Tema 4 La península ibérica
4.2 Principàles estapas de la reconquista
Tras urna lenta primera etapa de reconquista que se extiende basta e! siglo XI y que hemos analizado en el apartado anterior, los reinos cristianos entre los siglos XI y XIII van a conocer na gran crecimiento. Coincide este periodo con la decadencia militar de un Al-Ándalus desmembrado tras la desaparición del califato de Córdoba (1.031). Este proceso de avance hacia el sor de la península se conoce históricamente con el nombre de Reconquista y fue asumida como la tarea de recuperar unas tierras que habían sido cristianas siglos atrás.
Los avances cristianos sobre territorios musulmanes toman un cariz religioso, paralelo a la “guerra santa” islámica, convirtiéndose en una cruzada contra los “infieles” promovida desde el papado y que fue paralela en el tiempo con las Cruzadas de Tierra Santa. A estos motivos religiosos se unen los intereses políticos y demográficos de los reinos cristianos, que buscaban ampliar sus territorios para alcanzar mayor poder y dar tierras a una población en crecimiento.
Un importante papel fue el que jugaron las Órdenes Militares en la reconquista de la mitad sur de la península. Habían nacido este tipo de órdenes uniendo a los tres votos tradicionales de las órdenes religiosas (castidad, pobreza y obediencia) un cuarto voto que les comprometía a luchar contra los enemigos del cristianismo con motivo de las cruzadas que buscaban reconquistar Jerusalén y los Santos Lugares. En España aparecieron estas órdenes de monjes guerreros (como la de Santiago, la de Alcántara o la de Calatrava en la corona de Castilla y la de Montesa en la de Aragón) durante el Siglo XII, ocupando los territorios fronterizos con Al-Ándalus.
Las sucesivas etapas conquistadoras coinciden geográficamente con la ocupación de los grandes valles fluviales:
• Primera etapa hasta mediados del Siglo XI. Los asturianos, leoneses y castellanos completan la ocupación del valle del Duero, hasta llegar al Sistema Central. El avance en el este de la península fue más lento y durante este periodo los núcleos cristianos apenas se extendieron más allá de las estribaciones pirenaicas.
• Segunda etapa, finalizada hacia mediados del Siglo XII, se ocupan las cuencas de los ríos Tajo y Ebro. Hitos importantes en este avance frieron la conquista de Toledo por el castellano-leónés Alfonso VI (1086) y de Zaragoza (1118) por Alfonso I el Batallador de Aragón y Navarra. Son los años también de las proezas de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, caballero castellano que llegó a conquistar efímeramente Valencia, recuperada por los almorávides. Sin embargo, esta reacción islámica fue incapaz de reocupar las principales plazas ganadas por los cristianos.
• Tercera etapa, a principios del Siglo XIII. Los reinos cristianos avanzan por los valles del Guadiana y del Turia y Júcar. El rápido avance fue propiciado por el desmoronamiento del Imperio almorávide y la formación de las segundas taifas. La reacción musulmana que supuso la venida de los almohades (que en 1195 vencen a a Alfonso VCI de Castilla en Alarcos) no supuso mas que una detención temporal del avance reconquistador.
• Cuarta etapa, que acabara ocupando durante el Siglo XIII las cuencas del Guadalquivir y del Segura. Se inicia con la sonada victoria de Alfonso VIH (con la colaboración de otros reinos cristianos ) en Las Navas de Tolosa (1212), que abríó a los castellanos el rico valle del Gaudalquir. Este sería conquistado principalmente por Fernando III el Santo a mediados del XIII. Su hijo Alfonso X el Sabio terminó su labor en el Bajo Guadalquivir y en el reino de Murcia.
En la Corona de Aragón se produjo en esta etapa un avance decisivo, protagonizado principalmente por Jaime I el Conquistador que se anexiónó el reino de Mallorca y el valenciano. Con estas conquistas, la corona de Aragón adquiríó sus últimos territorios en la península, ya que Murcia quedó para Castilla. Privada de una posible expansión por el sur, los soberanos aragoneses iniciarían a partir de entonces su aventura mediterránea.
A partir de este momento (finales del s. XIII la reconquista se detiene y los estados cristianos parecen perder fuerza e interés en apoderarse de los últimos territorios andalusíes, los del reino de Granada, perdurando este Estado hasta finales del s. XV.
LA NUEVA ORGANEACtON POLÍTICO-TERRtTORIAL
Los cambios de fronteras -van a ser constantes, no sólo por el avance de la reconquista, sino por las continuas uniones y desuniones ñuto de pactos matrimoniales y herencias. Las monarquías hispanas medievales tenían un inerte carácter patrimonial, considerando propiedad personal del monarca unos territorios que traspasaba divididos a sus herederos. A partir del Siglo XIII se impone la transmisión al primogénito, ahorrando no pocas luchas y divisiones.
Los reinos hispánicos signen en líneas generales la organización política femdal que dominaba en Europa occidental, aunque la coyuntura guerrera les lleva a presentar sensibles variaciones, más patentes en el reino de Castilla que en el de Aragón donde el sistema feudal basado en el vasallaje estaba más desarrollado y el poder real muy restringido. En Casilla el monarca era ei jefe del ejército y guardaba para sí mayores poderes legislativos, judiciales y administrativos que en la corona de Aragón donde se habían cedido a los nobles.
Los reyes contaban para asesorarse en cuestiones políticas, administrativas y judiciales con el Consejo Real o Curia Regia, formado por altos nobles y clérigos. A partir del siglo XH, a raíz del resurgir urbano, se incorporaron burgueses de las ciudades a este órgano consultivo y nacen las Cortes, en las que ya se representaban los tres estamentos. Las Cortes de Castilla sólo tenían funciones consultivas y recaudadoras, aprobando impuestos extraordinarias, mientras que las del reino de Aragón sí tuvieron una importante función legislativa aprobando leyes.
Al fina! Del periodo podemos ver claramente definidos cuatro reinos cristianos en la península:
• Castilla, definitivamente unida al reino de León el año 1.230 con la figura del rey Femando 01, se convierte en el reino de mayor tamaño y peso demográfico de la península.
• Aragón y Cataluña unieron sus destinos en 1.137, gracias al matrimonio entre Petronila, heredera de la corona de Aragón, y el conde catalán Ramón Berenguer IV. Esta uníón, llamada Corona de Aragón tuvo la peculiaridad de que cada territorio preservó su individualidad conservando sus propias instituciones. A estos dos territorios se les añadieron en el s. XIII los reinos de Valencia y el de Mallorca, cada uno con sus propias instituciones de gobierno y teniendo en común únicamente la figura del monarca.
• Navarra, tras su momento de esplendor con Sancho III a principios del Siglo XI, queda encerrado entre Castilla y Aragón, sin posibilidades de expandirse territorialmente. Separada del Aragón a la muerte de Alfonso el Batallador, se volcó finalmente hacia la protección francesa, sucedíéndose en el trono diversas familias entroncadas con este país.
• Portugal inició su proceso de independencia el 1.143 como donación del rey Alfonso VI a su hija Teresa y su yerno Enrique de Borgoña. Con su hijo Alfonso Enríquez el que fuera un condado vasallo de Castilla-León alcanzó su plena independencia poniendo su reino bajo la protección directa del papado e iniciando su expansión territorial hacia el sur.