La España Actual y su Integración en Europa
Tras la muerte de Franco en 1975, empezó una operación política que conduciría a la implantación de una democracia parlamentaria en España. La evolución cronológica podría resumirse así:
- En 1976, el rey Juan Carlos I confió en el gobierno de Adolfo Suárez, quien desmanteló el sistema franquista y pactó las bases para las elecciones a Cortes Constituyentes.
- Redacción y aprobación de una Constitución en 1978.
- Aceptación de un Estado de las Autonomías que recogía aspiraciones de los nacionalismos periféricos.
- Todo fue realizado por un gobierno no demasiado sólido, la UCD, cuyo líder era Adolfo Suárez.
- La llegada al poder de los socialistas y la entrada de España en la Comunidad Económica Europea dieron estabilidad y aseguraron que la transición se había conseguido.
- A partir de 1986, la subida al poder de la derecha parece haber establecido el engranaje de la alternancia política propia de un Estado democrático.
La Transición Democrática (1975-1982)
1.1 Los Primeros Prolegómenos de la Transición (1975-1976)
El Papel Político del Rey Juan Carlos I
La muerte de Franco convirtió en protagonista a Juan Carlos de Borbón. Don Juan Carlos tenía un proyecto heredado de su padre: facilitar, como rey, la implantación de un sistema político democrático en el país. Este era un proyecto que contaba con amplios apoyos dentro y fuera de España. Era una solución que contaba cada vez con mayor número de partidarios. La transición no era fácil, ya que existían grupos muy radicales y franquistas que contaban con apoyo en el ejército. Don Juan Carlos comenzó su reinado sin salirse de la legalidad franquista: juró fidelidad a los principios del Movimiento, tomó posesión de la corona ante las Cortes franquistas y siguió las pautas marcadas por la Ley Orgánica del Estado para el nombramiento de su primer jefe de gobierno.
El Primer Gobierno de la Monarquía
Fue presidido por Carlos Arias Navarro, nombrado por el rey. Su nombramiento ofrecía continuidad y no auguraba transformaciones políticas. Otro nombramiento importante fue el de Torcuato Fernández Miranda, que ocupaba la presidencia de las Cortes y del Consejo del Reino. La situación se iba volviendo cada vez más difícil. La reunión de las fuerzas políticas de la oposición dio origen a la Coordinación Democrática, que manifestó que no aceptaría ninguna operación política de maquillaje del sistema franquista. El mismo rey, en EEUU, se declaró favorable a la implantación de un sistema democrático. Ante los retrasos de Arias Navarro, Don Juan Carlos le exigió su dimisión como jefe de gobierno.
2.1 El Comienzo hacia la Transición Democrática
El Primer Gobierno de Adolfo Suárez
Fue Fernández Miranda quien logró que entrara Adolfo Suárez, escogido por el rey. Suárez tenía que convencer a los políticos del sistema franquista instalados en las Cortes para que desmantelaran este sistema. Adolfo Suárez presentó un programa basado en dos puntos:
- Elaboración de una ley para la reforma política que permitiera implantar en España un sistema de democracia liberal.
- Convocatoria de elecciones democráticas para elegir unas Cortes que redacten la nueva Constitución democrática.
Su realización fue difícil.
La Ley para la Reforma Política
El proyecto fue elaborado en 1976. Esta ley eliminaba los obstáculos que ofrecía el régimen franquista para la implantación de un sistema democrático. Las Cortes aprobaron esta ley y el gobierno quiso legitimar esta operación sometiéndola a un referéndum, donde el 94% de los votantes dieron su voto afirmativo. Para realizar el segundo punto, Suárez tenía que resolver un problema: los pactos con la oposición antifranquista.
Las Relaciones del Gobierno de Suárez y la Oposición Política
Suárez adoptó medidas políticas:
- En julio de 1976 se dio una amnistía política.
- En diciembre de 1976 fue disuelto el TOP (Tribunal de Orden Público).
- En marzo de 1977 se legalizó el derecho de huelga y en abril se decretó la libertad sindical.
También se promulgó una ley electoral. Suárez exigía la legalización de los grupos de la oposición. Suárez había iniciado sus contactos políticos con la oposición para llevar adelante su proyecto político. El gran problema iba a ser la legalización del Partido Comunista (PCE). El PCE actuaba más públicamente; según ellos, la reforma política era antidemocrática y las elecciones para las Cortes Constituyentes tenían que ser convocadas por un gobierno provisional. Al empezar el año de las elecciones, Suárez legalizó el PCE.
Las Relaciones del Gobierno de Suárez con el Ejército y la Labor Obstruccionista del Bunker
Suárez conocía bien al bunker e intentó apoyarse en el sector de militares liberales, con su representante, el general Gutiérrez Mellado, que fue nombrado ministro de Defensa. Suárez quería demostrar al ejército que la normalización política no implicaba ni la anarquía ni la revolución.
El Recrudecimiento del Terrorismo
El País Vasco se mantuvo en plena ebullición política. ETA reemprendió sus acciones y se desencadenaron un conjunto de acciones terroristas. Primero fue el GRAPO, con colocación de bombas y con el secuestro del presidente del Consejo de Estado (José María Oriol) y el general Villaescusa, presidente del Consejo Superior de Justicia Militar. Mientras estos secuestros ocurrían, un comando de la ultraderecha asesinaba a abogados miembros del PCE.
1.3 Los Partidos Políticos en Junio de 1977
En la extrema derecha se perfilaba un grupo, Fuerza Nueva, que recogía a nostálgicos del régimen franquista y que pretendía continuar con el franquismo. El partido más importante de la derecha fue Alianza Popular, liderado por Manuel Fraga. Se formó una coalición de 16 pequeños partidos políticos, llamada Unión de Centro Democrático (UCD), cuyo líder sería Adolfo Suárez.
1.4 Las Elecciones de 1977
Fueron las primeras elecciones democráticas, en las que Don Juan de Borbón renunció a sus derechos al trono para dar más solidez a la figura del rey (Juan Carlos I). Los resultados representaron el triunfo de los reformistas frente a los rupturistas. La UCD consiguió el triunfo, seguida por el PSOE y el PCE. Entre los partidos nacionalistas destacaron el PDC (Convergència Democràtica de Catalunya) de Jordi Pujol y el PNV (Partido Nacionalista Vasco) de Javier Arzalluz. Desde este momento, se abrió una etapa de consenso en la que las fuerzas políticas y sindicatos armonizaron sus planteamientos para no complicar el proceso democrático.