La Segunda República Española: Un Régimen Democrático Efugaz

Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

Antecedentes

Alfonso XIII reinó durante un periodo de sucesivos gobiernos que provocaron inestabilidad en España. Se intentó reformar el sistema con el “Regeneracionismo”, impulsado por Maura y Canalejas, pero sucesos como la Semana Trágica de Barcelona en 1909, la Primera Guerra Mundial, la crisis de 1917, la conflictividad social, el Desastre de Annual y el auge de los movimientos obreros, incitaron el golpe de estado.

Golpe de Estado de 1923

El 12 de septiembre, Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, se sublevó contra el Gobierno y triunfó gracias al apoyo de Alfonso XIII. Estableció una férrea dictadura militar, declaró el estado de guerra, disolvió las garantías constitucionales y las Cortes, prohibió las críticas a la dictadura (censura de prensa) y eliminó el régimen constitucional.

Bases Políticas

Se formó un partido único, la Unión Patriótica, para unificar a los grupos que apoyaron el golpe. Se pretendía eliminar el caciquismo y fomentar el nacionalismo español, intentando restablecer el orden ciudadano. La oligarquía terrateniente dominó la vida económica y social. Un gran éxito fue poner fin a la guerra de Marruecos: en 1925, Abd el-Krim invadió la zona del protectorado francés, pero en 1926 la devolvió, lo que reportó popularidad a Rivera y al ejército.

Directorio Militar (1923-1925)

Se aprobó el Estatuto Municipal en 1924 para aumentar la autonomía de los municipios (aunque fue poco efectivo). En Cataluña, se prohibió el himno, la bandera, el idioma y las manifestaciones del catalanismo. Destaca el Desembarco de Alhucemas (Marruecos).

Directorio Civil (1925-1930)

Se intentó institucionalizar el régimen con la Asamblea Nacional Consultiva, que elaboró una constitución (que no entró en vigor). Se aprobaron leyes de trabajadores, accidentes y subsidios. Se creó la Organización Corporativa del Trabajo, un sindicato que regulaba los convenios.

Política Económica

Entre 1918 y 1923 hubo una crisis económica: menos producción, bajada de salarios, cierre de fábricas y aumento del paro, lo que propició el golpe de estado. Entre 1924 y 1929, gracias a la ayuda americana, aumentó la producción industrial con mayor inversión en infraestructura e industria (menos en agricultura). Aumentaron los puestos de trabajo, se implementó un plan de carreteras, se fundó la RENFE y los monopolios de CAMPSA y Telefónica, y se crearon las Confederaciones Hidrográficas para regular los regadíos. Hubo pocos conflictos sociales. Se realizaron inversiones para el futuro que supusieron un despilfarro y un endeudamiento que pagaron los gobiernos republicanos posteriores.

Oposiciones

La dictadura contaba con numerosos apoyos, pero no todos estaban a favor. Liberales y conservadores querían la constitución, los republicanos se organizaron, al igual que la izquierda obrera y los intelectuales. Había descontento en el ejército por el injusto sistema de ascensos. La FUE (Federación Universitaria Escolar) protagonizó muchas protestas. El Crack de la Bolsa de Wall Street de 1929 impactó en España y la peseta se devaluó. Finalmente, Alfonso XIII, el 27 de enero de 1930, aceptó la dimisión de Rivera.

Evolución

Alfonso XIII nombró jefe de gobierno al general Berenguer, quien restableció la constitución (dictablanda). Las oposiciones provocaron su dimisión. El almirante Aznar convocó elecciones el 12 de abril, que dieron la victoria a los republicanos, la abdicación del rey y la proclamación de la Segunda República.

Racionalismo

Escuela filosófica desarrollada en los siglos XVII y XVIII. Sus máximos representantes fueron Descartes, Leibniz y Spinoza. Influenciada por la filosofía platónica y la mayéutica socrática. Al contrario que el empirismo, el racionalismo defiende que para entender la ciencia se debe utilizar la razón, desconfiando del conocimiento por vía sensible, ya que puede engañar. Apoya el conocimiento a priori y la existencia de ideas innatas que el sujeto tiene desde que nace. Utiliza la introspección como método de conocimiento, buscando una verdad innegable. Descartes, en su Discurso del método, afirma que la verdad es la existencia del sujeto pensante: “Cogito ergo sum”.

Empirismo

Escuela filosófica de los siglos XVI-XVIII desarrollada en las islas británicas. Destacan: Hume, Bacon, Berkeley y Locke. Al contrario que el racionalismo, el empirismo defiende que todo conocimiento procede de los sentidos, es decir, de la experiencia sensible. Afirma que el ser humano nace sin conocimiento y que la experiencia sensible le irá dando conocimiento al sujeto a posteriori. Hume, por ejemplo, dice que las ideas son copias atenuadas de lo captado por los sentidos. El empirismo tiene su origen en la filosofía de Aristóteles y utiliza el término griego empeiria, que significa “conocimiento derivado de la experiencia”.

Idealismo

Corriente filosófica presente en toda la historia de la filosofía. Defiende “el pensar sobre el ser”, es decir, que la realidad material tiene un carácter lógico. Su máximo desarrollo se dio en la escuela alemana de los siglos XVIII y XIX. Sus representantes fueron: Kant (trascendental), Fichte (subjetivo), Schelling (objetivo) y Hegel (absoluto). El idealismo hegeliano afirma que la historia es el desarrollo de una idea. La inversión de Marx de este planteamiento, es decir, que el pensamiento es efecto de los procesos materiales, da origen al materialismo histórico. La historia de la filosofía es un constante enfrentamiento.

La Segunda República: Un Régimen Democrático

En 1931 se convocaron elecciones municipales que dieron el triunfo a las candidaturas republicanas en casi todas las capitales de provincia, por lo que los republicanos consideraron que su éxito en las grandes capitales era el triunfo definitivo. Conocido el resultado, Alfonso XIII se exilió y se formó un gobierno provisional que proclamó la Segunda República el 14 de abril de 1931, de forma pacífica.

El Gobierno Provisional y la Constitución de 1931

El nuevo gobierno, integrado por los partidos que habían firmado el Pacto de San Sebastián, fue presidido por Niceto Alcalá-Zamora. Inmediatamente, el gobierno inició una serie de reformas y convocó elecciones a Cortes Constituyentes. Las Cortes elaboraron la Constitución de 1931, que implantaba un régimen democrático en el que todos los partidos podían estar representados. Sus principales novedades eran:

  • El reconocimiento amplio de las libertades individuales y también el derecho al divorcio.
  • El sufragio universal sin distinción de sexos.
  • El estado aconfesional sin religión oficial.
  • La organización territorial descentralizada en la que se reconocía la posibilidad de crear comunidades autónomas.
  • La importancia del bienestar social que permitía que el gobierno expropiara bienes considerados de utilidad pública y animaba a potenciar la enseñanza pública.

Esta constitución fue la primera plenamente democrática en España, pero nació condicionada por no haber un amplio consenso. Esto supuso que parte del país no se identificase con el nuevo régimen. El ambiente se crispó, por lo que hubo incidentes callejeros con desmanes anticlericales y comenzaron las conspiraciones contra la República. Los republicanos de derechas dejaron el gobierno por el descontento con los artículos de la constitución relativos a la religión. Alcalá-Zamora pasó a presidir la República y Manuel Azaña fue designado presidente del gobierno.

El Bienio Reformista (1931-1933)

Las Reformas

Entre 1931 y 1933, Azaña fue presidente del gobierno y continuó la labor reformista con las cuestiones pendientes del siglo anterior:

  • La reforma agraria: pretendía transformar la estructura agraria española para mejorar la producción agraria y la vida de los campesinos. Para ello, se preveía la expropiación de latifundios sin cultivar y el reparto de las tierras entre los jornaleros. El organismo encargado fue el Instituto de Reformas Agrarias (IRA).
  • Se concedió la autonomía a Cataluña con la aprobación del Estatuto de Nuria en 1932 y la creación de la Generalitat.
  • La reforma militar: era fundamental dada la influencia política que tenía el ejército.
  • Las reformas laborales: establecieron salarios mínimos y seguros de accidentes.
  • La reforma educativa: se pensaba que la educación era la vía para la mejora social.
  • Se regularon el matrimonio civil y el divorcio.

La Oposición a las Reformas

El gobierno encontró la oposición de los grandes propietarios de tierras, de las altas jerarquías de la Iglesia y del ejército, que consideraban demasiado radicales las reformas. En agosto de 1932 tuvo lugar un intento de golpe de Estado dirigido por el general Sanjurjo en Sevilla, que fracasó. Los anarquistas protagonizaron levantamientos y ocupaciones de fincas por el descontento con la lentitud de la aplicación de la reforma agraria. En la localidad de Casas Viejas (Cádiz) hubo un levantamiento campesino en enero de 1933 que se saldó con varios muertos. En septiembre de 1932, ante el agravamiento de la crisis económica y la creciente impopularidad del gobierno, Azaña presentó su dimisión y se convocaron nuevas elecciones. En ellas, la derecha acudió unida en un bloque llamado CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), un partido católico dirigido por José María Gil-Robles.

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