En 1957 se produjo otro cambio de gobierno debido a la oposición interna y a la crisis. Se optó por una mayor liberalización de la economía, se intentó devaluar la peseta y garantizar mayores ingresos al Estado mediante una reforma fiscal. En 1959 se elaboró el Plan Estatal de Estabilización, que puso fin a la autarquía y abrió las puertas al liberalismo económico. Las medidas tuvieron un efecto negativo en un principio, pero pronto se percibieron sus ventajas. Se elaboraron planes de desarrollo que se centraron en el sector industrial y en zonas concretas (País Vasco, Cataluña, Valencia y Madrid). El crecimiento económico se debió fundamentalmente a los ingresos por el turismo, la inversión extranjera y las remesas de dinero de los emigrantes.Transformaron los hábitos y la mentalidad de los españoles, se inició el éxodo rural y un volumen importante de población emigró al extranjero. La sociedad española se modernizó, la Iglesia perdió peso, aumentó el número de estudiantes,… Esto supuso el fin del régimen; en los años 60 la protesta social aumentó y nacieron las CCOO. La Universidad se convirtió en el foco activo antifranquista y parte del clero criticó abiertamente el régimen. La oposición política se fue organizando y se enfrentó  con los nacionalistas. Surgió la ETA en el País Vasco.En 1966 un referéndum nacional aprobó la Ley Orgánica del Estado y en 1969 el Príncipe Juan Carlos de Borbón fue nombrado sucesor de Franco “a título, Rey”.A partir de 1970 se produjo una ruptura entre aperturistas, partidarios de un modelo parlamentario, e inmovilistas, opuestos a cualquier cambio.En 1973 Franco nombró presidente del Gobierno a Carrero Blanco quien el 20 de diciembre del mismo año moría, víctima de un atentado de ETA. Franco perdía a su hombre de confianza, en un momento en que acusaba síntomas de debilidad física y moral.Empezaba la agonía del franquismo. El búnker impuso su candidato a la presidencia del Gobierno, Carlos Arias Navarro, que mostró su talante represivo cuando decidió la ejecución del anarquista Salvador Puig Antich (1974). En Julio de 1974 Franco fue hospitalizado y durante algunos días cedió sus poderes al príncipe Juan Carlos. Tras el verano de 1975 los acontecimientos se precipitaron. Miembro de ETA y FRAP fueron ejecutados el 27 de septiembre, lo que produjo una oleada de manifestaciones internacionales contra la Dictadura, y estalló el conflicto en el Sahara español que terminó con la entrega del mismo a Marruecos y Mauritania. El 20 de noviembre murió Franco.

LA RESTAURACIÓN

La Restauración es el periodo en el que se produjo la reposición en el trono de la dinastía de los Borbones. Duró desde el pronunciamiento de Martínez Campos hasta la proclamación de la Segunda República. Durante este periodo se consolidó un régimen constitucional y parlamentario, pero que nunca llegó a ser plenamente democrático.Desde el golpe de Estado de Pavía (1874) se iba conspirando para llevar a los Borbones al poder con Alfonso XII, que publicó el Manifiesto de Sandhurst donde se recogen los principios de la restauración, que en realidad son las ideas de Cánovas, artífice de gran parte de la conspiración. La Restauración llegaría con el golpe militar de Martínez Campos en Sagunto, que restablecía a Alfonso XII como nuevo rey. Para la estabilidad del nuevo régimen, Canovas acabó con algunos de los problemas de la etapa anterior, primero con el de Cuba (paz de Zanjón) y después con la sublevación carlista, por lo que Carlos CII tuvo que emigrar a Francia en 1876. La preocupación de Canovas fue la de crear un régimen estable basado en partidos sin intervención militar, aunque la presencia militar siguió siendo notable.

 Las bases políticas de la Restauración

Para afianzar esta estabilidad se convocaron las elecciones de 1876, dando la victoria al gobierno conservador de Cánovas. Se elaboró una nueva Constitución, la de 1876, la más duradera de la España liberal. Era un modelo de liberalismo doctrinario, aunque contiene una amplia declaración de derechos. En la práctica se tendió a restringir estos derechos. Consideraba a la monarquía una institución superior, por lo que se estableció la soberanía compartida: el monarca tenía el derecho de veto, nombraba los ministros y podía disolver o suspender las Cortes, que eran bicamerales. El Congreso era elegido por sufragio censitario hasta 1890 y después universal, mientras que en el Senado la mitad eran elegidos por derecho propio o vitalicio. La Constitución proclamaba la confesionalidad católica del Estado, restableciendo el presupuesto de culto y clero.El ideal de Cánovas era buscar un área de convivencia, creando un bipartidismo, semejante al británico. La Restauración se basaba en dos grandes partidos, conservador y liberal, que coincidían ideológicamente en lo fundamental. Ambos partidos eran de minorías y defendían la monarquía, la Constitución, la propiedad privada y la consolidación del Estado liberal, unitario y centralista. La composición social de ambos partidos se nutría básicamente de las élites económicas y de la clase acomodada.Las diferencias en su actuación política eran mínimas. Los conservadores optaban por un inmovilismo político y la defensa de la Iglesia y el orden social, mientras que los liberales defendían un reformismo más progresista y laico.Se pretendía un turnismo pacífico, la alternancia regular en el poder entre las dos grandes opciones del liberalismo, cuyo objetivo era la estabilidad institucional. Durante la Restauración, cuando el partido en el gobierno sufría un proceso de desgaste político, el monarca llamaba al jefe de la oposición a formar gobierno. entonces, éste convocaba elecciones para ejercer el poder de manera estable.La alternancia en el gobierno fue posible gracias a un sistema electoral corrupto, que no dudaba en comprar votos, falsificar actas (pucherazo),…El control del proceso electoral se ejercía a partir del ministerio de Gobernación. El ministro designaba a los candidatos que deberían ser elegidos. Los gobernadores civiles transmitían la lista de los candidatos “ministeriales” a los alcaldes y caciques y todo el aparato administrativo se ponía a su servicio para garantizar su elección.

La oposición al turnismo

El turnismo dejaba fuera del sistema a partidos como el carlista o el socialista, que tenían en común su oposición al turnismo. Una parte del carlismo se renovó, optando por el parlamentarismo, alejándose de la sublevación militar. El republicanismo se presentaba con tendencias separadas:
posibilistas (Castelar), radicales (Zorrilla), federalistas (Pi y Margall), partido republicano centralista (Salmerón). Sólo se dieron alianzas en los momentos electorales.Uno de los fenómenos más relevantes de la Restauración fue la emergencia de movimientos nacionalistas en Cataluña y País Vasco frente a las pretensiones uniformizadoras del sistema político y administrativo adoptado por el liberalismo y la idea de imponer una cultura oficial castellanizada.

El nacionalismo catalán surgió inicialmente como un movimiento cultural y literario, pero en 1901 Prat de la Riba creó la Lliga Regionalista, que se convertiría en el gran partido nacionalista conservador catalán.

El nacionalismo vasco se consolidó a lo largo de la segunda mitad del XIX a partir de una corriente cultural. El proceso industrializador provocó una fuerte inmigración, lo que fortaleció una corriente de defensores de la lengua y la cultura vasca. Sabino Arana formuló los principios originarios del nacionalismo vasco e impulsó la fundación del PNV.

 La caída del Imperio colonial y la crisis de 1898.En los años noventa se radicalizó la postura independentista de Cuba, con José Martí, y de Filipinas, con José Rizal.La guerra cambió de signo cuando Estados Unidos entró en la misma debido a sus pretensiones económicas en la zona. La guerra fue claramente favorable a los norteamericanos. Por el Tratado de París en 1900 España perdía el resto de su imperio colonial.Las repercusiones del desastre fueron más psicológicas que materiales o políticas, ya que, por ejemplo, se redujo la deuda pública. Sin embargo, España entró en una grave crisis moral. Surgió entonces un movimiento denominado Regeneracionismo, que planteaba una profunda revisión de la situación española. En determinados sectores de la población se empieza a plantear una alternativa al sistema restauracionista.El movimiento obrero

En 1879, Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), partido que defendía los derechos del proletariado. Fue legalizado en 1881 por el gobierno de Sagasta. En 1888 se fundó la Unión General de Trabajadores (UGT), sindicato de orientación socialista. El movimiento obrero tenía dos corrientes:
anarquismo y socialismo.
El anarquismo, iniciado por Giuseppe Fanelli, mantuvo su negativa a participar en política y rechazaba el reformismo social. Se dio en zonas industriales y urbanas de Cataluña y en el campesinado de Andalucía y Extremadura. Había dos tendencias enfrentadas: los partidarios de la estrategia terrorista, que se basaba en la oposición al poder mediante la violencia y el ataque a las instituciones del Estado (organización La Mano Negra, autores del asesinato de Cánovas y el atentado contra la procesión del Corpus) y los proclives al sindicalismo, que utilizaban como instrumento revolucionario la huelga general. Bajo el impulso de los anarquistas catalanes se fundó la Confederación Nacional del Trabajo en 1910 (CNT), que reafirmó la acción directa frente a la lucha política y la huelga general como estrategia sindical. Después de la huelga de 1911, la CNT fue declarada ilegal hasta 1915.El socialismo se basaba en una acción sindical, la educación racionalista y la prensa. Se produjo cuando Pablo Iglesias aceptó colaborar con los republicanos en la democratización del régimen, sin renunciar a la revolución social. Este cambio de estrategia se produjo tras la Semana Trágica con la formación  en 1909 de la Conjunción Republicano-Socialista, que puso fin al aislamiento del PSOE. El socialismo asimiló el discurso anticlerical del republicanismo e incorporó intelectuales como Araquistáin y Besteiro. Gracias a esta alianza, Pablo Iglesias fue elegido diputado en 1910 y el socialismo se convirtió en una fuerza política parlamentaria.