El 22 de Noviembre de 1975, dos días después de la muerte del dictador, Juan Carlos I iniciaba su reinado jurando fidelidad a las Leyes Fundamentales. Ni la oposición democrática ni los herederos del franquismo confiaban en él. No obstante, la monarquía se convirtió en garante de una transición política que los españoles identificaron como libertad, paz, concordia y futuro. En las décadas que transcurren entre 1979 y 2000, se asiste a la extinción de UCD, al ascenso del PSOE y a la llegada al poder del PP. Durante este tiempo, en el que se ha producido la incorporación de España a la UE, los cambios económicos, sociales y culturales han transformado notablemente el país.
El rey confirmó a Carlos Arias Navarro como presidente del primer gobierno de la monarquía, pero su programa político expuesto en las Cortes en Enero de 1976 enfrió las expectativas.
El proyecto más importante del gobierno, la Ley de Reforma de la Ley Constitutiva de las Cortes y otras leyes Fundamentales, cuyo fin era aumentar la participación política, quedó en las Cortes sin aprobar. Sí que lo fue el Proyecto de Ley de Asociaciones pero no entró en vigor al ser incompatible con el código penal. Solo se promulgó una limitada Ley Reguladora de Reuníón.
El gobierno de Arias vivíó unos meses muy difíciles y conflictivos, la oposición definíó un programa común para todas las fuerzas antifranquistas. Con esta orientación, los organismos unitarios creados en la etapa final del franquismo se unieron en la llamada Coordinación Democrática.
Las fuerzas antifranquistas también promovieron movilizaciones populares. Hay que situar en este contexto el asesinato de estudiantes en las manifestaciones, los graves sucesos de Montejurra en Mayo de 1976 y el aumento de atentados de ETA y GRAPO.
Las relaciones entre el presidente del gobierno y el monarca fueron tensas. El rey temíó perder la iniciativa política así que forzó la dimisión de Arias Navarro en el 76.
El rey nombró a Adolfo Suárez presidente del
gobierno. Fernández Miranda jugó un importante papel en su elección. Buena parte de los ministros procedían de la ACNP.
Uno de los proyectos más importantes de Adolfo Suárez fue la Ley para la Reforma Política (LRP), redactada por Fernández Miranda y aprobada por las Cortes. Su objetivo era recuperar la soberanía popular, establecer Cortes cuyos miembros fueran elegidos por sufragio universal, elaborar una Constitución e iniciar reformas políticas.
El texto fue sometido a referéndum y entró en vigor el 4 de Enero de 1977 con dos objetivos: el restablecimiento de las libertades y la convocatoria de elecciones democráticas. A partir de Enero de 1977, la discusión se centró en la legalización de los partidos que debían presentarse a las elecciones. La duda era si debía legalizarse o no al partido comunista español PCE. El gobierno legalizó hasta 78 partidos, y también al PCE en Semana Santa:
AP (Alianza popular)
UCD ( Uníón de centro democrática)
PSOE
PCE
Partidos Nacionalistas.
En Junio de 1977 tuvieron lugar las primeras elecciones democráticas desde 1936. La actividad política a mediados de 1977 fue intensa. UCD consiguió el mayor número de votos, seguido del PSOE, PCE y AP. El resultado reveló un bipartidismo imperfecto con una clara inclinación hacia el centro. Al no contar UCD con mayoría absoluta en el Congreso, el presidente tuvo que consensuar las reformas con el resto de partidos políticos.El rey confirmó como presidente de gobierno a Suárez.
Tareas del gobierno:
La primera tarea de las nuevas Cortes debía ser la elaboración de una constitución.
La Comisión de Asuntos Constitucionales del Congreso designó a siete miembros para elaborar el texto constitucional. Este texto pasó al pleno del Congreso primero y del Senado después. Ambas cámaras aprobaron el texto constitucional.
El documento se sometíó a referéndum el 6 de Diciembre de 1978 y fue aprobado por el 87 % de los votantes. Más tarde fue firmado por el rey y publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Poco después se procedía a la disolución de las Cortes y a la convocatoria de nuevas elecciones generales y municipales.
La constitución recogía 169 artículos. En el Título Preliminar se definía a España como un Estado social y democrático que propugnaba como valores superiores la libertad, la justicia y el pluralismo político; se proclamaba que la soberanía nacional residía en el pueblo, cuya forma política es la monarquía parlamentaria; y reconocía y protegía el derecho a la autonomía. La constitución:
Garantizaba los derechos humanos; la libertad de enseñanza, de mercado, religiosa e ideológica; y la igualdad de todos los españoles ante la ley.
Abolía la pena de muerte, excepto en aspectos concretos de la jurisdicción militar.
Establecía la aconfesionalidad del Estado.
Fijaba la mayoría de edad a los 18 años.
Protegía las libertades y derechos por el Defensor del Pueblo, el Tribunal Constitucional y el poder judicial.
Separaba los tres poderes:
Legislativo. Recae en las Cortes, que son bicamerales, formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado. Ambas, elegidas por sufragio universal directo y secreto, elaboraron las leyes.
Ejecutivo. El gobierno dirige la política interior y exterior de España. Tiene potestad de presentar proyectos de leyes a las Cortes, las cuales controlan al ejecutivo a través de la investidura y de las mociones de censura.
udicial. Constituido por jueces y magistrados, administra la justicia.
Durante los años de la dictadura, el Estado español fue centralista y prohibíó las peculiaridades regionales. Al iniciarse la transición hubo numerosas manifestaciones reclamando el reconocimiento de los nacionalismos catalán, vasco y gallego.
De acuerdo con la Ley para la Reforma Política, Suárez inició en 1977 el proceso preautonómico y de descentralización del Estado de todas las regiones que lo solicitasen.
El primer paso se dio en Cataluña, seguido del País Vasco.
En Marzo de 1980, Cataluña y el País Vasco celebraron sus primeras elecciones autonómicas.
El proceso iniciado en 1977 se recogíó en la constitución, concretamente en el título VIII.
La constitución contemplaba dos vías de acceso autonómico:
Una rápida, para las nacionalidades históricas (Cataluña, País Vasco y Galicia), que permitía alcanzar un mayor autogobierno y acceder a ella el resto de autonomías. Este fue el caso de Andalucía, que recurríó al referéndum para tener los mismos derechos que las nacionalidades históricas.
Una vía más lenta, diseñada para el resto de regiones, como la Comunidad Valenciana y Canarias.
En esta etapa, el proceso autonómico estuvo condicionado por la LOAPA (Ley de Ordenación y Armonización del Proceso Autonómico)
El proceso autonómico proporciónó un nuevo mapa político-administrativo de España, que pasó a contar con 17 Comunidades Autónomas entre 1977 y 1983, más las ciudades de Ceuta y Melilla (1995). Había nacido el Estado de las autonomías, que apostaba por la igualdad entre los privilegios y cerraba el paso a cualquier posibilidad de confederación entre Comunidades.
Las primeras tareas del gobierno estuvieron acompañadas de protestas continuas. Los pactos de la Moncloa fueron la respuesta a estas tensiones sociales, al terrorismo y a la crisis económica. Se firmaron en Octubre de 1977 y se centraron en dos grandes objetivos:
La reforma y el saneamiento de la economía y aspectos para la actuación jurídico-política (todo ello fruto del consenso). Algunas de esas actuaciones son: La reforma del código penal, reducción de la inflación y del déficit, reforma de la seguridad social, etc…
Los resultados de las elecciones de 1979 fueron similares a los de 1977. Suárez formó un gobierno en minoría.
La falta de cohesión de UCD dificultó la labor de Suárez. Los gobiernos de Suárez afrontaron graves problemas:
La crisis económica, que se fue agravando desde 1979 por el encarecimiento del petróleo.
El proceso autonómico, que elevó las demandas y provocó fuertes tensiones en la UCD y el gobierno.
El terrorismo.
Estos problemas se agudizaron tras los resultados obtenidos en las elecciones de Cataluña, de País Vasco y de Galicia. La oposición del PSOE aprovechó la crisis del partido para plantear una moción de censura contra el gobierno en Mayo de 1980.
Aunque no prosperó, Suárez salíó debilitado mientras Felipe González se reforzaba como posible alternativa de gobierno. Suárez finalmente dimite el 29 de Enero de 1981.
A principios de Febrero de 1981, UCD celebró un congreso para designar al sucesor de Adolfo Suárez. La elección recayó en el vicepresidente Leopoldo Calvo Sotelo, pero algunos militares organizaron un Golpe de Estado para acabar con la transición y llegar a la democracia.
El 23 de Febrero, mientras se celebraba la investidura del nuevo presidente, un grupo de guardias civiles, al mando del teniente coronel Tejero, asaltaron el Congreso de los Diputados. En Valencia, el capitán general Milans del Bosh declaraba el estado de guerra; y en Madrid, el general Armada pretendía formar un gobierno de concentración.
El rey rápidamente contactó con los mandos militares para asegurarse de su fidelidad y una vez hecho esto se dirigíó a la nacíón a través de la televisión condenando el golpe. Este golpe fracasó y los implicados fueron detenidos y condenados.
alvo Sotelo fue otorgado presidente el 25 de Febrero y llegó a acuerdos con empresarios, sindicatos y oposición: con el PSOE firmó la LOAPA y sacaron adelante la ley de divorcio.
El 10 de Diciembre se firmaba la incorporación de España en la OTAN, a lo que se opusieron los partidos de izquierda. El PSOE manifestó su voluntad de someter la cuestión a referéndum si alcanzaba el poder.
En1982, la UCD ya estaba totalmente desintegrada. En Agosto, Suárez formó el Centro Democrático y Social, y Calvo Sotelo se quedaba sin partido, sin apoyos y se vio obligado a disolver las Cortes y convocar elecciones para el 28 de Octubre.
En estas elecciones, el PSOE ganó por mayoría absoluta y Felipe González alcanzó la presidencia del gobierno e intentó consolidar la democracia mediante una serie de reformas:
e reformaron instituciones fundamentales, como el ejército.
Se modificó el Código Civil y el sistema educativo.
e aprobó la ley del aborto.
e modernizaron las comunicaciones con carreteras, aeropuertos, telecomunicaciones y ferrocarriles.
El terrorismo, principalmente ETA, continuó siendo un gran obstáculo durante las cuatro legislaturas. El gobierno adoptó medidas para contrarrestar la crisis económica. La primera medida fue la devaluación de la peseta.
Dos de los asuntos económicos más relevantes fue el caso Rumasa, que tuvo que expropiar y privatizar sus empresas; y la reconversión industrial mediante el saneamiento de los sectores en crisis.
El gobierno realizó una reforma fiscal para mejorar la redistribución de la renta. A partir de 1986 entró en vigor el IVA. Debido a estos ajustes financieros, España experimentó un notable crecimiento económico. Pero las medidas de los gobiernos de González disgustaron a los sindicatos, que convocaron una huelga general en Diciembre de 1988.
En el referéndum de la OTAN de Marzo de 1986 el gobierno socialista apoyó la permanencia en la organización. Gran parte de la izquierda seguía prefiriendo la salida de la OTAN, y Alianza Popular optó por la abstención.La integración de España en la Comunidad Económica Europea, era uno de los objetivos prioritarios del programa socialista. Con su incorporación el 1 de Enero de 1986.
Las elecciones de 1989 marcaron el descenso del PSOE, la derecha se reorganizaba bajo el liderazgo de José María Aznar, y Alianza Popular pasaba a llamarse Partido Popular. Una parte del electorado perdíó la confianza en el PSOE y le negó su voto. Entre los casos más destacables cabe mencionar el caso Guerra, el caso Filesa, los escándalos de corrupción de Mariano Rubio, la Guerra Sucia y privatizaciones poco claras de las empresas de Rumasa.
Ante esta situación, el presidente del gobierno adelantó las elecciones al 3 de Marzo de 1996, donde el PP ganó sin mayoría absoluta y el PSOE cerraba una etapa en la que se había consolidado la democracia y España se había convertido en un país moderno e integrado en su contexto europeo.
Las elecciones de Marzo de 1996 dieron la victoria del centro-derecha liderado por José María Aznar. Durante la primera legislatura el gobierno necesitó llegar a acuerdos con los partidos nacionalistas. Las cosas cambiaron tras las elecciones del año 2000, que dieron la mayoría absoluta al Partido Popular.
En 1998 España se unía a los países que adoptaban el euro como moneda única, que entraba en circulación el 1 de Enero de 2002. En 1997 se pactaba la reforma laboral para luchar contra el paro, que se redujo hasta 1999.
La política del PP continuó la del gobierno anterior tomando medidas que favorecieron el crecimiento estable de la economía.
El constante crecimiento de la inmigración fue regulado por los gobiernos socialistas y más tarde por la Ley de Extranjería del PP de Diciembre de 2000. Pero las leyes se fueron mostrando incapaces de contener el número creciente de inmigrantes que llegaban de forma irregular.
ETA declaró una tregua unilateral en Septiembre de 1998 con el fin de reorganizarse, pero esta tregua se rompíó catorce meses más tarde y reinició los atentados y los asesinatos.
El fin de la segunda legislatura se vio marcado por los atentados del 11 de Marzo en Madrid, protagonizados por el terrorismo islamista.
Aznar convocó elecciones para el 14 de Marzo de 2004 con las encuestas favorables al PP, pero los atentados del 11 de Marzo en Madrid cambiaron las cosas: el electorado se volcó a favor del PSOE con José Luis Rodríguez Zapatero como secretario general.
En la primera legislatura realizó una política social: matrimonio entre homosexuales, Ley de Dependencia, Ley contra la violencia de género, Ley de la Reforma Laboral, etc.
Uno de los aspectos que levantó mayor polémica fue la reapertura del proceso autonómico. La reforma de los estatutos de varias comunidades autónomas, provocó un fuerte enfrentamiento con el PP.
En Febrero de 2005 salíó a referéndum la Constitución Europea con una escasa participación. El atentado terrorista de Diciembre de 2006 y otros posteriores, evidenciaron que ETA no tenía ninguna intención de dejar las armas a no ser que el Estado cumpliera sus demandas. Zapatero volvíó a ganar las elecciones en Marzo de 2008 y formó un nuevo gobierno.
Su segunda legislatura comenzó con la relajación política entre los dos principales partidos españoles. El problema más importante al que tuvo que enfrentarse el nuevo gobierno fue la crisis económica internacional.
En las elecciones generales del 20 de Noviembre de 2011 el Partido Popular resultó vencedor y convirtió a Rajoy en el presidente del Gobierno el día 20 de Diciembre de 2011. Los últimos días de año, el nuevo Gobierno aprobó las primeras medidas anticrisis aunque meses después se agudizó la crisis económica con 5 millones de parados.