FRENTE POPULAR
| 1. Clasific
:
Es un texto histórico circunstancial, su temática es sociopolítica y es una fuente directa para el conocimiento de la evolución política de la Segunda República española. Se trata del programa
del Frente Popular. Esta fechado el 15 de enero de 1936, tras la convocatoria de elecciones por el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora y sería publicado el 16 de enero en el periódico “El socialista”.Los autores son los representantes del bloque de izquierdas, que habían firmado el Pacto del Frente Popular. Es una coalición de la Izquierda Republicana y Unión Republicana con los partidos obreros, PSOE, PCE, Partido Sindicalista. y Partido Obrero de Unificación Marxista, Unión General de Trabajadores, la Federación Nacional de Juventudes Socialistas. Y significó un intento de reedición de la experiencia republicana del primer bienio, aunque su programa presentaba un amplio plan de gobierno más avanzado que el llevado a cabo desde 1931. Pero podemos señalar que fue Manuel Azaña quien gestó doctrinalmente este programa. El Frente popular surge, tras la posibilidad de una victoria de la C.E.D.A. en las elecciones convocadas para febrero. En cuanto al destinatario era tanto los miembros de estos partidos y sindicatos como todo el electorado español.
2. Cont. histó
Se enmarca históricamente al final del Bienio de Centro- Derecha. La entrada de la CEDA en el Gobierno es considerada por el PSOE y otras fuerzas de izquierdas como un golpe contra la República propiciado desde el poder. La huelga es seguida mayoritariamente en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Bilbao, en las ciudades andaluzas y, sobre todo, en Asturias. Del 5 al 19 de octubre las zonas mineras de Asturias es dominada por los comités locales revolucionarios y por las milicias del “ejército rojo”. El levantamiento de Asturias es considerada como una pequeña guerra civil. El Gobierno decide la suspensión del Estatuto de Autonomía de Cataluña. El gobierno de Lerroux cede varios ministerios a la CEDA. Durante el bienio radical cediste de carácter antirreformista, se ve salpicado por casos de escándalos políticos y económicos, como el del estraperlo, y la clara enemistad de Alcalá Zamora hacia Lerroux. Estos escándalos minan las relaciones entre Lerroux y la CEDA. Alcalá Zamora disuelve las Cortes y convoca elecciones para el 16 de febrero de 1936. La izquierda se prepara para tomar el poder organizando una coalición de izquierdas llamada frentePopular. Ésta fuerza de republicanos de izquierdas está muy unida debido a la orientación autoritaria de las fuerzas derechistas y la aparición de partidos fascistas como Falange o las JONS. Manuel Azaña es la persona que organiza. Es el que da el aporte doctrinal a la coalición. El 15 de enero de 1936 se firma el pacto del frente Popular.
3. Aná y comen
En el texto que nos ocupa los partidos coaligados se comprometen a: Una amplia amnistía para delitos político sociales posteriores a noviembre de 1933, olo que es lo mismo a amnistía para todos los represaliados tras los sucesos de octubre de 1934. Con ello ponen de manifiesto el rechazo de las fuerzas progresistas a la durísima represión con que fueron castigadas la revolución de Asturias y la declaración nacionalista de Cataluña en octubre de 1934. Así, en los acuerdos del Frente Popular se planteaban varias ideas. El restablecimiento del “imperio de la Constitución”. Lo que representaba una vuelta al espíritu progresista, laico y renovador de 1931, que las formaciones conservadoras habían ido diluyendo desde que asumieron el Gobierno.La reanudación de la reforma agraria iniciada en 1932 e interrumpida al año siguiente. Pero conviene señalar que la propuesta de 1936 era bastante moderada, tanto es así que no se aceptó la petición socialista de nacionalización de la tierra, sino medidas tan poco revolucionarias como dar más facilidad a los campesinos para la concesión de créditos, rebajarles la presión fiscal, fomentar la enseñanza agrícola, etc. También están de acuerdo en la necesidad de continuar con los programas de reformas sociales iniciados en el primer bienio de la República. De este modo se acordó abordar una revisión de la legislación social para dar mayor protagonismo al obrero, incentivar actividades es productivas para paliar la grave crisis económica que padece la República, un mayor control de la banca -aunque no la nacionalización demandada por los socialistas-, etc. Y en esta misma línea también propusieron las izquierdas una aceleración de las reformas educativas, igualmente frenadas por la derecha desde 1933, para hacer posible con ello una auténtica transformación del país. Estas medidas se pueden calificar más como reformistas que como revolucionarias, fruto de un consenso entre formaciones muy diversas. Los precedentes en la formación del Frente Popular hay que buscarlos en la situación internacional, con el avance imparable del fascismo, y en España en la etapa del gobierno radical cedista. A principios de los años treinta. La Internacional Comunista planteó la necesidad de llegar a alianzas entre socialistas, comunistas y partidos burgueses de izquierda contra el fascismo, que se consideraba como un enemigo común. La victoria del Frente Popular fue arrolladora, salvo en algunas zonas del interior agrario. El 18 de febrero de 1936, después de las elecciones, el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, encargó la formación de gobierno a Manuel Azaña, quien empezó a aplicar inmediatamente el programa del Frente Popular: continuación de reforma agraria, la intensificación de la política educativa, la amnistía para los presos políticos, el restablecimiento de la Generalidad de Cataluña, y dio un impulso definitivo para aprobar los estatutos de autonomía del País Vasco e Galicia, procesos paralizados en el bienio anterior por la derecha en el Congreso de los Diputados. En abril, Alcalá Zamora fue destituido de la presidencia de la República y Azaña fue designado en su sustitución como Presidente de la República, este nombramiento de Azaña fue la primera señal de debilidad del pacto frentepopulista porque era el hombre más adecuado para llevar a cabo el programa reformista, pero al ser nombrado Presidente de la República perdió la mayoría de sus poderes ejecutivos. Azaña se vio obligado a nombrar al frente del Ejecutivo a Casares Quiroga , un hombre de su confianza pero poco adecuado para enfrentarse a los problemas del país: Efectivamente, el triunfo de las izquierdas dio paso a una situación cada vez más tensa. Las derechas se dedicaron a boicotear todas las medidas reformistas del Gobierno; la izquierda más radical quería cambios más revolucionarios. Ambas cosas eran de extraordinaria gravedad. Pero sobre todo el peligro venia de una derecha cercana al fascismo que no estaba dispuesta a asumir ni siquiera un programa de mínimas reformas.