TEMA 15. ISABEL II (1843 – 1868). EL REINADO EFECTIVO
DÉCADA MODERADA (1844 – 1854)
Tras la caída de Espartero en 1843 y la proclamación de la mayoría de edad de Isabel II, los moderados accedieron al poder con el apoyo de la Corona. Se inició así, un periodo de gobiernos moderados que duró diez años y que finalizo en 1854 mediante el pronunciamiento militar progresista conocido como la “Vicalvarada”.Las elecciones de 1844 dieron la mayoría a los moderados, que formaron un nuevo gobierno presidido por el general Narváez, quien impulsó una política basada en los principios del liberalismo moderado.
Éste debía sustentarse en el predominio del orden y la autoridad y combinar la reforma política con férreas medidas represivas, que pusiesen fin a las expectativas sociales y políticas generadas por la dinámica revolucionaria de la etapa anterior.El régimen se asentó sobre el predominio de la burguesía terrateniente, nacida de la fusión entre los antiguos aristócratas que habían aceptado el liberalismo y la nueva burguesía de propietarios rurales. La Corona y parte del ejército se convirtieron en sus garantes más fieles.El gobierno aprobó la nueva Constitución de 1845, que recogió las ideas básicas del moderantismo: soberanía conjunta entre el rey y las Cortes, ampliación de los poderes del ejecutivo y disminución de las atribuciones del legislativo; restricción del derecho de voto e institución de un Senado no electivo. Los ayuntamientos y diputaciones quedaron sometidos a la Administración central y se suprimió la Milicia Nacional.
Además, se otorgó exclusividad a la religión católica, que fue declarada la oficial del Estado, y se acordó el mantenimiento del culto y del clero.La nueva constitución mantenía gran parte del articulado de la Constitución de 1837, sobre todo en lo referente a la declaración de derechos, pero su regulación se remitía a leyes posteriores que fueron enormemente restrictivas con las libertades. También confería enormes atribuciones a la Corona.Un decreto de 1845 reguló la libertad de imprenta e impuso el control gubernamental sobre la prensa. La Ley Electoral de 1846 planteó un sufragio censitario muy restringido que no superaba el 1% de la población.Los moderados intentaron también mejorar sus relaciones con la Iglesia. En 1851 se firmó un Concordato con la Santa Sede, en el que se establecía la suspensión de la venta de los bienes eclesiásticos desamortizados y el retorno de los no vendidos.A cambio, la Santa Sede reconocía a Isabel II y aceptaba la obra desamortizadora, mientras que el Estado se comprometía al sostenimiento de la Iglesia española, a la concesión a la Iglesia de amplias competencias en materia de educación y al reconocimiento del catolicismo
El gobierno emprendió la necesaria reforma fiscal en 1845 para aumentar los ingresos, se aprobó el Código Penal (1848) y se elaboró un proyecto de Código Civil, que recopilaba y racionalizaba el conjunto de leyes anteriores, pero que no se aprobó hasta años más tarde.Se abordó la reforma de la Administración pública con el fortalecimiento de los gobiernos civiles y militares así como de las diputaciones provinciales.Además, la Ley de Administración Local de 1845 que dispuso que los alcaldes de los municipios de más de 2.000 habitantes y de las capitales de provincia serían nombrados por la Corona, mientras que el gobernador civil designaría a los alcaldes de los municipios menores.La segunda Guerra Carlista se produce entre 1846 y 1849, coincidiendo con unos años de crisis de subsistencias, estalló en Cataluña. Los rebeldes apoyaban al trono del segundo pretendiente carlista, el conde de Montemolín. Después de algunos triunfos obtenidos por el general Cabrera, la detención del pretendiente en la frontera y la derrota militar de las partidas carlistas acabaron con esta insurrección.Se estableció un sistema nacional de instrucción pública, que regulaba los diferentes niveles de enseñanza y elaboraba los planes de estudio. Esta legislación se completó con la Ley Moyano de 1857, que fue la primera gran ley de educación del país.Por último se creó la Guardia Civil (1844), un cuerpo armado con finalidades civiles pero con estructura militar, que se encargaría del mantenimiento del orden público, sobre todo en el medio rural.Los gobiernos moderados no consiguieron dar estabilidad política al Estado: actuaron de forma arbitraria y excluyente, manipulando las elecciones y reduciendo la importancia del poder legislativo. La vida política no se desarrollaba en las Cortes, sino alrededor de la corte y a partir de la influencia de las distintas camarillas que buscaban el favor real o gubernamental, al margen de la vida parlamentaria.El autoritarismo se agudizó durante el gobierno de Bravo Murillo de 1852, que propuso una reforma constitucional que contemplaba la posibilidad de gobernar por decreto y suspender indefinidamente las Cortes, a la vez que restringía aún más el censo electoral.La propuesta fracasó, pero agudizó la descomposición interna del partido moderantista y aumentó el descontento de amplias capas sociales.
BIENIO PROGRESISTA (1854 – 1856)
El autoritarismo del gobierno moderado comporto la oposición y el levantamiento de progresistas, demócratas y de algunos sectores moderados defraudados con la actuación gubernamental. Esta unión desembocó, en junio de 1854, en el pronunciamiento de Vicálvaro a cuyo frente se colocó un moderado descontento, el general O’Donnell, que fundó un nuevo partido, la Unión Liberal. Los sublevados elaboraron el llamado Manifiesto de Manzanares en demanda del cumplimiento de la Constitución de 1845, de la reforma de la Ley Electoral y de la restauración de la Milicia.La presidencia recayó de nuevo en Espartero, y O’Donnell fue nombrado ministro de la Guerra.