Monarquía Carlos IV

EL COMIENZO DEL REINADO DE Carlos IV

El 14 de Diciembre de 1788 murió en Madrid el rey
Carlos
III Le sucedíó su hijo, el rey Carlos IV, que había nacido en Nápoles el 11 de Noviembre de 1748, donde reinaban su padre y su madre, María Amalia de Sajonia.

Hombre sin carácter y con pocas aptitudes, fue controlado por su esposa, María Luisa de Parma,

Cuando llegó al trono Carlos IV mantuvo la misma línea reformista e ilustrada de Carlos III, conservando al, conde de Floridablanca, como primer ministro, que profundizó en algunas reformas económicas. También profundizó las reformas políticas, nacía el Consejo de Ministros. 

Reunidas las Cortes en el verano de 1789 para jurar a Fernando de Borbón como nuevo Príncipe de Asturias, llegaron noticias de lo que había pasado en París (Revolución Francesa)


animaron al conde de Floridablanca a disolver las Cortes y Por ese motivo la derogación de la Ley Sálica, nunca fue publicada a pesar de haberse aprobado.

Atemorizados por los sucesos franceses, el rey y el conde de Floridablanca establecieron un “cordón sanitario” frente a Francia, es decir, se cerraron las fronteras con el reino vecino, cuando la moda impuso en España Ropas con frases revolucionarias, se llegó a prohibir la importación de textiles desde ese país.

La Santa Inquisición se convirtió, de nuevo, en el mejor instrumento para la represión de los disidentes y volvíó a invadir la intimidad y fiscalizar los pensamientos de los españoles

ESPAÑA Y LA REVOLUCIÓN FRANCESA

Esta política del Cordón Sanitario rompía la tradicional alianza entre ambos reinos desde 1701. Una amistad reforzada por los Pactos de Familia y por una política exterior común durante todo el Siglo XVIII.

Por eso mismo, la política de enfrentamiento supónía una ruptura con la línea mantenida durante las últimas décadas y creaba una cierta esquizofrenia al oponernos a las instituciones políticas de Francia. Además, la situación inestable del rey francés, Luis XVI, no se veía favorecida por la posición española.

Por todo ello, en Febrero de 1792 el conde de Floridablanca fue cesado y sustituido por Pedro Pablo Abarca de Bolea, conde de Aranda, su tradicional enemigo político y cabeza de una corriente política llamada “arandista”, reformista pero discrepante. Desde el primer momento intentó anular la labor política del conde de Floridablanca.


Pero fue en la política internacional donde los cambios fueron más sensibles. Retomó la política de amistad con Francia con el objetivo de salvar la vida del rey Luis XVI y de no enfrentarse con las nuevas autoridades de la Francia revolucionaria.

La radicalización del proceso revolucionario forzó en el otoño de 1792 la destitución de Luis XVI y su encierro en la prisión del Temple, Se proclamó la República y se juzgó al rey, que fue ejecutado en la guillotina en Enero de 1793.

En Noviembre de 1792 fue destituido (Arganda), y sustituido por Manuel Godoy, se declaró la guerra a Francia, con desastrosos resultados, y en 1794 fue desterrado a Jaén para apartarlo para siempre de la Corte y del gobierno.


LA PRIMERA ETAPA DE Manuel GODOY

Manuel de Godoy era un humilde hidalgo extremeño, vino a Madrid y en 1784 ingresó como oficial de la Guardia de Corps. Solamente ocho años después se convirtió en el jefe del gobierno de España.

Esta ascensión se debía exclusivamente a los favores particulares de la reina María Luisa de Parma, que quedó enamorada de Manuel de Godoy y que, para conseguir sus favores, no dudó en jugar con el monarca y con la política nacional: Ilustrado y reformista adoptó medidas de interés, como la desamortización de los bienes pertenecientes a hospitales, casas de misericordia y hospicios regentados por comunidades religiosas.

El ajusticiamiento de Luis XVI desencadenó la guerra de todas las potencias europeas contra Francia, y España con Manuel Godoy se uníó a la Coalición contrarrevolucionaria. Aunque en un primer momento el éxito sonrió a los europeos ,la batalla de Valmy,


salvó la Revolución y les hizo pasar a la ofensiva, invadiendo la Península, ocupando diversas ciudades y fortalezas del norte español.

Finalmente, el 22 de Julio de 1795 se firmó la Paz de Basilea, que puso fin a la guerra. España recuperó sus territorios perdidos en la Península, pero a cambió entregó a Francia la isla de Santo Domingo y concedíó diversas ventajas económicas Manuel Godoy fue obsequiado con el título de Príncipe de la Paz por firmar este nefasto acuerdo.

La Paz de Basilea modificó la política de alianzas de España. A partir de ese momento volvimos a ser aliados de Francia, que había moderado su línea revolucionaria después del golpe de Termidor, y enemigos del Reino Unido, que mantuvo su hostilidad contra los franceses. Este cambio se puso de manifiesto con la firma del Tratado de San Ildefonso, el 18 de Agosto de 1796.

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