consecuencia de estas medidas, surgió un nuevo partido comunista sometido a la voluntad de Stalin. El poder soviético se había consolidado y el partido comunista dominaba todos los aspectos de la vida de la URSS. La propiedad privada había sido abolida y la interpretación soviética del marxismo se había hecho realidad. El país se había industrializado y las ciudades habían crecido de forma considerable. La URSS se había convertido en una potencia económica mundial.
El Papel de la URSS en el Mundo
Tras la Revolución de Octubre de 1917, las sociedades liberales y capitalistas se sintieron amenazadas ante el auge del movimiento obrero. La revolución provocó el entusiasmo de las clases trabajadoras que veían el comienzo del fin del capitalismo. Los comunistas rusos eran inicialmente internacionalistas y confiaban en una rápida expansión mundial de la revolución.
A partir de 1920, la URSS consiguió romper el cerco internacional y entablar relaciones internacionales. Pero fue considerada por las potencias fascistas como el mayor enemigo político e ideológico.
La III Internacional
Los nuevos gobernantes rusos deseaban impulsar la revolución fuera de sus fronteras por medio de una nueva organización que sustituyera a la Internacional Socialista. Para conseguirlo, se creó en Moscú la III Internacional, conocida también como Komintern o Internacional Comunista.
La III Internacional siguió siempre la política exterior soviética y mantuvo la expansión del modelo de la URSS por todo el mundo. Esta Internacional trajo consigo una nueva división del movimiento obrero. Las considerables discrepancias entre los dos sectores del movimiento obrero, comunistas y socialistas, provocaron su debilitamiento. La amenaza del fascismo propició la formación de una oposición unida, junto con partidos democráticos progresistas, en los Frentes Populares. La III Internacional fue disuelta por Stalin en mayo de 1943.