Manifiesto de Primo de Rivera: Contexto Histórico y Desencadenantes del Golpe de Estado de 1923

Manifiesto de Primo de Rivera

Nos encontramos ante un manifiesto del General Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña en 1923. Primo de Rivera descendía de una familia de militares, curtido en las guerras de Cuba, Filipinas y Marruecos, tenía una mentalidad castrense y conservadora, aunque no tenía planteamientos concretos de acción para su gobierno. Su régimen dictatorial se caracterizará por la defensa de un Estado fuerte e intervencionalista, antiliberal, conservador y monárquico. Se trata de un texto circunstancial, documento en el que propone lo que va a hacer en el Golpe de Estado, el cual va dirigido al pueblo, por lo tanto, es de destino público. El autor expone sus objetivos, muy centrado en el tema político y en la resolución del drama marroquí. Este manifiesto data del 13 de septiembre de 1923.

El texto se divide en tres párrafos. En el primero ataca al sistema político de la Restauración, justificando el Golpe de Estado como la salvación de la Patria, que sobrepasa la legalidad. Quiere tomar medidas extremas, llegando a una dictadura militar. Aclara que no era su deseo violar la Constitución, pero se vio obligado, haciendo referencia a los políticos elegidos democráticamente, que son los responsables del “cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron en el año 98”, refiriéndose al desastre del 98 en el cual España perdió las colonias de Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Piensan que no van en contra de la legalidad dadas las circunstancias y dan el Golpe de Estado en nombre del pueblo (ya que lo pedían).

En el segundo explica las causas por las que se hace el Golpe de Estado. No tienen que justificar nada ya que todo el pueblo lo quería, los asesinatos de gobernadores, autoridades, etc. En este entorno se encuentra la situación de Barcelona con el Trienio Bolchevique: donde el enfrentamiento entre los sindicatos y la patronal dieron lugar a un clima de violencia callejera y “pistolerismo”. Las huelgas, el cierre patronal y el enfrentamiento a tiros se convirtieron en norma y justificaron la suspensión de las garantías constitucionales. Simultáneamente, en el campo la ocupación de fincas y la posterior represión caracterizaron a estos años, conocidos como el “Trienio Bolchevique”. También hace alusión a los gastos que están haciendo los políticos (la política económica de la depreciación de la moneda), la indisciplina (huelgas, manifestaciones), la descarada propaganda separatista (nacionalistas) y la impune propaganda comunista (que no es castigada).

En el tercer y último párrafo sigue dando causas, lo que van a hacer: un Gobierno Provisional y militar; se van a separar los africanistas; tienen claro que el problema de Marruecos no es del ejército ni del gobierno, le echan la culpa a los políticos y debido a ello los apartan.

Factores Desencadenantes del Golpe de Estado

Los factores desencadenantes del Golpe de Estado son tres:

  1. La descomposición del sistema político, que se manifestará en la incapacidad de los gobiernos de concentración para resolver los graves problemas que tenía el país y la alternativa política fuera del sistema resultaba imposible.

  2. La cuestión “marroquí”, agravada por el desastre de Annual en 1921, que acentuó el deterioro de las relaciones entre los jefes militares y el gobierno debido a la falta de una Política clara en el Norte de África y el expediente Picasso. El cual determinaría las responsabilidades del desastre de Annual y el Ejército no podía permitir que viera la luz en la comisión parlamentaria.

  3. Crisis económica y violencia social. Se intensificó la crisis económica puesto que a la inflación de los años de la guerra se unió la contracción de la demanda provocando el cierre de empresas, el aumento del paro y rebajas salariales. Esto supuso un aumento de la conflictividad especialmente en Barcelona, donde el terrorismo vinculado a los grupos de la CNT y el ejecutado por los “sindicatos libres” se saldó con más de 800 atentados entre enero y septiembre del 23.

Desde principios de 1923 eran constantes los rumores de golpe de Estado y parecía evidente que sectores cada vez más amplios de la sociedad española estaban dispuestos a aceptar una solución de corte autoritario para resolver los problemas del país. La conspiración militar se inicia a mediados de Junio de 1923, en el que el general Primo de Rivera establece contactos con otros altos mandos militares partidarios de un golpe de fuerza que desplazara del gobierno a los políticos sustituyéndolos por prestigiosos técnicos civiles, sin adscripción partidista. Las noticias de lo que está ocurriendo llegan al Consejo de Ministros que adopta una actitud poco decidida y enérgica. El Rey (de vacaciones en San Sebastián) no hace nada. Cuando llega a Madrid el 14 de Septiembre se niega a apoyar la tardía reacción del gobierno induciéndole a presentar la dimisión.

Si nunca se ha podido probar que el Rey patrocinara este golpe, es evidente su colaboración, al no cortar el proceso de insubordinación. Sin Gobierno, el Rey llama inmediatamente a Madrid a Primo de Rivera para entregarle el poder. El 15 de Septiembre juraba como presidente y Ministro universal, pero asistido por un Directorio militar de 8 generales de brigada en calidad de vocales.

Con una visión regeneracionista se erigió en el “cirujano de hierro” que venía a resolver el grave problema de Marruecos, la impiedad religiosa, el terrorismo, etc. De ahí la buena recogida general que tuvo el régimen en sus comienzos entre la opinión pública y los distintos sectores de la vida política. Tan solo el Partido Comunista y la CNT muestran una oposición abierta al nuevo régimen.

El gobierno de Primo de Rivera intentó introducir cambios como el Estatuto Municipal de 1924. En la práctica, los gobernadores provinciales siguieron controlando la vida local. En Cataluña Primo de Rivera prohibió el uso del himno y de la bandera catalanas, y restringió el uso del catalán. En 1930 se producirá la dimisión de Primo de Rivera, la sociedad española reclama cambios reales y se produce una fuerte oposición antimonárquica creciendo la idea republicana.

Dámaso Berenguer nuevo presidente del Consejo de Ministros.

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