1. Crisis de 1917
Los conservadores gobernaron de manera autoritaria. La coyuntura económica provocó movimientos de protesta y una fuerte oposición política, lo que llevó a la dimisión del gobierno. Este clima de tensión desembocó en un enfrentamiento entre militares y el gobierno, apoyado por los sindicatos (CNT y UGT), que convocaron una huelga general. Todo esto condujo a un grave deterioro político y social.
2. Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
En 1923, Miguel Primo de Rivera, con el apoyo de políticos conservadores, protagonizó un golpe de estado que instauró una dictadura militar inspirada en el fascismo. El golpe se justificó argumentando que el sistema político no garantizaba el orden social ni frenaba la revolución social. El nuevo régimen suspendió la Constitución, disolvió el Parlamento y prohibió los partidos políticos y los sindicatos. También se suprimió la Mancomunidad de Cataluña y se llevó a cabo una fuerte represión contra intelectuales y profesores. La dictadura se mantuvo gracias a una coyuntura internacional favorable y al fin del conflicto marroquí. Sin embargo, después de 1929, la oposición a la dictadura aumentó. Ante la falta de apoyos, el dictador dimitió en 1930 y el general Dámaso Berenguer fue nombrado jefe del gobierno.
3. Constitución de 1931
La Constitución de 1931 reconoció el sufragio universal masculino y femenino. Proclamó la aconfesionalidad del Estado, aunque se respetaban los cultos y las creencias religiosas. Presentaba una declaración de derechos individuales y libertades públicas y privadas, reconocía el derecho a la propiedad privada, pero facultaba al gobierno para expropiar bienes de utilidad pública. El poder legislativo residía en las Cortes (unicamerales), el poder ejecutivo en el Consejo de Ministros y el presidente de la República, y se establecía la independencia del poder judicial. El Estado se configuraba de forma integral, aceptando la posibilidad de constituir gobiernos autónomos. Aprobada la Constitución, Niceto Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República y Manuel Azaña presidió el gobierno formado por republicanos, socialistas y nacionalistas.
4. Reformas Republicanas
Durante dos años, los gobiernos republicanos se dedicaron a reformar el país en un sentido democrático, laico y descentralizado. Pretendían dar solución a graves problemas, con el objetivo de modernizar la economía y la sociedad española.
4.1 Reforma Militar
Manuel Azaña impulsó una reforma del ejército, considerado atrasado tecnológicamente y con graves problemas en la relación entre mandos y tropa. Se elaboró una ley de retiros que posibilitó la jubilación de casi la mitad de los oficiales. Se sometió al ejército al poder civil, se redujo el número de capitanías generales, se disolvió la Academia Militar de Zaragoza y se sustituyeron mandos del ejército por oficiales republicanos.
4.2 Reforma Religiosa y Educativa
Se intentó disminuir el peso de la Iglesia Católica y su influencia en la educación. Se separó la Iglesia del Estado, lo que conllevó la abolición del presupuesto de culto y clero, se prohibió la enseñanza a las órdenes religiosas y se disolvió la Compañía de Jesús. Se introdujeron el matrimonio y el entierro civiles y se elaboró una ley de divorcio. Para promover la educación laica, el Estado asumió la responsabilidad de la escuela pública, realizando grandes inversiones en construcciones escolares y en la formación del profesorado.
4.3 Reforma Territorial
Se inició un proceso de descentralización del Estado, con la posibilidad de elaborar estatutos de autonomía y formar gobiernos autónomos. En Cataluña, el gobierno provisional de la Generalitat redactó un estatuto de autonomía que fue aprobado en Cortes en 1932. En el País Vasco, el estatuto se aprobó en 1936. Galicia inició el proceso, pero fue frenado por la Guerra Civil.
4.4 Reforma Agraria
Se abordó el problema del latifundismo. Existían muchos jornaleros sin tierras en una situación de extrema miseria, mientras que la propiedad estaba en manos de unos pocos terratenientes. La Ley de Reforma Agraria de 1932 declaró expropiables las tierras sin cultivar, lo que permitió distribuirlas entre campesinos sin tierras. El Instituto de Reforma Agraria (IRA) se encargó de indemnizar a los propietarios y facilitar el asentamiento de las familias campesinas. Esta reforma pretendía acabar con la»reconquista medieva», un sistema de explotación latifundista que se daba sobre todo en el sur de España, donde la estructura de grandes propiedades trabajadas por campesinos pobres generaba una muy baja productividad debido al atraso tecnológico.
4.5 Otras Reformas
Se impulsaron medidas para la modernización de la industria, los servicios y las infraestructuras.
5. Causas de la Guerra Civil
5.1 Desigualdad Social
Las desamortizaciones del siglo XIX no habían conseguido acabar con la desigualdad social en el campo. La estructura de la propiedad privada de la tierra había creado una situación de gran injusticia, con una minoría (oligarquía) que dominaba la tierra, el capital, la industria y el comercio, frente a una gran mayoría de la población que vivía en la pobreza. La falta de una clase media sólida que diera estabilidad política y estimulara el sector industrial y de servicios agravaba la situación. Si bien existía una clase media, era débil cuantitativamente en comparación con la de otros países de Europa Occidental. Este contexto propiciaba la polarización y el radicalismo social.
5.2 Radicalización Ideológica
Existía en la sociedad y la política española una fuerte radicalización ideológica. El escenario político estaba marcado por el enfrentamiento entre una extrema derecha (fascista) y una extrema izquierda (socialista, anarquista) que generaba un clima de violencia y enfrentamiento social insoportable. Esta polarización ideológica era un fenómeno que se daba también en otros países de Europa.
5.3 Causa Inmediata: La Sublevación Militar
La sublevación militar del 18 de julio de 1936 fue la causa inmediata que desencadenó la Guerra Civil. El golpe militar dividió rápidamente a España en dos bandos y dos zonas perfectamente delimitadas.
6. La Internacionalización del Conflicto
La situación política europea era muy tensa y la Guerra Civil Española alcanzó rápidamente una gran repercusión internacional. El conflicto fue visto como un enfrentamiento entre demócratas y fascistas. Los militares sublevados recibieron ayuda militar de la Alemania nazi y la Italia fascista, así como el apoyo de voluntarios portugueses. Francia y Gran Bretaña, por su parte, optaron por una política de»no intervenció» y no ayudaron a la República, aunque sí lo hizo la Unión Soviética. La solidaridad internacional con la República se plasmó en la llegada de voluntarios de todo el mundo que formaron las Brigadas Internacionales. La ayuda extranjera recibida por Franco, rápida y eficaz, y su capacidad para disciplinar a las tropas fueron factores decisivos en la victoria final del bando sublevado.
7. Evolución Bélica
El objetivo inicial de los sublevados era la conquista rápida de Madrid. Sin embargo, la resistencia del gobierno republicano y la población madrileña frustró sus planes. La guerra se convirtió en un largo y cruento conflicto con diferentes frentes, en los que predominó la guerra de trincheras. Entre las batallas más importantes destaca la del Ebro, que supuso una dura derrota para el ejército republicano. Al final de la guerra, el gobierno de Juan Negrín, incapaz de resistir el avance de las tropas franquistas, se vio obligado a abandonar España. El coronel Segismundo Casado protagonizó un golpe de estado dentro del bando republicano y firmó la paz con Franco el 28 de marzo de 1939. La derrota republicana provocó un éxodo masivo de personas hacia Francia. Se calcula que la Guerra Civil Española causó la muerte de un millón de personas, entre combatientes y civiles, a las que hay que sumar las víctimas de la represión franquista en la posguerra.