Las Cruzadas: Expansión Cristiana y Conflicto en la Edad Media

Contexto Histórico

Occidente se hace fuerte, hay acumulación de excedente agrícola, que empieza a circular, mediante una economía de intercambio (comercial), se reabren las rutas de peregrinación y conquista.

Las Cruzadas según R. Bartelett

R. Bartelett define las cruzadas como la expansión de la cristiandad latina, vinculada al Papa de Roma, y la expansión de un orden social de tipo feudal. Bartelett da dos razones para este fenómeno:

Incremento de la Clase Aristocrática

A finales del siglo XI, se produce un incremento de la clase aristocrática, es decir, sobran caballeros nobles poco ricos (que se encuentran en continua lucha), que no tienen sitio para establecer su feudo. Las leyes de primogenitura facilitan que se queden sin feudo, por lo que se lanzan a las cruzadas o expansión cristiana.

Cambio en la Estructura del Parentesco

El otro factor es un cambio en la estructura del parentesco, fundamentalmente el paso de la familia extensa al linaje. La familia extensa era propia de la Alta Edad Media, de tipo cognático, un parentesco no muy bien definido. El cambio está asociado a la primogenitura, que influía en la herencia, lo que provocó que estos nobles sin nada se lanzasen a las cruzadas.

La Iglesia y el Imperio Bizantino

La Iglesia se aprovecha de los caballeros normandos que manda a las cruzadas. La irrupción de los turcos selyúcidas, a mitad del siglo XI, rompe el equilibrio entre los califas abasíes y el Imperio Bizantino.

En 1071, en la batalla de Manzikert, los turcos selyúcidas derrotan a bizantinos y a los fatimíes egipcios y conquistan Jerusalén y Siria.

La Primera Cruzada (1095-1099)

En el año 1095, una embajada bizantina pide ayuda al Papa Urbano II, quien se muestra favorable con el Imperio Bizantino, ya que sueña con unir las dos iglesias. El Papa Urbano II, en el Concilio de Clermont en 1095, predica la cruzada, insta a los caballeros a recuperar el Santo Sepulcro de Jerusalén y promete a los que participen que se les serán perdonados los pecados y se protegerán sus bienes y familias.

Ejércitos Populares y Caballeros Cruzados

Hay dos ejércitos populares: «Gautier-sans-avois» y el de «Pedro el Ermitaño». Ambos fracasaron, uno al llegar a Constantinopla y otro en Nicea.

Se forma después una cruzada de caballeros, de varias regiones y expediciones nobles: Lotaringia con Godofredo de Bouillon, por Flandes Balduino, por Italia Bohemundo de Tarento, por Francia Raimundo de Tolosa, por Normandía Roberto Cortés y Esteban de Blois. Estos tienen el primer éxito en la batalla de Dorilea, Anatolia, y manifiestan símbolos de desunión, creando los primeros estados latinos feudales en Oriente (Anatolia).

Conquista de Jerusalén y Creación de Estados Latinos

Los cruzados comienzan con dos éxitos, sobre todo en Anatolia. Balduino de Flandes se convierte en príncipe de Edesa. Bohemundo de Tarento se asienta en Antioquía. Jerusalén es tomada por un asedio de cinco meses, y, representando al Papa, es tomada por Godofredo de Bouillon, que recibe el nombre de Abogado del Santo Sepulcro. A su muerte, el control de Jerusalén lo toma Balduino de Flandes, se elimina el partido eclesiástico y aparece un reino feudal. Raimundo de Tolosa es príncipe de Trípoli.

Consecuencias de la Primera Cruzada

  1. No hubo colaboración entre Bizancio y el cristianismo.
  2. Se hicieron estados feudales, por lo que el poder del papado desaparece de Tierra Santa.
  3. El régimen feudal de Occidente se implanta en Oriente.
  4. Surgen órdenes militares y se crea el espíritu caballeresco. La primera orden fueron «Los Hospitalarios» de San Juan de Jerusalén, creada a mediados del siglo XI por mercaderes de Amalfi para cobijar a los peregrinos cristianos. La segunda son los «Templarios», creados para ayudar y cuidar a los peregrinos, y también la Orden Teutónica.

Segunda y Tercera Cruzadas (1147-1149 y 1189-1192)

La Segunda Cruzada es iniciada por Luis VII el Joven y el emperador Conrado III. Ahora las cruzadas son de reyes. En Asia Menor, los alemanes son derrotados en Dorilea en 1147 y los francos en Atalia en 1148. Los dos decidieron atacar Damasco, pero fracasaron. La presión, cada vez mayor de los musulmanes, aumenta cuando el semilegendario sultán de Egipto, Saladino, avanza por tierras de Siria para vencer a los cristianos en 1187 y ocupar Jerusalén. La noticia se recibe con alarma en Occidente y Federico Barbarroja toma la cruz e inicia la Tercera Cruzada. Obtiene victorias en Iconium en 1190, pero muere poco después ahogado en el río Saleph. A esta cruzada se unen Felipe II Augusto y Ricardo Corazón de León, quien conquista Chipre pero fracasa en conquistar Jerusalén.

En 1192 se firmó un acuerdo entre Ricardo Corazón de León y Saladino, que reservaba para los cristianos la franja entre Tiro y Jaffa.

Cuarta y Quinta Cruzadas (1202-1204 y 1212)

En la Cuarta Cruzada, los cristianos abandonan su ideal religioso y se mueven por motivos económicos. La inicia Teobaldo de Champaña y, al morir, le sucede Bonifacio de Montferrat, emparentado con Felipe de Suabia. Necesitaban barcos y contactan con Venecia para ir a Egipto. Venecia tenía buenas relaciones con Egipto y animó a los cruzados a ir a la costa dálmata. Los cruzados se dirigen a esta y conquistan Zara en 1202.

La crisis dinástica del Imperio Bizantino es la excusa de los cruzados para conquistar Constantinopla y repartirse el Imperio en 1204. Balduino de Flandes fue proclamado emperador de Bizancio y ocupó Romania, y Venecia creó un imperio colonial.

La Quinta Cruzada es la de «los niños». Esta se produce en 1212, jóvenes de Francia y Alemania fueron a puertos del Mediterráneo y fueron atacados por musulmanes y vendidos como esclavos.

Últimas Cruzadas (1217-1270)

Las últimas cruzadas tienen como protagonistas a Federico II, emperador de Alemania y Roma, y San Luis de Francia. Federico II inicia la Sexta Cruzada y pacta con los musulmanes, consiguiendo la devolución de Jerusalén, Belén y Nazaret.

La Séptima y Octava Cruzada fueron de San Luis, rey de Francia, que muere en la última en 1270, en Túnez. El resto de los principados latinos perviven hasta 1291, cuando es conquistado San Juan de Acre por los musulmanes. Tras dos siglos, el balance de las cruzadas es negativo, no se consiguió nada.

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