La Segunda República Española: de la Esperanza al Desastre

1. Implantación de la Segunda República Española

1.1. Situación en España

Alfonso XIII, con el objetivo de restablecer la democracia, nombra un gobierno provisional presidido por Berenguer. Su misión era convocar elecciones a Cortes. Sin embargo, los partidos contrarios a la monarquía, a quienes culpaban de la dictadura de Primo de Rivera, se unieron para proclamar la República.

Con el objetivo de redactar una Constitución Republicana y otorgar la autonomía a Cataluña, firmaron el Pacto de San Sebastián (1930). Este pacto buscaba presionar al gobierno para que se convocaran elecciones municipales antes que las generales. La presión tuvo éxito, provocando la dimisión de Berenguer y el nombramiento del Almirante Aznar como su sucesor. Aunque los partidos republicanos ganaron en las grandes ciudades, el número total de concejales favorecía a los monárquicos. A pesar de ello, el 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República. El Rey aceptó la situación y marchó al exilio.

Los líderes del Pacto de San Sebastián, Largo Caballero (PSOE), Lerroux (Partido Radical), Azaña (Izquierda Republicana) y Alcalá Zamora como presidente, formaron un gobierno provisional. En Cataluña, Francesc Macià aprovechó la situación para proclamar el Estado Catalán, el cual fue reconocido por el gobierno provisional estableciéndose la Generalitat como gobierno catalán.

La llegada de la República generó una mezcla de esperanza y temor entre la población. Mientras algunos veían en ella la solución a los problemas de España y la posibilidad de reformas necesarias, otros temían las consecuencias de este nuevo régimen. Además, la República debía afrontar la crisis internacional que agravaba el paro en España. La imposibilidad de exportar productos generaba escasez de dinero y el cierre de fronteras a la emigración por la falta de trabajo en el exterior agravaba la situación.

Las primeras medidas del Gobierno Provisional se centraron en controlar los puestos de poder, destituyendo a los monárquicos. Se aprobaron leyes para preparar las elecciones a Cortes, se decretó una amnistía general para los presos políticos y se estableció una nueva ley electoral que otorgaba el derecho a voto a todos los españoles mayores de 23 años para elegir las Cortes Constituyentes. Las elecciones se celebraron en junio.

Durante el periodo entre la proclamación de la República y las elecciones, surgieron los primeros problemas para el gobierno republicano:

  • Problemas de orden público: se produjeron quemas y saqueos de conventos e iglesias ante la pasividad del gobierno.
  • Huelgas: se convocaron huelgas en toda España que acabaron con actos violentos.

El gobierno se vio obligado a intervenir creando las Guardias de Asalto, una policía para actuar en las ciudades. En las elecciones de junio, los partidos más votados fueron los de centro izquierda: PSOE, Partido Radical y, en Cataluña, Esquerra Republicana.

2. La Constitución de 1931

Para agilizar el proceso, se buscó una Constitución de consenso. Se elaboró un borrador que fue estudiado por un comité jurídico y una comisión de diputados. La Constitución, influenciada por la alemana de la época (Constitución de Weimar), se aprobó en diciembre de 1931. Sus características principales eran:

  • Definía a España como una República Democrática de trabajadores de toda clase.
  • Establecía la soberanía popular: los poderes de todos los órganos del Estado emanaban del pueblo.
  • Definía al Estado Español como laico.
  • Reconocía la unidad de España pero admitía la posibilidad de autonomías.
  • Abría el camino para el sufragio femenino.
  • Garantizaba libertades como la religiosa, reconocía el matrimonio civil y el divorcio.
  • Establecía el control estatal de la enseñanza y prohibía a la Iglesia impartir clases.
  • Establecía la división de poderes: ejecutivo (gobierno compuesto por ministros y el presidente del gobierno), legislativo (Cortes) y judicial (jueces y tribunales de justicia). El presidente del Tribunal Supremo gobernaba a los jueces. Se creó un nuevo tribunal, el de Garantías Constitucionales, para resolver conflictos entre el Estado y las instituciones.
  • Dividía España en provincias y municipios, y abría el camino a las autonomías.
  • Establecía la figura del Presidente de la República como Jefe del Estado, elegido por los Diputados de las Cortes y representantes de los españoles. Tenía amplios poderes y era elegido por un periodo de 6 años.

3. El Gobierno Constitucional

Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República y Manuel Azaña presidente del gobierno. Se iniciaron una serie de reformas:

3.1. Reformas

  • Agraria: se consideraba una reforma fundamental para España. Se inició un proceso de expropiación remunerada de latifundios para repartirlos entre los jornaleros a través del IRA. Sin embargo, la realidad fue que se expropiaron y repartieron pocas tierras debido a la falta de recursos económicos del Estado. Se obligó a los propietarios de latifundios a explotar las tierras y contratar jornaleros del mismo municipio.
  • Laboral: en 1931 se estableció la jornada laboral de 8 horas y la obligación de fijar salarios mediante convenios colectivos.
  • Militar: Azaña buscó reducir el número de oficiales en el ejército. Se retiraron oficiales manteniendo su sueldo y se eliminó el ascenso por méritos de guerra, estableciéndose el ascenso por antigüedad. Se cerró la Academia General Militar de Zaragoza.
  • Autonomías: varias regiones solicitaron su autonomía. Cataluña la obtuvo en 1932 con la Generalitat como gobierno y Macià como presidente, siendo sustituido posteriormente por Companys. El País Vasco también la solicitó, pero no se concedió hasta 1936 debido a la oposición de algunos sectores vascos y del Partido Republicano a que el Partido Nacionalista Vasco gobernara en la región.
  • Iglesia: se separó la Iglesia del Estado y se consideraron a las órdenes religiosas como simples asociaciones. Se prohibió a la Iglesia la enseñanza.
  • Educativa: la enseñanza pasó a ser pública. Se impulsó la cultura entre la población a través de las misiones pedagógicas, grupos de voluntarios que enseñaban en los pueblos.

Las reformas generaron oposición en algunos sectores de la sociedad. La Ley Agraria provocó el descontento entre los propietarios de tierras expropiadas y los jornaleros que recibieron menos tierras de las prometidas. La CNT y el PCE aprovecharon este descontento para organizar revueltas. También hubo oposición entre los militares, lo que llevó al general Sanjurjo a intentar un golpe de Estado en 1932 que fracasó, teniendo que exiliarse. La Iglesia y gran parte de la población católica también mostraron su rechazo a las reformas.

La reacción contra el gobierno se canalizó a través de la derecha, que aglutinó a sus partidos para presentarse juntos a las elecciones bajo el nombre de CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas). También surgió un partido monárquico, Renovación Española, liderado por Calvo Sotelo. En 1933, el enfrentamiento entre la Guardia Civil y jornaleros en Casas Viejas provocó la dimisión de Azaña y la convocatoria de elecciones.

4. El Gobierno de la CEDA

La CEDA, un partido republicano de derechas y católico, tenía su origen en Acción Popular, fundado por Ángel Herrera Oria. Varios partidos con las mismas ideas se unieron a la CEDA para las elecciones, liderados por José María Gil Robles. Su programa se basaba en paralizar o revertir las reformas del gobierno republicano y restablecer las relaciones con la Iglesia.

La CEDA y el Partido Radical de Lerroux, un partido moderado y antimarxista, fueron los más votados. Gobernaron juntos hasta febrero de 1936 con Lerroux como presidente. Este gobierno paralizó las reformas, decretó la amnistía para los militares del golpe de Estado de 1932 y provocó el descontento entre la población. La UGT y el PSOE aprovecharon la situación para intentar derrocar al gobierno.

En el verano de 1934, los líderes del PSOE y la UGT intentaron promover una huelga revolucionaria en Extremadura y Andalucía que fracasó. Sin embargo, en Asturias, la UHP (Unión de Hermanos Proletarios), una alianza entre la UGT y la CNT, logró movilizar a mineros y obreros en octubre de 1934. La huelga se convirtió en un levantamiento armado que controló gran parte de Asturias. El gobierno, con el apoyo del ejército y liderado por el general Franco, logró sofocar la revuelta.

Tras la Revolución de Asturias, el gobierno se encontraba en su mejor momento, con el apoyo del ejército. Sin embargo, el caso de corrupción del Straperlo provocó la dimisión de Lerroux y la convocatoria de elecciones para febrero de 1936. La CEDA, los partidos de derecha, una coalición de partidos de izquierda liderada por Dolores Ibárruri»La Pasionari» y el Frente Popular se presentaron a las elecciones.

5. El Frente Popular y el camino hacia la Guerra Civil

El Frente Popular, que proponía continuar con las reformas, ganó las elecciones de febrero de 1936. Su victoria generó temor entre algunos sectores de la población que veían en ellos la posibilidad de un régimen comunista similar al de la URSS. La CNT, que apoyaba al Frente Popular, también generaba recelo. Los desórdenes públicos contribuyeron a aumentar la tensión social.

Se produjo una radicalización de las posturas políticas. En la izquierda, el PSOE y el PCE se convirtieron en los partidos más radicales, mientras que en la derecha la Falange Española ganaba terreno. El gobierno no lograba controlar la situación y dentro del ejército se empezó a gestar un golpe de Estado. La UNE (Unión Militar Española), una asociación secreta liderada por Mola, buscaba derrocar al gobierno e instaurar una dictadura militar con Sanjurjo a la cabeza. Los militares contaban con el apoyo de los tradicionalistas y la Falange Española.

El golpe de Estado, previsto inicialmente para abril de 1936, se retrasó hasta julio con el asesinato de Calvo Sotelo como detonante. El golpe se inició en Marruecos y se extendió al resto de España. El fracaso del golpe de Estado desencadenó la Guerra Civil Española.

6. La Edad de Plata de la cultura española

El periodo comprendido entre 1898 y 1936 se conoce como la Edad de Plata de la cultura española. A pesar del alto índice de analfabetismo, surgieron grandes figuras en todos los ámbitos culturales. Se pueden distinguir varias generaciones:

  • Generación del 98: escritores que reflexionaron sobre la crisis de España, con un lenguaje claro y directo. Destacaron autores como Miguel de Unamuno, Antonio Machado y Pío Baroja.
  • Modernismo: movimiento artístico y literario en conexión con las corrientes europeas, con especial fuerza en Cataluña. Destacaron el poeta Rubén Darío y el arquitecto Antoni Gaudí. También destacaron figuras como Santiago Ramón y Cajal en el ámbito científico.
  • Generación del 14: destacaron por su crítica social y humorística, como Ramón Gómez de la Serna, y por su crítica social más seria, como José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón.
  • Generación del 27: destacaron en la poesía autores como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Juan Ramón Jiménez y Miguel Hernández. En la pintura, destacaron Pablo Picasso y Salvador Dalí, y en la música, Manuel de Falla.

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