La Muerte de Franco y el Inicio del Cambio
La muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, permite a España el paso de un régimen dictatorial a un sistema plural y democrático. Se trata de la Transición a la Democracia, un periodo que va desde 1975 hasta 1982. Por consenso, los grupos más aperturistas del franquismo y los representantes de las fuerzas de oposición pactan contribuir a la construcción del nuevo Estado. La figura clave en todo esto es el rey Don Juan Carlos, considerado el verdadero motor del cambio.
A la muerte de Franco existen 3 posibles caminos a seguir:
- Continuar con el franquismo sin Franco.
- Impulsar una ruptura profunda con el franquismo.
- Reformar el franquismo desde su propia legalidad. Esta es la vía por la que finalmente se opta.
Dos días después de la muerte de Franco, el príncipe Don Juan Carlos es proclamado rey. En su discurso de juramento, anuncia su propósito de ser rey de todos los españoles y reconocer la democracia como opción política. Sin embargo, los inicios de su reinado no van a ser fáciles: los franquistas consideran que carece del carisma de Franco; los monárquicos que no cuenta con la legitimidad dinástica; y los grupos de oposición que es un continuador de la dictadura. Se refieren a él como «Juan Carlos el Breve».
El rey siente que la monarquía debe liberarse de su origen franquista y la solución es desmantelar el franquismo desde su propia legalidad. Entre sus primeras decisiones están:
- Confirmar a Arias Navarro como presidente del gobierno.
- Colocar a Torcuato Fernández Miranda en las Cortes.
- Conceder indultos a algunos presos políticos.
- Iniciar contacto con los partidos políticos y con destacados líderes europeos.
La política de Arias Navarro es continuista. Esto origina un gran malestar social y en 1976 se acumulan los problemas, por lo que el rey fuerza su dimisión en 1976 y en su lugar nombra presidente a Adolfo Suárez.
Desmantelamiento del Franquismo
El rey acierta en la elección de Suárez como presidente del gobierno, pues se trata de un político joven que entiende muy bien la demanda de democracia y es más tolerante con la oposición, con la que mantiene contactos. Tras su nombramiento, pone en marcha la «ingeniería jurídica» para dar paso sin ruptura a un régimen democrático:
- En 1976 presenta la Ley para la Reforma Política, que autoriza legalmente la transición a la democracia.
- En 1977 legaliza los partidos políticos y los sindicatos.
- Libera a todos los presos políticos del franquismo.
- Convoca elecciones constituyentes.
Las elecciones las gana Adolfo Suárez. En segundo lugar queda el PSOE, que se convierte en la alternativa de gobierno.
La Etapa Constituyente
Tras las elecciones, Suárez logra un amplio consenso con los parlamentarios para abordar tres aspectos fundamentales para el establecimiento de la democracia: hacer frente a la crisis económica, elaborar una Constitución y pactar un marco autonómico.
- Los Pactos de la Moncloa se firman para hacer frente a la crisis económica.
- La Constitución de 1978, la cual recoge una amplia declaración de derechos y libertades.
- Tras las elecciones de 1979, muchos entienden que es el momento de conceder un marco autonómico a las «nacionalidades históricas».
La Democracia Amenazada
Una vez aprobada la Constitución, Suárez convoca de nuevo elecciones para 1979 y las gana, pero no con mayoría absoluta. A ello se le suma la desintegración de su propio partido (UCD) y el cuestionamiento de su liderazgo dentro de él. Asimismo, muchos militares descontentos con la democracia alimentan el rumor de un posible golpe de Estado, pues consideran a Suárez débil frente al terrorismo de ETA.
Desbordado por la situación, Suárez presenta su dimisión en 1981 y lo sustituye en el cargo Leopoldo Calvo-Sotelo.
El 23 de febrero de 1981 se produce el golpe de Estado, estando al frente el Teniente Coronel Tejero, que ocupa el Congreso de los Diputados, mientras que Valencia es ocupada por tanques. La intervención del rey es determinante en el fracaso del golpe de Estado. En los días posteriores, miles de personas se manifestaron en defensa de la democracia. Don Juan Carlos obtuvo la legitimidad popular al defender la democracia frente al golpe de Estado.
Normalizada la situación, Calvo-Sotelo se pone en marcha con los siguientes temas:
- En 1982 aprueba la LOAPA (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico).
- Se aprueba la Ley de Divorcio.
- Se integra a España en la OTAN.
Calvo-Sotelo ve que se le agota la legislatura y convoca elecciones, donde gana el PSOE. Es el retorno de la izquierda al poder.
1982 es el año en que termina la Transición y la política española entra en una fase de normalidad.