Durante la Edad Moderna, en Europa podíamos encontrar el sistema conocido como Antiguo Régimen. En España, la crisis del Antiguo Régimen se gesta en el reinado de Carlos IV y tiene su punto culminante en la Guerra de la Independencia.
El siglo XIX empieza con que la familia Borbón ha sustituido a la de Habsburgo en el trono unificando las coronas de Castilla y Aragón. Los Borbones tienen como objetivo mantener a España como una gran potencia y recuperar el poder y prestigio de antaño. Con el auge de la burguesía se va desarrollando un tipo de pensamiento junto con el ilustrado y el liberalismo que justificará la destrucción del Antiguo Régimen.
En Francia se inicia una revolución para acabar con el Antiguo Régimen que ejecutó a Luis XVI por traición, lo que desencadenó una guerra en Europa. Del ejército francés surgió uno de los más brillantes genios militares de la historia, Napoleón Bonaparte. En España, la nueva dinastía intento llevar a cabo reformas pero con límites, sin intentar acabar con el AR. Esta guerra fue ganada por Francia.
Carlos IV nombro a Godoy como nuevo presidente del Gobierno. Este dio un giro radical a la política exterior y se alió con Francia, entrando en guerra naval con Gran Bretaña. España sufrió las consecuencias de luchar casi en solitario contra la mayor y más poderosa flota del mundo. Los británicos derrotan a la armada franco-española, con lo que Napoleón se ve obligado a decretar un bloqueo continental pero la negativa portuguesa desbarataba sus planes. Napoleón convence a Godoy para que Francia pueda atravesar España e invadir Portugal, pero secretamente idea otros planes para dar el control de toda la península ibérica a su hermano José. Carlos IV abdica en favor de su hijo Fernando y Napoleón convoca a ambos a Bayona. Madrid se levanta contra los franceses, iniciando la guerra de la independencia y el inicio de la revolución liberal-burguesa en España. Guerra de Independencia: Los hechos (1808-1814)
La reclusión del rey colapsa las instituciones. El vacío de poder es llenado por las Juntas de defensa formadas por miembros de los tres estamentos. Al poco tiempo se centralizan en una Junta Central. Los franceses son derrotados y el Emperador se ve obligado a intervenir. El poderoso ejército francés arrasa con el español y la resistencia española no encuentra otra vía que la guerra de guerrillas. Además, gran Bretaña pasa a ser aliada.
A medida que se perdía territorio ante los franceses, la junta central retrocedía hasta refugiarse en Cádiz, inexpugnable gracias al apoyo inglés. La junta, que en la práctica no tiene ninguna legitimidad, se disuelve para convocar el estado a Cortes. Las Cortes eran la representación de los tres estamentos en una Asamblea y, en ausencia del rey, tenían el poder. El bando antifrancés deseaba la vuelta de la vieja monarquía, pero también había sectores ilustrados que buscaban reformas y burgueses que buscaban un sistema liberal. Finalmente, una gran parte de la población, al margen de posiciones ideológicas, combatió simplemente como movimiento de defensa.
Cádiz era un destacado núcleo burgués, factor de vital importancia a la hora de conformar las Cortes, que tuvieron mucha más influencia burguesa de la que realmente reflejaba la sociedad española. Las cortes iniciaron una labor legislativa para acabar con el AR. Dentro de esta labor legislativa encontramos la supresión de los derechos señoriales, el reparto de las tierras comunales, la desamortización de las propiedades del clero, la abolición de los privilegios y la libertad de trabajo (fin del sistema gremial), libertad de imprenta y centralización administrativa. Las Cortes, además, aprobaron la primera constitución, un texto liberal pero que reconocía los derechos de la iglesia. Establecía una separación de poderes con preeminencia al ejecutivo, es decir, al Rey. También reservaba a las cortes el derecho de declarar la capacidad del heredero y el derecho a nombrar regencia cuando sea necesario. Las cortes continuaron con el centralismo y el sufragio universal masculino e indirecto (a los burgueses no les interesaba el sufragio directo). Como vemos, la doctrina liberal no se llevó hasta las últimas consecuencias para mantener el poder de los burgueses.
Con el fin de la guerra y el regreso de Fernando VII se ve que el liberalismo era apoyado solamente por minorías ilustradas. Con el apoyo de la nobleza y el clero y el manifiesto de los persas en el que una parte de los diputados pedían que se derogara lo realizado por las Cortes y volviese una monarquía moderada en la que las leyes estuvieran por encima de los reyes., Fernando VII ve que solo necesita el apoyo de los militares para volver al poder, apoyo que obtiene del Capitán General de Valencia. El resto de su reinado estuvo marcado por la lucha entre liberalismo y absolutismo.
El balance económico del reinado de este periodo fue que la ruptura de las comunicaciones con América era una importante pérdida de ingresos, que además limitaba las capacidades de los burgueses. Además la guerra arrasó gran parte del país y endeudaron al estado. El balance social fue un fuerte golpe a la sociedad estamental y la militarización de esta. Los militares serían pieza clave en los asuntos políticas. CONCLUSION:
La Guerra de la Independencia fue un acto más patriótico que liberal, por lo que no fue difícil para Fernando VII el poner final a la aventura de la Constitución de 1812. Pero de todos modos el que diera frutos era solo cuestión de tiempo. El primer rebrote del liberalismo tendrá lugar en el llamado Trienio Liberal, cuando el propio rey se verá obligado a jurar la Constitución, que se impondrá entre 1820 y 1823.
Aunque fue una restitución fugaz, a partir de su muerte en 1833, el liberalismo se instauraría ya de forma definitiva.
En cualquier caso, la Constitución de Cádiz 1812 supuso una gran conquista histórica al plasmar en sus artículos un modelo de vida político y social que tardaría, sin embargo, varias generaciones en hacerse realidad. Con ella, desaparecía el Antiguo.
La muerte de Franco abrió un período de incertidumbre política, los españoles querían cada vez más aproximarse a la forma de vida europea. Se aprobaron leyes como la de Sucesión con Juan Carlos I de Borbón, que a su vez elegía a Adolfo Suárez Jefe de Gobierno. También la Ley para la Reforma Política, Ley de Partidos, y además con la Constitución se establecía una monarquía parlamentaria así como un Estado descentralizado. En 1979 se desarrolló un intenso proceso político que constituyó la primera parte de una transición a la democracia en España. Tras aprobarse la Constitución, las Cortes fueron disueltas y nuevamente en 1979 volvió a triunfar la UCD de Suárez, aunque se podían observar signos de agotamiento en su proyecto político. El PSOE se configuró como un partido de izquierda moderada que aspiraba al poder en unas próximas elecciones.
Las tensiones en el seno de UCD provocaron la dimisión de Suarez y se recurrió a un candidato para sucederlo, Leopoldo Calvo Sotelo. El día de su votación, un grupo de guardias civiles dirigidos por el coronel Tejero entraron en las Cortes secuestrando al poder legislativo y ejecutivo, en ese momento se produjo un Golpe de Estado.
El golpe no contó, sin embargo, con el apoyo unitario del ejército. El momento decisivo llegó en la madrugada cuando el rey se dirigió a los ciudadanos, explicando las órdenes que había transmitido al ejército, condenando el golpe y ordenando que se obedeciera la Constitución.
El gobierno de Calvo Sotelo de año y medio de legislatura se caracterizó por la aprobación de la Ley del Divorcio y la entrada en la OTAN
En octubre de 1982, Calvo Sotelo convocó elecciones. El PSOE consiguió un triunfo arrollador con más de 10 millones de votos y mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados.
El gobierno del PSOE de Felipe González (1982-1996)
La primera legislatura socialista (1982-1986) se enfrentó a la crisis económica que se arrastraba desde los 70. El gobierno socialista aprobó un plan de estabilización: subió los tipo de interés, devaluó la peseta y aumento los impuestos. Se normalizo la política exterior española, con el mantenimiento de España en la OTAN y la entrada en la Comunidad Económica Europea (CEE) que tuvo un gran éxito y además coincidió con el final de la primera legislatura y las posteriores elecciones. El gobierno socialista tuvo que hacer frente a una dura campaña terrorista de ETA, con más de cien muertos durante la legislatura, y a la vez reformar el Ejército para acabar con el peligro del golpismo. Esta reforma fue uno de los grandes éxitos del gabinete.
La segunda legislatura socialista (1986-1989) estuvo marcada por un fuerte crecimiento económico que duraría hasta 1992. Este crecimiento fue debido a las ayudas europeasy al cambio en la economía internacional. Los servicios educativos, sanitarios y de pensiones crecieron de forma notable.
Todos estos cambios provocaron diferencias entre los diversos grupos sociales, con lo que en 1988 los sindicatos convocan una Huelga General. El país se paralizo debido a la participación y el gobierno tuvo que negociar la retirada del programa de liberación laboral.
En 1989, el PSOE volvió a ganar por mayoría absoluta aunque la diferencia era menor. En esta tercera legislatura del PSOE (1989-1993), España celebró en 1992 dos acontecimientos internacionales, los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla que mostraron una imagen de país moderno muy diferente a la España de la dictadura de Franco.
Sin embargo, la recesión mundial de 1993 golpeó duramente a nuestro país, ya que en pocos meses se disparó la inflación, se hundió el consumo, el paro crecía hasta los tres millones, etc. La crisis coincidió con la aprobación del Tratado de Maastricht, que establecía los criterios de convergencia económica estableciendo moneda única. También hay que tener en cuenta el estallido de escándalos de corrupción, con nombres como Juan Guerra, Roldán, Mariano Rubio y Filesa que afectaron al gobierno socialista y que eran el resultado de una época de negocios fáciles y permisividad desde el poder. A ellos se vino a unir el escándalo del GAL, grupo armado formado por policías y mercenarios que llevaron a cabo la «guerra sucia» contra ETA.
En las elecciones de 1993, el PSOE volvió a vencer con lo que se iniciaba así la cuarta legislatura con Felipe González en el gobierno del país (1993-1996).
Las dificultades económicas, los escándalos y la dura campaña de la oposición llevaron a que Felipe González convocara elecciones en 1996.
El gobierno del PP (1996-2000)
En esas elecciones José María Aznar salió vencedor aunque sin mayoría absoluta, pero gano tanto en las europeas como en las autonómicas y municipales. El ciclo socialista de Felipe González había tocado su fin.
El PP proponía eficacia y transparencia para salir de la crisis, y Aznar, dejo claro que no se presentaría a más de dos legislaturas por aquello de “el poder corrompe”. El gran objetivo era cumplir los criterios de convergencia (inflación, deuda, déficit…) establecidos en el Tratado de Maastricht de 1991 para formar parte del grupo de países que pondrían en marcha la moneda única. En 1999 el euro funcionaba como moneda de cambio y en 2002 lo haría como moneda circulante. La primera legislatura del PP se caracterizó por la ineficacia de la oposición debido a la crisis interna del PSOE. El terrorismo de ETA en el verano de 1997 provoco una movilización social con el asesinato del concejal del PP. El gobierno de Aznar, con el apoyo de la oposición socialista, se lanzó decididamente a una política de dureza ante el ETA. La reacción en el País Vasco fue el Pacto de Lizarra de 1998, un acuerdo de todas las fuerzas nacionalistas, desde el PNV a ETA, para avanzar hacia la independencia declarando una tregua unilateral.
Las elecciones convocadas en el año 2000 marcaron el momento de apogeo del PP y Aznar. El nuevo siglo se inició con una mayoría absoluta del Partido Popular en las Cortes.
El gobierno del PP (2000-2004)
En su segunda legislatura hay que destacar la aprobación de la Ley de Extranjería, por la cual España pasa a ser un país receptor de emigrantes, y la continua guerra contra ETA, en la que se consiguió ilegalizar Batasuna, el brazo político de la organización terrorista. Además se aprecian unas tensas relaciones con Marruecos por la inmigración ilegal, la situación del Sahara Occidental y las reclamaciones de Ceuta y Melilla.
En 2003, Aznar, propone a Mariano Rajoy como su sucesor, cumpliendo así su palabra de no estar en el poder más de dos legislaturas. Esta segunda también está marcada por las relaciones del presidente del Gobierno con Bush, que llevaron al país a Afganistán en 2001, debido al atentado a las Torres Gemelas por los iraquíes. Por una serie de catástrofes como la del Prestige y el 11-M en Madrid, que llevaron al PP a perder la mayoría en las Cortes.
En España se establece claramente un sistema bipartidista, en el que los partidos nacionalistas se aseguran las mayorías parlamentarias. Con ello podemos extraer distintas conclusiones:
1) España ha conseguido equipararse al resto de países europeos, disfrutando actualmente de una estabilidad y unas instituciones similares a países como Alemania o Francia. 2) El país ha experimentado un notable crecimiento económico con la implantación de un sistema democrático. 3)Se pasa a ser un país receptor de emigrantes, cuando treinta años antes eran los españoles los que emigraban. 4) Nuestra democracia se consolida.