Los Reinos Cristianos y la Reconquista en la España Medieval

Los Reinos de Taifas y la Africanización de Al-Ándalus

Las ciudades más importantes se fueron haciendo independientes del poder de Córdoba, creándose los Reinos de Taifas (territorios mucho más pequeños que el Califato). Esto permitiría el avance de los Reinos Cristianos, aprovechando la debilidad islámica, lo que llevaría a la petición de ayuda musulmana, para conseguir la unidad, a dos imperios africanos (almorávides y almohades). Estas taifas están bajo el control de las principales etnias: eslavos (Murcia, Valencia, Mallorca), árabes (Córdoba, Sevilla), y bereberes (Toledo, Granada, Zaragoza). Un punto clave fue la conquista cristiana de Toledo (1085), que hizo ver a los musulmanes la necesidad de ayuda, pidiendo esa ayuda a los almorávides. Estos llegaron a la Península consiguiendo volver a unificar Al-Ándalus. Desde un punto de vista religioso y social, fomentaron el integrismo religioso. Los taifas tuvieron que pagar parias a los reinos cristianos que las amenazaban y exigir impuestos a sus súbditos.

Los almorávides llegaron en el siglo XI, conquistaron todas las taifas y reunificaron Al-Ándalus. Los almohades llegaron en el siglo XII, procedían del actual Marruecos y establecieron su capital en Sevilla. Tampoco lograron frenar el avance de los cristianos y fueron derrotados en la batalla de Las Navas de Tolosa (Jaén, 1212). Tras ellos surgieron las terceras taifas, que fueron ocupadas en el siglo XIII por Castilla y Aragón.

El Origen del Reino de Asturias

Surgió en la Cordillera Cantábrica. Entre los años 718 y 722, Pelayo, un jefe local, promovió una revuelta en la que derrotó a los musulmanes cerca de la gruta de Covadonga. El reino astur estableció su corte en Cangas de Onís y amplió su radio de acción hacia el Este y el Oeste. Este monarca consolidó el nuevo reino restableciendo la legislación visigoda y organizando la Iglesia católica local con independencia del arzobispado de Toledo.

Los Estados Pirenaicos

Al otro lado de los Pirineos se encontraba el reino de los francos, que ya había detenido el avance de los musulmanes en la batalla de Poitiers. En el Pirineo Occidental apareció el reino de Pamplona. En los altos valles se formaron los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza. En el Pirineo Oriental se constituyeron varios condados: los catalanes, Gerona, Pallars, Rosellón, Cerdaña y Urgell…

El Avance de los Reinos Cristianos

1. Inferioridad de los reinos cristianos

Estos reinos sufrieron las aceifas de Abd al-Rahmán III y Almanzor y fueron obligados a declararse vasallos del poder islámico de Córdoba. En Asturias los sucesores del rey Alfonso II extendieron el reino hasta el valle del Duero. Navarra se extendió hasta el Ebro y, durante el reinado de Sancho III el Mayor se apoderó del condado de Castilla.

2. Avances sobre el Tajo

Circunstancias que permitieron la expansión cristiana: los reinos de taifas pagaron abundantes parias a los cristianos y estos financiaron con ellas sus conquistas, además de que experimentaron un crecimiento demográfico y económico. Alfonso VI conquistó Toledo y controló el valle del Tajo.

3. Avances sobre el valle del Ebro

Aragón, con Alfonso I el Batallador, conquistó Zaragoza y controló el valle del Ebro. Luego, el reino de Navarra se separó y quedó limitado a un pequeño territorio.

Los reinos de Castilla y León se unieron con Fernando III, rey de Castilla y de León. Ocuparon los valles del Guadiana y del Guadalquivir, conquistando Jaén y Sevilla.

Alfonso X tomó el reino de Murcia, Cádiz, Huelva y Jerez. La expansión de la Corona de Aragón se debió a Jaime I el Conquistador que se adueñó de las Islas Baleares y Valencia.

La Crisis del Siglo XIV

En este siglo se acaba la Reconquista. Es un siglo de lluvias, por lo que la agricultura no existe, lo que causa hambre en las ciudades, lo que provoca la muerte. A esto se le añade la llegada de una enfermedad, la peste. La nobleza y la Iglesia imponen su poder sobre los campesinos y los siervos, lo que causa revueltas campesinas, que en algunos casos llegaban a matar a sus señores. Los poderosos de la época, la alta burguesía, se enfrenta a la burguesía baja en la ciudad y en el campo. Los reyes son los únicos posibles de dominar esta situación, pero no tienen fuerza. Este es un siglo de minorías reales y surge un sistema feudal más fuerte, ya que los reyes se solían morir en torno a los cuarenta, gobernaban sus hijos (demasiado jóvenes). Esto provoca la pelea entre la Iglesia y la nobleza por proteger al niño. Esto provoca una reseñorización y se producen las revueltas progroms, donde se les echa la culpa a los judíos de todas estas revueltas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *