Liberales isabelinos grupos sociales

1) Entre los años 1793 y 1795, España y Francia estuvieron en guerra, bajo el reinado español de Carlos IV, ante el temor de éste por las expansión francesa. En 1795 Francia y España firman la paz de Basilea, implicando un periodo de alianzas entre ambas potencias que dirigieron sus esfuerzos contra Portugal Inglaterra. Se produce la revolución francesa que años después servirá como inspiración a los españoles para llevar a cabo una revolución liberal ante la ocupación de la Península Ibérica parte de Napoleón años después. Durante esta alianza, se produjo también la derrota de la armada hispano francesa frente a la inglesa en la batalla de Trafalgar.

En 1807, Manuel Godoy, ministro de Carlos IV, firmó con Napoleón el tratado de Fontainebleau, me voy ante el que acordaban repartirse Portugal y su Imperio colonial, para lo que se permitía que las tropas francesas entraron en España. El objetivo final de Napoleón era la ocupación de la península ibérica. El ejército francés tomó lugares estratégicos, como Madrid, Barcelona, Cádiz y Lisboa, ante lo que Godoy preparó la evacuación de la familia Real hacia América. El príncipe de Asturias, por el rey
Fernando VII llevó acabo el motín de Aranjuez, que implicó la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo, Fernando. Napoleón aprovecho estas circunstancias para traer a Bayona a Carlos IV y a Fernando VII, dónde forzó a Fernando a abdicar de nuevo en Carlos IV, y este a ceder la corona a José Bonaparte, hermano de Napoleón, hechos que quedaron recogidos en el Estatuto de Bayona, ciudad que dio nombre a este hechos como las abdicaciones de Bayona.


2) Tras la abdicación es de Bayona, algunos ilustradores españoles apoyaron a José Bonaparte, viendo en el una oportunidad de llevar a cabo reformas liberales. A ellos se le conocíó como los afrancesados. Gran parte de la población española se opuso a estos planes, que no llegaron a llevarse a cabo. Este descontento culminó en un alzamiento populista contra Napoleón el 2 de Mayo de 1808. Se crearon Juntas Provinciales de Defensa, que posteriormente se constituyeron en una Junta Central que asumíó la soberanía de la nacíón en ausencia del rey. Este hecho muestra el deseo de fin el Antiguo Régimen, pues implicaba, además de gobernar en ausencia del rey, la organización de la base legal para instaurar el liberalismo. Aún así, es importante tener en cuenta que no todos sus componentes eran liberales, fue más bien la necesidad de tomar decisiones en ausencia del rey la que les uníó. Las Juntas dirigieron la Guerra de Independencia contra Francia, movilizando algunas unidades del ejército.

Fue el pueblo el que tuvo un papel más relevante en el desarrollo de la guerra, pues se organizaron guerrillas que acosaban al ejército francés, así como una fuerte resistencia en las ciudades, obligando a las tropas francesas a mantener largos sitios y desatender otros frentes. La participación del ejército británico tuvo un papel decisivo en el desenlace de la contienda a favor de España.
La primera derrota del ejército francés tuvo lugar en la batalla de Bailén en 1808 forzando a Napoleón a tomar la decisión de participar en la guerra de forma directa aportando 250.000 soldados más. A esto siguió una guerra de desgaste contra Francia, que conseguía controlar las primeras ciudades, pero no las zonas rurales.
En 1812, parte de las tropas francesas fueron desplazadas para constriñen el frente ruso. Ese mismo año un ejército británico dirigido por Wellington entró en España desde Portugal, uníéndose a las tropas españolas, con lo que se inició una serie de victorias contra los franceses que acabaron con el dominio francés. Napoleón pactó la retirada de tropas francesas de la Península Ibérica ñ que fue total a partir de 1813, poniendo fin a la guerra.


3) Fernando VII, regresó a España tras finalizar la guerra y con el regreso el absolutismo con breve periodo en el reinado liberal entre 1829-1833. Durante su reinado tuvo lugar la independencia de las colonias americanas respecto de España.
La primera estaba del reinado de Fernando VII tuvo lugar en los años 1814 y 1820 y fue un periodo absolutista.
El rey aceptó la propuesta de los absolutistas recogida en El Manifiesto de los Persas y derogó la Constitución de 1812, así como el resto de leyes promulgadas por las Cortes de Cádiz. Inició una dura represión contra los liberales y la vida política se vio dominada por los sectores más reaccionarios. La iglesia apoyó al rey, posiciónándose a favor de los grupos absolutistas. Se restablecíó el tribunal de la santa Inquisición, se suprimíó la libertad de expresión y de asociación…

En una segunda etapa, conocida como Trienio Liberal supuso una etapa lejos absolutista y algo más liberal. Durante el reinado de Fernando VII se habían producido numeroso pronunciamientos liberales, aunque ninguno tuvo éxito. Uno de los más Importantes fue el pronunciamiento de Riego que logró un amplio apoyo a favor de la Constitución. El rey se vio obligado a aceptarla, con una política moderada, en la que se tuvieron en cuenta derechos individuales, liberta de prensa… 


4) La iglesia fue apartada del poder, las órdenes monásticas disueltas y expropiadas sus propiedades y se produjo la expulsión de los jesuitas. Durante la época los liberales se vieron divididos en moderados, partidarios de pactar con los absolutistas para que aceptaran un sistema constitucional que cambio de ceder algunos aspectos, y exaltados, partidarios de posturas más radicales como la limitación drástica del poder De la Iglesia y nobleza, creación de un Estado centralizado o ampliación del sufragio. El propio Fernando VII alienta conspiraciones absolutistas para hacer caer el liberalismo. A este objetivo se unieron las potencias absolutistas europeas, enviando el ejército conocido como los ”Cien Mil Hijos de san Luis” por ser en su mayoría soldados franceses que logran expulsar a los liberales del gobierno.
La tercera etapa conocida como la Década Absolutista, se caracterizó por las durar represiones y aboliciones de las libertades políticas, con la iglesia como aliada de la monarquía. Se llegó a cabo un modernización de la Administración y se realizaron algunos cambios de organización del estado como la institución del Consejo de Ministros como gobierno de la Corona y la reorganización del sistema de Hacienda. La economía mejoró algo. Hacia el final de su reinado, Fernando VII veían dificultades en su sucesión, pues solo contaba con una hija, Isabel, por lo que el régimen comenzó a abrirse hacia el liberalismo.


5) El impacto de la Guerra Civil en el teatro fue tremendo. Se prodigó un aumento de las presiones comerciales y sobre todo ideológicas para explicar la pobreza que afecta al teatro desde el fin de la guerra.
Los cuarenta-> el teatro de este periodo representa una realidad falsificada y es anticuado. En la creación dramática encontramos: el drama burgués; que es una continuación de la novela benaventina, destacan Calvo Sotelo o Benavente y sin obras de correcta construcción y elegantes diálogos. El teatro de humor; Poncela con Eloísa está debajo de un almendro y Maribel y la estríala familia, trata de romper las formas tradicionales del humos, sus obras chocaron con una curtida y publico encerrados. Miguel Miura destaca con Tres sombreros de capa, se caracteriza por la utilización del humor absurdo.
Los cincuentena -> la década de los 50 comienza con tres importantes obras: Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo y escuadra hasta la muerte de Alfonso Sastre. Lo que los quiere transmitir este tipo de teatro es un existencialismo que más tarde deriva en la preocupación social. Sus temas tratan de problemas de obreros y gente humilde, mostrándonos así las desigualdades sociales. Muchas obras no llegaron al escenario, se denomina teatro soterrado. Destaca el Realismo, la escena imita espacios cotidianos con rasgos costumbristas. Sobresales Buero Vallejo, sus obras están destacad por temas humanos. Su género preferido es la tragedia, con ella pretende la catarsis o del espectador para conmoverle y animarle a luchar hacia su destino; el diálogo, el lenguaje se caracteriza por su densidad, hondura y precisión; el espacio donde se realiza la obra está descrito con minuciosidad, porque los objetos, su disposición y el ambiente adquieren una significación concreta. Entre sus obras destaca El concierto de San Ovidio, Un soñador para el pueblo.


6) Los sesenta -> Continuará con la línea de protesta y denuncia de la injusticia social y el desarrollo político de corte realista. José María Recuerda estrena Los salvajes en el Puente San Gil para criticar el conservadurismo burgués de la época. Laura Olmo obtendrá gran éxito con La Camisa, donde refleja los problemas de escasez vinculadlas al paro o la emigración. Francisco Nieva con La carroza de plomo candente, caracterizado por el empleo del simbolismo, los elementos oníricos…, Fernando Arrabal con El arquitecto y el emperador de Asiria, creador del teatro pánico de carácter provocador y rebelde, recoge elementos del Vanguardismo y del teatro absurdo. Surgen grupos de teatro independiente, cuya actividad se desarrolla al margen de los circuitos culturales establecidos, los grupos que más destacan son: Els Joglars, Los Goliardos y el Teatro Experimental Independiente con grandes innovaciones escénicas: Todo el grupo aporta ideas; expresión corporal, música…; enfoques críticos no solo dedicados a lo político y social; traslado del escenario al patio de butacas y buscando la participación del espectador.
Desde 1975 hasta fin del siglo-> Tras una etapa en la que la desaparición de la censaría se intenta llegar a escena todo aquello que había sido prohibido de décadas anteriores se asentará un teatro caracterizado por autores consagrados. En esta época se podría hacer un teatro en libertad, pero el público no asimila los cambios, abandona los teatros y rechaza los montajes vanguardistas. Destacan Antonio Gala con Anillos para una dama. Sus protagonistas son mujeres y tratan de temas como el amor…; José Luis Alonso de Santos loco La estanquera de Vallecas y Bajarse al moro, donde se aprecian aspectos de la sociedad actual; Fernando Fernán Gómez con Las bicicletas son para el verano también muy realista y José Luis Sanchís Sinisterra con ¡Ay, Carmela! En la que se reflexión sobre aspectos del propio teatro


7) En el 1975, con la muerte de Franco, se inicia en España un periodo de transición que, en pocos años, llevaría la normalización del país. Las facetas de ese cambio son: que vino el restablecimiento de las libertades lo que derribó las censuras; se completó con una mejora de la economía y las condiciones de vida de la población. En la narración los autores están volcados en él cultivos de la novela experimental o estructural.
Se centraba el esfuerzo del creador en el trabajo de composición de la obra, en el juego con la perspectiva y los puntos de vista, la variación y mezcla de registros y estilos, e incluso el hilo narrativo, estaba prácticamente desaparecido.
Entre los autores, destacan los hermanos Juan y Luis Goytisolo con novelas como Juan sin tierra, que constituía una declaración de independencia estética, estufa y cultural: su acercamiento al mundo árabe. Su hermano Luis, destaca su ambiciosa tetralogía Antagonia.
Esta tendencia encuentra probablemente su culminación en un autor más joven Julián Ríos, que en 1983 publica Larva.
Ahora bien, ya desde 1975 el ice y el declive de lo experimental fue cobrando fuerza otra tendencia. Se trata del retorno a la narratividad, punto de partida, Eduardo Mendoza con La verdad sobre el caso Savolta. Fue esta novela el arranque de la nueva orientación también destaca El misterio de la cripta embrujada de Mendoza.
Desde finales de la década de los setenta ya claramente, va consolidándose esta tendencia a regresar a procedimientos, asuntos y formas que ofrezcan al lector al menos dificultades.


8) Esta narrativa posmodernos se manifestó a través de una variedad muy notable de formas, temas y subgéneros donde pueden mencionarse la novela histórica, la novela negra o de intriga… A la orientación posmodernos, con esas variantes se fueron sumando autores, pero también los de las generaciones anteriores.
Cano, Delibes o Torrente Ballester con obras como Cristo versus Arizona, Cela; Los Santos inocentes, Delibes y Crónica del rey pasmado, Torrente. De la siguiente generación podemos destacar a Juan Benet y a José Luis San Pedro (Octubre, Octubre)(La sonrisa etrusca)
Entre los que empezaron a publicar en los setenta cabría destacar, aparte de Mendoza, a Juan José Millás, Manuel Vázquez Montalbán, Soledad Puértolas y Javier Marías, Millas en novelas como El desorden de tu nombre; Vázquez es autor de Yo mate a Kennedy o El hombre de mi vida; Javier Marías construye tramas absorbentes con una pieza densa, Todas las almas o Mañana en la batalla piensa en mi.
Algo más jóvenes Arturo Pérez Reverté, Antonio Muñoz Molina, Rosa Montero o Almudena Grandes. Reverté ha compuesto la serie más popular de novela de ambientación histórica del S.XVII, El capitán Alatriste. Molina con El jinete polaco; Rosa Montero con Te trataré como una reina o Bella y oscura.
Muchos son los novelistas de estas tres generaciones o incluso de la siguiente, que cabría añadir a esta lista.

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