Los reinos cristianos en la edad media manifestaciones artisticas


4. La Península Ibérica en la Edad Media: Los reinos cristianos


4.1 Los primeros núcleos de resistencia


El dominio de los musulmanes no fue completo en la península, ya que las regiones del norte aparecieron núcleos cristianos independientes, era una zona poco romanizada y cristianizada, sus habitantes se agrupaban en tribus, y el islam no se preocupó por esa zona que consideraba poco próspera.    El primer reino cristiano que surgió fue el de Asturias, entre los años 718 y 722, Pelayo, un jefe local, venció a los musulmanes en Covadonga. Establecieron su corte y se extendieron por el este y el oeste. Durante el reinado de Alfonso II (791-842) trasladaron la corte a Oviedo, restableció la legislación visigoda, y organizó una Iglesia católica local.   En la frontera entre al-Ándalus, y los francos, surgieron estados pirenaicos. Apareció el reino de Pamplona en el pirineo occidental, que se independizó en el 905 con Sancho Garcés I. En el pirineo central se formaron los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza en el siglo XI. Y en el pirineo oriental se formaron muchos condados, aunque el conde de Barcelona, Wilfredo I, impuso su hegemonía sobre el resto en el 878.   

4.2 Principales etapas de la Reconquista

Los reinos cristianos le fueron ganando terreno de forma discontinua a al-Ándalus, aunque el proceso se aceleró con la caída del califato, y de los imperios almorávide y almohade. Los reinos de la península nacieron y se consolidaron entre el siglo VIII y mediados del IX. En este período, la hegemonía la tenía al-Ándalus, y los reinos cristianos sufrían las aceifas. Durante esta época, los reinos cristianos se fueron uniendo y consolidando, quedando el de Castilla, el de Aragón, el de Navarra y el de Portugal. Los reinos cristianos fueron conquistando los territorios siguiendo el orden de los grandes ríos, primero se extendieron por el valle del Tajo y del Ebro, y después del Guadalquivir y Guadiana, reclamando parias a los musulmanes, y gracias a ellas y a un crecimiento económico y demográfico continuaron extendiéndose.    Una vez consolidados los reinos cristianos, fueron avanzando hasta la derrota almohade en la batalla de las Navas de Tolosa (Jaén) en 1212, donde se vio la clara superioridad cristiana. Los reinos cristianos ocuparon los valles del Guadalquivir y Guadiana, y a lo largo del siglo XIII fueron conquistando los territorios musulmanes, hasta quedar solo el reino nazarí de Granada, que duraría hasta 1492.    

4.3 Las formas de ocupación del territorio y su influencia en la estructura de la propiedad. Modelos de repoblación y organización social.   

La repoblación cristiana se caracterizó por el establecimiento de colonias en los territorios reconquistados. En la primera etapa de la Reconquista, se repobló la parte meridional del valle del Duero, creando ciudades amuralladas, repobladas por cristianos en su mayoría. El valle del Tajo convivieron musulmanes, judíos y cristianos, hasta la derrota almorávide, y solo quedaron cristianos. En el valle del Ebro, se mantuvo la población musulmana (mudéjares), que solo se trasladó fuera de los muros en las ciudades. En la segunda etapa de la Reconquista, se crearon campamentos permanentes de tropas, que garantizaban la defensa, y se crearon órdenes militares. En la tercera etapa de la Reconquista, se mantuvo la población musulmana en algunas regiones, aunque en otras fueron exterminados. La repoblación entre cristianos se hizo mediante sistemas de repartición, entre las personas que intervinieron en la Reconquista.   

Tras la Reconquista, se adoptó una sociedad feudal de estratos cerrados.         ·

La nobleza: Se dividía a su vez en alta y baja nobleza, poseían las tierras, rentas y derechos señoriales, velaban por la seguridad de sus súbditos.    ·El clero: se dividía en alto y bajo clero, su función era rezar por los hombres y mujeres. Ni la nobleza ni el clero pagaban impuestos ni cargos fiscales. El clero recibía además una decima parte de la cosecha de parte del pueblo, el diezmo.      ·Estado llano, formado por campesinos principalmente, tenían labores del campo y militares, y tenían todos los impuestos. Gracias a la expansión económica del siglo XI, apareció la burguesía, dedicada al comercio y artesanía, que adopto una importancia vital      4.4 Diversidad cultural: Cristianos, musulmanes y judíos.
  

     Además de cristianos, en la península convivían dos minorías marginadas: musulmanes y judíos. Los mudéjares eran musulmanes bajo el dominio político cristiano, que pagaban impuestos. Formaron grupos compactos en el Ebro y Valencia, representaban un porcentaje importante de la población. No fueron víctimas de la intolerancia debido a su escasa riqueza y cultura, aun así eran odiados por los cristianos. Mantuvieron sus costumbres y vivieron en sus propios barrios, llamados morerías.    Los judíos vivían en ciudades y se dedicaban a actividades específicas como la medicina, el comercio del dinero, la artesanía, la orfebrería, la creación de tejidos, lo cual creaba una gran dependencia hacia ellos. Controlaban impuestos indirectos y aduaneros, practicaban la usura (obtención de beneficios mediante préstamos con intereses), según los cristianos también eran culpables de la muerte de Cristo. Por todos estos motivos, se propicio un odio generalizado hacia ellos. Debido a este odio, sufrieron asaltos y asesinatos, que culminaron con una matanza en 1391. Todo esto provocó una emigración masiva de judíos, y una conversión masiva (judíos conversos). A pesar de estar protegidos por los monarcas (a los que les prestaban dinero para fines militares) se le obligó a vivir en barrios separados, llamados aljamas.    

4.5 Manifestaciones artísticas en la península durante la edad media, el románico y el gótico

La expansión militar y económica de los reinos cristianos favoreció la aparición del arte románico, durante los siglos XI y XII, difundido gracias a influencias internacionales por el Camino de Santiago.    En arquitectura destacan la bóveda de cañón o arista, arcos perpiaños, gruesos muros y robustos pilares, el realce del crucero a base de cúpulas… Los monasterios y catedrales ofrecen un aspecto majestuoso, como la catedral de Santiago. La pintura también tiene función religiosa, tiene carácter narrativo y expresividad, aunque está alejada de las normas de la belleza clásicas. Destacan las pinturas de San Isidoro de León. La escultura es generalmente de marfil, y está ligada la arquitectura, desempeña una función religiosa, alejada de la decoración y tendencias naturalistas. Destacan las portadas del Monasterio de Ripoll.    A partir del siglo XIII, se establece el estilo gótico, de origen francés y de estilo cisterciense. En arquitectura se emplean arcos apuntados, bóvedas de crucería, y se busca verticalidad, luminosidad, y pretensión naturalista. Destacan las catedrales de Burgos, León y Toledo, en el Reino de Castilla, y las de Barcelona, Girona y Menorca en la Corona de Aragón. En cuanto a la pintura, se lleva a cabo la pintura en tabla y surgen nuevas técnicas, hay una gran influencia francesa. Destaca la pintura gótica de las Miniaturas de las Cantigas. En la escultura, junto a la decorativa para portadas y claustros, se desarrolla también una escultura religiosa cargada de naturalismo y expresión sentimental, destacan la Virgen con el Niño, la Piedad…      Cabe destacar también el arte mudéjar, utiliza los sistemas arquitectónicos del románico y gótico, pero aporta elementos musulmanes, utiliza materiales pobres como yeso o ladrillo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *