Modernización y Militarismo en Uruguay

Proceso de “modernización”

Con respecto a Uruguay, el proceso de modernización significó el esfuerzo del país por ponerse a tono con las demandas exteriores, no solo en el plano económico sino también en el político y cultural. Esto impuso que fuera abandonando sus pautas tradicionales para adecuarse a esos requerimientos externos y operar una mejor inserción, o una inserción más fluida en la economía mundial. Este hecho implicó un aumento de la dependencia nacional con relación a los países industrializados de Europa. Un ejemplo de este proceso de adaptación o modernización ya fue visto cuando se expuso la “revolución del lanar”, la cual hizo que la economía de Uruguay se transformara en una economía diversificada, nuestro país no solo va a exportar carne y cuero, sino que va a agregar a la exportación la lana. Ahora se verán sus otros elementos, por ejemplo, la revolución del alambrado en el plano económico, y el ascenso de nuevas fuerzas al poder, que crearon el Estado moderno en el plano político. Desde el ángulo político, el Militarismo significó la sustitución de los partidos tradicionales en la conducción del Estado.

Caracterización del Militarismo

El 10 de marzo de 1876 se efectuó una amplia reunión de comerciantes, hacendados, extranjeros residentes, en la casa del Juez de Comercio Juan Andrés Vázquez, ante la renuncia de Pedro Varela, esa asamblea de “fuerzas vivas” resolvió ofrecerle el poder al Ministro de Guerra Coronel Lorenzo Latorre. Latorre aceptó el ofrecimiento, se dirigió al Fuerte, sede de gobierno, tomó el poder con el título de “gobernador provisorio” y prometió hacer un “gobierno honrado y decente”. Si bien el mismo procedía personalmente del Partido Colorado, su gobierno no hizo política de partido.

El gobierno de Latorre no fue directamente un gobierno de la clase militar, ni lo desempeñó en beneficio de esta. Sin embargo, el poder desarrollaba una autoridad discrecional basada en el ejército, y que hubo un orden dictatorial, que Latorre impuso por la violencia, con ejecuciones sin juicio y castigos sin intervención judicial.

Puede concluirse que entre 1875-1886 se perfiló en nuestro país un tipo militarista mínimo configurado por el desplazamiento inicial de las autoridades civiles. El Militarismo significa el predominio del elemento militar en el gobierno del Estado, y de algunos elementos con que generalmente se le caracteriza: gravitación decisiva de la organización militar en las decisiones gubernamentales, monopolio de los cargos más importantes, imposición a la sociedad de los valores puramente militares, transformación del elemento militar en un sector destacado en la sociedad.

Ni durante el gobierno de Latorre ni Santos existe propiamente predominio del elemento militar en el gobierno del Estado.

Podría suponerse que las últimas decisiones eran tomadas por el ejército corporativamente, mediante las deliberaciones de los mandos, para imponerlas luego al equipo civil de gobernantes.

Existió, especialmente en Latorre, la tendencia a exaltar ciertos valores estimados de modo particular en la vida militar: el orden, las tradiciones nacionales, el respeto a las jerarquías, la sobriedad, honestidad, la eficacia.

El ejército no se constituyó en un sector privilegiado de la sociedad. Ni experimentó un gran crecimiento numérico, ni registró un aumento de sus estipendios. Latorre disolvió batallones por economía, y recargó las tareas de los cuerpos haciéndolos rotar por la campaña y asignándoles el cumplimiento de labores policiales. Santos adoptó una conducta distinta, otorgando prebendas a los jefes de batallón, y halagando con pequeñas dádivas a los soldados, pero sin llegar a constituir una “elite” militar.

El gobierno de Latorre

No fue solamente un gobierno de hecho, es decir, un gobierno no legitimado constitucionalmente. Fue una dictadura ejercida sin límites.

No se mantuvieron ni garantías, ni formas constitucionales aun para los bienes fundamentales del hombre, la vida y la libertad.

Latorre tenía una gran pasión de mando pero no lo ejercía para medrar, tampoco para satisfacer venganzas personales.

Latorre gobernó en función de la campaña, aproximándola a la ciudad, haciendo desaparecer entre ambas los antagonismos tradicionales, sellando de tal suerte la unidad del país, entorpecida por un caudillismo decadente y consagrando definitivamente el principio de la autoridad.

El Gobierno de Latorre unificó el poder al valerse de medios técnicos modernos para hacer cumplir su voluntad en todo el territorio nacional. El hecho tiene una importancia crucial porque fue la primera vez, desde la creación de la República, que el gobierno central pudo obedecer hasta en las regiones más lejanas en la capital. Esos medios técnicos fueron:

• El fusil Remington. El Mauser y el Remington como armas de repetición y ataque a distancia, le dieron al ejército un poder incontrastable. Era el único que podía utilizarlos.

• El telégrafo. La importancia del telégrafo radica en la velocidad para transmitir información desde los confines de la República a la capital. Fue un claro instrumento de aplicación de la voluntad del poder central.

• El ferrocarril. La rapidez que en el traslado de las tropas, para sofocar revoluciones, proporcionaba el ferrocarril, fue una ventaja rápidamente percibida por el gobernante. En todo el país había 287 km de vías férreas, que habrían de extenderse mucho más bajo el gobierno de Santos.

• Correos. A mediados de 1877 fue reorganizado el servicio de correos pasándolo a manos del Estado, con 200 agencias en todo el país.

Modernización del aparato jurídico

Durante su administración, Latorre fue sustituyendo a los alcaldes ordinarios por jueces letrados departamentales, con lo que la administración de justicia mejoró desde el punto de vista técnico y de su eficiencia. Simultáneamente se aprobaron los códigos de procedimiento civil e instrucción criminal en 1878, así como el código rural, reformado en 1879, y también se creó el registro de embargos e interdicciones judiciales.

Al haber más jueces y más códigos, que mejoraron el viejo y engorroso sistema judicial español, se pudo administrar justicia más rápida y eficientemente, como lo exigía un estadio económico moderno y más ágil. El estado se convertía en un organismo más eficaz.

Secularización del Estado

En 1879 se aprobó la ley de registro de Estado Civil, con lo cual pasó a manos del Estado una función cumplida hasta ese momento por la Iglesia. Cada juzgado de paz empezó a llevar cuatro registros: de nacimiento, de defunciones, de matrimonio, y de reconocimientos y legitimaciones.

Los recién nacidos debían ser inscritos dentro de los diez días siguientes al parto en Montevideo, o dentro de los veinte días si el nacimiento se había producido en campaña. Ello también valía para los matrimonios.

Extensión de la acción educativa del Estado

Vinculado a la sociedad “Amigos de la educación popular” desde 1868, José Pedro Varela concretó sus ideas sobre la educación en un primer libro de 1874 titulado “La educación del pueblo”.

En junio de 1876 presentó su proyecto de ley de Educación Común.

En esa obra analizó las causas sociales de la problemática política del país y llegó a la conclusión de que era imprescindible elevar el nivel de la educación si se quería superar el estado de anarquía y desorden que caracterizaban a la sociedad uruguaya. Varela proponía la creación de una Comisión Nacional de Educación que administraría la escuela, adoptaría los textos y examinaría los aspirantes a maestros. Se establecían los principios de gratuidad, obligatoriedad y laicidad parcial, por cuanto las comisiones de distrito podían imponer la enseñanza de la religión católica.

Como lo quiso Varela, la expansión de la educación fue la base de la futura democracia política.

En la enseñanza superior se produjeron cambios de importancia al quedar instaladas en 1876 las dos primeras cátedras de la Facultad de Medicina. En 1878 se estableció una nueva integración del Consejo Universitario, que dirigía la Universidad de la República.

En 1855 se creó la Facultad de Matemáticas.

En 1879 se creó la Escuela de Artes y Oficios, para impartir enseñanza industrial. Sus primeros talleres fueron de herrería, tipografía, zapatería, carpintería, música y dibujo.

Con todas estas realizaciones que van desde el plano de la tecnología militar hasta el de las características culturales del país, el Estado logró concentrar su autoridad y aplicar los medios de su rápida y eficaz modernización.

Todos estos elementos y avances hicieron que el país ingresara en un nuevo estadio de evolución.

El Código Rural

El código rural había sido sancionado en el gobierno de Pedro Varela en 1875. En realidad lo que se había aprobado fue el proyecto presentado por la Asociación Rural, que aseguraba la propiedad sobre la tierra, aseguraba la propiedad sobre el ganado, mediante normas sobre marcas y señales, etc. También aseguraba el orden, con disposiciones sobre la posibilidad de creación de policías privadas, reglamentación de pulperías, del trabajo de los peones, etc. En 1879 el código rural fue reformado estableciéndose la medianería obligatoria, lo que le dio un enorme impulso al cercamiento de los campos, y la prisión por abigeato, delito por el cual antes se podía pagar una multa, con lo que se salvaban de la cárcel los ricos. Ahora, en un reforzamiento de la lucha contra el abigeato, todo el hallado culpable de ese delito debía ser remitido a la cárcel.

En la oficina general de marcas y señales de ganado (1877) debían solicitarse las marcas de ganado para evitar repeticiones y fraudes y asegurar de esa manera la propiedad sobre el ganado, así como el Código Rural la aseguraba sobre la tierra.

La revolución del alambrado

La revolución del alambrado o el cercamiento de los campos forma parte de una política de conversión de la estancia en empresa, de la cual el primer paso se había dado ya con la introducción del ovino. El cerco significó ponerle “puertas” al campo.

El cercamiento trajo consigo la afirmación de la propiedad privada.

Causas:

a) El alambrado fijaba con claridad la extensión de la tierra que cada uno poseía

b) se consolidaba la propiedad en manos de sus ocupantes del momento

c) se ahorraba mano de obra

d) favorecía la cría del ovino porque permitía la cruza controlada

e) favorecía la cría del vacuno porque permitía el mestizaje controlado

f) impedía que el campo fuera recorrido por intrusos, evitando así robos, fugas, corridas.

Bastaron 10 años para alambrar los 2/3 de la propiedad privada de la campaña uruguaya y solo un quinquenio para cercar su mayoría.

Consecuencias económicas:

Después del ovino, el alambrado fue el segundo elemento transformador de la estructura económica rural. Y por ello varias razones. Al dividir la estancia en potreros, posibilitaron tareas tendientes al perfeccionamiento de la explotación y al aumento de la productividad ganadera. Se pudo dar una mejor alimentación al ganado, se pudo llevar a cabo el proceso de la mestización, se pudo implantar la cría separada o conjunta de ovinos y bovinos, se produjo un notorio descenso de los gastos de la estancia al disminuir el número de peones necesarios, que fueron reemplazados por el alambre.

Consecuencias jurídicas y sociales:

El alambre consolidó el régimen vigente de la propiedad de la tierra, beneficiando a los grandes propietarios que ya no tendrían el temor de perderla. Puso punto final a las disputas por la tierra.

Eliminó al minifundista ganadero, o sea aquel pequeño propietario de ganados que no poseía tierras. En tercer lugar, disminuyó el número de pequeños o medianos propietarios que no pudieron afrontar el costo del cerco. Cuando el gran propietario lindero cercaba, el pequeño o mediano propietario tuvo que vender su propiedad, en todo o en parte, incapaz de afrontar los costos del cercamiento.

El alambrado consolidó el latifundio y la sociedad tradicional. El latifundio aceptó el cerco para fortificarse, para consolidarse. El cerco debía ser el primer paso en el camino hacia el perfeccionamiento de la explotación ganadera.

Finalmente se puede decir que el alambrado provocó la primera desocupación tecnológica en el país. Al eliminar las estampidas de ganado y sus pérdidas, hizo innecesario el aporte del trabajo de muchos peones, agregados y puesteros, y lo fue eliminando lentamente de la estancia.

Se puede estimar que sobre una población rural de 400.000 personas, alrededor del 10 por ciento fueron desplazadas del trabajo rural. Peones, agregados, puesteros, se encontraron sin trabajo y tuvieron que trasladarse a las márgenes de las ciudades del interior o crearon pequeños pueblos poblados. Esto significó la desaparición del gaucho.

En 1878 se realizó una elección legislativa muy poco representativa de las tendencias políticas de la época porque hubo una fuerte abstención. La asamblea resultante de esas elecciones designó a Lorenzo Latorre como presidente constitucional el 1 de marzo de 1879. Apenas un año después, Latorre presentó la renuncia a su cargo y fue sustituido por el presidente del senado, Francisco Antonio Vidal. En su nota de renuncia decía que el país “era ingobernable”.

Ascenso de Máximo Santos

Como Ministro de Guerra y Jefe del ejército, el Gral Máximo Santos encabezó el sector popular del Partido Colorado, y recibió también el apoyo del sector tradicionalista blanco.

El 28 de febrero de 1882 Francisco Antonio Vidal renunció a su cargo y Santos fue elegido Presidente de la república.

El Militarismo bajo Máximo Santos fue distinto al gobierno de Latorre. Santos demostró una especial preocupación por el ejército.

A diferencia de Latorre se apoyo decididamente en el Partido Colorado, del cual fue electo jefe.

Otra caracteristica de esta administracion fue el desorden financiero. Se le reprocho mucho en la epoca al gobierno el derroche de fondos publicos y el permitir negocios poco claros en los cuales aparecian implicados hombres que rodeaban al propio Presidente. El desorden administrativo y contable llevo a que maestros y policias quedaran sin cobrar sus sueldos durante varios meses

En cuanto a avances en la organización del Estado se fueron creando en su orbita organismos que mejoraron notoriamente la administracion publica.Se crearon nuevas oficinas como el Registro de Embargos e Interacciones juridiciales, el registro de marcas de fabrica y comercio, el registro de estado civil, el mismo asumio tareas que hasta el momento habia desempeñado la iglesia catolica en lo relativo a matrimonios, defunciones, nacimients, legitimaciones; la direccion general de caminos destinada a coordinar los esfuerzos del estado en la construccion de caminos y en la elaboracion de una politica vial general; la creacion del ministerio de justicia, culto e instrucción publica.

La creacion de nuevos departamentos tuvo como objetivo disminuir el area administrada por cada autoridad, de manera que se pudiera ejercer mejor el gobierno local

El positivismo: a partir de 1875 el positivismo filosofico comenzo a predominar en el medio intelectual montevideano junto con el naturalismo cientifico de Comte, Spencer y Darwin. Uno de los positivistas mas destacados de la epoca fue Jose Pedro Varela.

En junio de 1875 se fundo el Club Catolico para oponerse al Club Universitario.

El matrimonio civil obligatorio

El 22 de mayo de 1885 la ley hizo obligatorio el matrimonio civil. Solo se reconocia como legitimo el matrimonio civil y se establecia que debia llevarse a cabo antes que la ceremonia religiosa. Los juicios de divorcio, disolucion y nulidad quedaban regidos solo por la justicia civil.

Ley de Conventos

El 14 de julio de 1885 esta ley declaro sin existencia legal a conventos o casas de ejercisios espirituales no autorizados por el poder ejecutivo, em ejercicio del patronato. Los votos mnasticos o eclesiasticos no producian efectos civiles, los conventos no podian aumentar el numero de sus internos ni admitir mas novicios. Todos estos establecimientos quedaban bajo la dependencia del Poder Ejecutivo en cuanto a higiene y orden publico.

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