Las Conquistas Italianas y Alemanas en la Segunda Guerra Mundial

Las Conquistas Italianas

Incitado por la pasividad de la Sociedad de Naciones, en 1936, Mussolini invadió Abisinia (Etiopía). La organización protestó, pero no pudo evitar la ocupación. La condena de Francia y Reino Unido motivó el giro diplomático de Italia:

1936: se firma el Eje Roma-Berlín, situando a Italia en la órbita nazi. Más tarde se sumaron al pacto Hungría, Bulgaria y Eslovaquia.

1937: Mussolini abandonó la Sociedad de Naciones. Para entonces, Italia participaba activamente en la Guerra Civil española. Además, Italia se sumó al Pacto Antikomintern, firmado por Alemania y Japón en 1936 para combatir a la Unión Soviética.

1939: en marzo se produjo la conexión de Albania, y en mayo la firma del Pacto de Acero, que establecía ayuda entre Alemania e Italia en caso de que estallase una guerra en Europa.

Las Conquistas Alemanas

Hitler accedió al poder desafiando el Tratado de Versalles. Reclamaba una Gran Alemania a la que se incorporarían territorios con población alemana. Su política se orientó hacia estos dos objetivos mediante una serie de acciones:

  • Anexión del Sarre: El territorio fue suministrado por la Sociedad de Naciones al final de la guerra, pero se incorporó a Alemania tras un plebiscito en enero de 1935.
  • Remilitarización de Renania: En 1935, Hitler ordenó la militarización de esta región fronteriza en contra de lo dispuesto en el Tratado de Versalles.
  • Incorporación de Austria: En 1934, los nazis austriacos asesinaron al canciller Dollfuss. La influencia alemana en Austria permitió a Hitler exigir un referéndum, que tuvo lugar en 1938 y terminó con la victoria de los partidarios de la anexión. Se formó el Anschluss, unión entre Alemania y Austria.
  • Invasión de los Sudetes: Hitler prosiguió su expansión. En septiembre de 1938, incorporó los Sudetes, una región checoslovaca con población alemana. A instancia de Mussolini, se celebró la Conferencia de Múnich, donde Francia y Reino Unido aceptaron la anexión.

En marzo de 1939, Alemania ocupó Checoslovaquia y fundó el Protectorado de Bohemia-Moravia. Eslovaquia permaneció como un estado satélite gobernado por los filonazis. Francia y Gran Bretaña se enfrentarían a Hitler si invadía Polonia. Solo la rivalidad entre Hitler y Stalin evitaba la guerra.

En agosto de 1939, hicieron un pacto de no agresión, repartiendo Polonia a cambio de la neutralidad rusa y del derecho de Stalin a volver a las fronteras del imperio zarista. El 1 de septiembre, Alemania invadió Polonia, iniciando así la Segunda Guerra Mundial.

La Guerra: Iniciativa del Eje

El Frente Occidental

Tras invadir Polonia, Alemania siguió su ofensiva. La eficacia de la guerra relámpago hizo rápidas sus conquistas. En abril de 1940, comenzó el avance por los países del mar Báltico: en apenas unas semanas controlaron Dinamarca y Noruega, proporcionando recursos minerales cruciales para seguir atacando Países Bajos (Holanda, Bélgica y Luxemburgo).

Guerra Relámpago: táctica militar consistente en debilitar la retaguardia mediante bombardeos aéreos y de artillería antes de emprender un avance mecanizado que rompía las líneas enemigas.

El ejército francés emplearía una defensa estática, usando las líneas fortificadas creadas tras la Primera Guerra Mundial (Línea Maginot); no pudieron frenar a los alemanes, que venían desde Bélgica por las Ardenas.

La invasión dejó aislados a 350,000 soldados aliados, quienes tuvieron que ser evacuados a Gran Bretaña desde Dunkerque. Francia fue ocupada y firmó el armisticio de Compiègne, dividiendo al país en dos zonas: el norte (control alemán) y el sur (Gobierno colaboracionista, con sede en Vichy y dirigido por el mariscal Pétain). En Londres, el general francés De Gaulle llamó a la resistencia y creó las “fuerzas francesas libres”.

La Batalla de Inglaterra

Tras ocupar Francia, Hitler inició la invasión de Reino Unido, repelida gracias a la superioridad de la RAF (Royal Air Force) sobre la Luftwaffe. Hitler bombardeó las ciudades inglesas, pero subestimó la resistencia británica liderada por Winston Churchill. La ofensiva alemana acabó con el bloqueo comercial impuesto por sus submarinos. Fracasaron porque Estados Unidos envió suministros ilimitados al Gobierno de Londres.

La Extensión de la Guerra

Desde 1940, la guerra se extendió por el Mediterráneo y África, y al invadir Hitler la URSS en 1941.

El Mediterráneo y el Norte de África: Reino Unido frenó el avance italiano en Grecia, obligando a Alemania a tomar Yugoslavia y expulsar a los británicos de los Balcanes.

En febrero de 1941, Alemania asaltó Egipto. El mariscal alemán Rommel, jefe del Afrika Korps, inició el avance desde Libia, hasta que en noviembre de 1942, los tanques comandados por el general Montgomery detuvieron a los nazis en la batalla de El Alamein.

La Invasión de la Unión Soviética: En junio de 1941, comenzó la Operación Barbarroja. Tres millones y medio de soldados y miles de tanques invadieron la URSS a lo largo de un enorme frente que iba desde el mar Báltico al mar Negro.

En agosto ya estaban en Leningrado, y fueron frenados por el Ejército Rojo; comenzó un asedio de la ciudad que duró hasta 1944, en el que murieron de hambre y frío más de 2 millones de personas.

El momento decisivo se dio en el avance hacia Moscú. Los blindados alemanes se atascaron en la nieve a 25 kilómetros de la capital. Los soviéticos pudieron organizar la defensa.

La Guerra del Pacífico

Desde 1940, Japón había ocupado Indochina y proseguía su expansión. El Gobierno japonés sabía que solo Estados Unidos sería capaz de frenar sus aspiraciones expansionistas.

El 7 de diciembre de 1941, aviones japoneses aniquilaron la base naval de Pearl Harbor (Hawái).

Días después, el presidente Roosevelt declaró la guerra a Japón. Atendiendo a acuerdos anteriores, Alemania e Italia entraron en guerra contra EE. UU. La involucración de EE. UU. en la guerra aportó un gran capital humano, económico, industrial y militar, determinante para que los aliados ganaran.

Hasta 1942, los japoneses siguieron expandiéndose en Asia y el Pacífico sin resistencia, ocupando Malasia, Birmania, Indonesia, Filipinas y Nueva Guinea, y amenazando las costas australianas.

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