Monarquía, República y Guerra Civil
España, aunque el siglo se inició con aspiraciones regeneracionistas tras el desastre de 1898, las diferentes maneras de entender este proceso dividieron constantemente al país hasta conducirlo a la guerra civil. En este periodo se puede distinguir en varias fases:
El reinado de Alfonso XIII
Se mantuvo el régimen liberal parlamentario de la Restauración, aunque manifestó una clara tendencia a descomponerse. El agravamiento del problema de Marruecos complicó más aún la situación. Para tratar de superar la crisis, en 1923 el rey aceptó la dictadura de Primo de Rivera, que suspendió el sistema constitucional. Los logros de su gobierno autoritario no pudieron evitar su caída en 1930, restableciendo la Restauración en 1876. Pero su apoyo a la dictadura había fortalecido a los republicanos, que en 1931 triunfaron en las grandes ciudades en las elecciones municipales. El rey optó entonces por marcharse.
Primeras décadas del reinado
El reinado de Alfonso XIII heredó el régimen político de la Restauración, basado en dos partidos, el liberal y el conservador, que se turnaban el gobierno a través de elecciones manipuladas por los caciques. Los gobiernos tuvieron que hacer frente a diversos problemas:
- El resurgir del regionalismo, sobre todo el catalán.
- Un ejército muy sensible a las críticas.
- La guerra de Marruecos, en la que se asignó a España un protectorado en el norte de Marruecos.
- El desarrollo del movimiento obrero y de la posición de izquierda que no encajaban en el sistema caciquil.
- El terrorismo anarquista, que actuó sobre todo contra los políticos y contra los empresarios de Barcelona.
Una de las principales crisis fue la Semana Trágica de Barcelona en julio de 1909. La guerra de Marruecos hizo que el gobierno enviara tropas reservistas que tenían que embarcar en el puerto de Barcelona. Esta ciudad inició una huelga general de protesta que se convirtió en una insurrección. La rebelión sofocada por el ejército provocó numerosos muertos, una protesta internacional y la caída del gobierno de Maura. España se mantuvo neutral en la Primera Guerra Mundial, lo que reportó importantes beneficios económicos. Al finalizar el conflicto, terminó esa oposición ventajosa. En 1917 se produjo una crisis que mostró la fragilidad del sistema de la Restauración.
La dictadura de Primo de Rivera
Alfonso XIII autorizó al general Primo de Rivera a formar gobierno y se disolvieron las Cortes. Así, España adoptaba formas de gobierno dictatoriales. La dictadura apenas provocó oposición, puesto que Primo de Rivera fue como el cirujano de hierro que sacaría al país de la crisis política y social y pondría fin a la guerra de Marruecos.
La economía
España evolucionó desde el liberalismo a un modelo intervencionista:
- El predominio de un sector agrario poco modernizado.
- La industrialización centrada en Cataluña, el País Vasco y Madrid.
- La mejora de las redes viarias, ferrocarril y carreteras.
- El desarrollo de la banca, con la presencia de bancos como los de Bilbao Vizcaya, Santander, Español de Crédito e Hispanoamericano.
- Protección estatal de la producción española frente a competencia extranjera.
- La escasa presencia española en el comercio internacional.
Ejemplo del intervencionismo económico fue la actuación del Primo de Rivera, que creó grandes empresas monopolísticas estatales como CAMPSA y la Compañía Telefónica Nacional de España. Gracias a ello, la economía española experimentó un cierto desarrollo, a pesar de los problemas que arrastraba.
La sociedad
La población española pasó de unos 18 millones de habitantes en 1900 a 25 millones en 1936. Más de la mitad de la población habitaba en el medio rural. En el sur de la península destacaba el alto porcentaje de jornaleros que apenas podían subsistir. Por encima de este grupo social persistía una oligarquía de grandes propietarios agrarios. En las ciudades prosperó una clase media de profesionales liberales y funcionarios. El desarrollo industrial incrementó paralelamente el número de obreros. La sociedad española mostraba grandes diferencias entre una minoría que disfrutaba de un gran bienestar y una gran mayoría de asalariados con escaso nivel económico. La Gran Depresión acentuó esta desigualdad.
Fin del reinado de Alfonso XIII
En 1930 intentó restablecer el sistema constitucional de la Restauración, pero la monarquía estaba muy desprestigiada y los grupos republicanos empezaron a unirse para derrocar al rey. Los grupos políticos partidarios de la república firmaron en 1930 un acuerdo, Pacto de San Sebastián, en el que se comprometían a implantar la república en España. En abril de 1931 se celebraron unas elecciones municipales en toda España, en las que triunfó la coalición republicano-socialista en las grandes ciudades. El rey Alfonso XIII abandonó el país y el día 14 de abril se proclamó la Segunda República. Este hecho supuso la posibilidad de establecer un auténtico sistema de gobierno democrático en España. Algunas circunstancias que acompañaron la implantación del nuevo régimen fueron las siguientes:
- La victoria electoral de los candidatos republicanos se produjo en las ciudades porque sus habitantes estaban al margen de influencia de los caciques. Estos sufrieron una derrota y el sistema que mantenían empezó a crebrarse, pese al control que aún ejercían en el medio rural.
- La derrota de las fuerzas políticas tradicionales provocó la euforia de los grupos republicanos más radicales, que emprendieron una campaña de quema de templos y conventos que consideraban a la iglesia como la institución que había sostenido la parte al régimen monárquico.
- Por primera vez en la historia de España, las elecciones se vieron acompañadas de una gran movilización de las masas urbanas.
La Segunda República
Gobierno reformista
Tras la proclamación de la Segunda República, se formó un gobierno provisional cuyo objetivo era la modernización de España y la instauración de la democracia. Para proporcionar a la república una institución, se convocaron elecciones a Cortes. En ellas triunfaron los republicanos y los socialistas. En 1931 se promulgó una constitución que definía a España como una república de trabajadores de todas las clases. Al frente de la república se encontraba un presidente elegido por seis años. Las Cortes estarían formadas por una sola cámara, el Congreso, elegida por sufragio universal. Se establecía la separación entre la iglesia y el estado. El primer presidente de la república fue Niceto Alcalá Zamora. Se formó un gobierno de izquierdas presidido por Manuel Azaña. Las principales reformas fueron:
- La aprobación de la autonomía para Cataluña. La república dotó a Cataluña de instrucciones propias de autogobierno a través de la concesión de un estatuto de autonomía. En 1932, los nacionalistas de Esquerra Republicana, liderados por Macià y Lluís Companys, controlaron la Generalitat o gobierno autónomo catalán.
- Reforma militar. El ejército español contaba con un número excesivo de oficiales. Se estableció un juramento de fidelidad a la república para los militares y la posibilidad de acceder a la jubilación para aquellos que no quisieran realizarlo. De este modo, se redujo en gran parte el exceso de mandos militares. Se cerró la Academia General Militar de Zaragoza. El general Franco se sintió agraviado por esta medida.
- Reforma religiosa. Se disolvió la Compañía de Jesús, se prohibió ejercer la enseñanza a las órdenes religiosas y se les retiraron las aportaciones económicas del estado.
- Reforma agraria. El campo español arrastraba una serie de problemas:
Minifundismo en zonas del norte, el reducido tamaño de las propiedades era insuficiente para la subsistencia de sus dueños. Latifundismo en la mitad sur de la península, sobre todo en Andalucía y Extremadura. Las tierras estaban en manos de grandes propietarios y la mayoría de la población rural eran jornaleros sin tierra. En estas zonas, el caciquismo seguía estando arraigado y muchos de los terratenientes ni siquiera vivían en sus propiedades agrícolas. Subarriendo de tierras por parte de los intermediarios que especulaban arrendando tierras a bajo precio y las subarrendaban a un precio mayor a los campesinos. Para abordar estos problemas, se aprobó una reforma agraria que estableció la expropiación de los latifundios y su reparto entre los campesinos.
- Reforma educativa. Se tomaron importantes medidas en materia educativa:
Se apostó por una enseñanza laica y se adoptó como modelo la Institución Libre de Enseñanza. Se crearon nuevos colegios e institutos y se dignificó la situación del profesorado. Se desarrollaron centros de formación del profesorado. Se llevó la cultura al medio rural a través de las llamadas misiones pedagógicas.
Gobierno conservador
En 1933, la victoria de los partidos de derechas, entre los que destacaba CEDA, se formó un gobierno de coalición. A la república un giro conservador. Se frenaron reformas de las etapas anteriores, como la agraria. Partidos y sindicatos de izquierdas calaron el sentimiento de que la república había sido traicionada por el nuevo gobierno. Esto dio lugar a la crisis de 1934.
- En varios lugares de España estalló una revolución que en Asturias tuvo mayor relevancia, encabezada por una alianza de socialistas, anarquistas y comunistas.
- En Cataluña se produjo también un levantamiento. Se llegó a proclamar el estado catalán dentro de la república española. El ejército restauró en Cataluña la autoridad de gobierno conservador. Como consecuencia de la crisis, las cárceles españolas se llenaron de presos políticos implicados en los movimientos revolucionarios. Finalmente, la coalición de derechas se rompió debido a los casos de corrupción en los que estaban implicados miembros del gobierno que salieron a la luz en medio de una tensión política cada vez mayor con los sindicatos y partidos de izquierdas.
Gobierno de Frente Popular
Los partidos de izquierdas se unieron en la coalición de Frente Popular y ganaron las elecciones en febrero de 1936. Se formó un nuevo gobierno de izquierdas presidido por Manuel Azaña, que entre otras medidas decretó la liberación de presos políticos encarcelados como consecuencia de la crisis de 1934. El gobierno intentó continuar las reformas pendientes, pero la conflictividad social y civil, enfrentamientos violentos, hacían visible que se produjera un nuevo estallido revolucionario o un pronunciamiento militar. Frente a esta situación, la derecha, encabezada por José Calvo Sotelo, se oponía al gobierno del Frente Popular y este político fue acusado de iniciar un golpe militar. El asesinato de Calvo Sotelo precipitó los acontecimientos y un sector del ejército preparó un golpe de estado.
La guerra civil
El 17 de julio de 1936, un sector del ejército se sublevó en Marruecos contra el gobierno del Frente Popular. El 18 de julio, esta sublevación militar, apoyada por los carlistas, monárquicos y falangistas y dirigida por el general Emilio Mola, algunas capitales andaluzas, Galicia, Castilla y León, Álava, Navarra, parte de Aragón, norte de Extremadura, Canarias y Baleares. El gobierno republicano conservó su autoridad en el resto del país. Esta situación provocó el estallido de la guerra civil 1936-1939. Las potencias internacionales acordaron en agosto de 1936 la formación de un comité de no intervención para no participar de ningún modo en la contienda. Franco recibió ayuda de Italia y Alemania, que aportaron tropas, aviones y armamento a cambio de concesiones mineras. El gobierno de la república contó con la ayuda de la Unión Soviética, que suministró material de guerra a cambio del depósito en Moscú del oro del Banco de España y de las Brigadas Internacionales, unidades militares de extranjeros voluntarios reclutados para luchar en España a favor del gobierno de la república. Durante tres años se libraron durísimas batallas. El ejército rebelde se impuso en torno a Madrid, en el norte y después en la zona del Ebro. La represión en ambos bandos fue brutal. La superioridad armamentística del ejército rebelde y las discrepancias internas del gobierno de la república dieron el triunfo a los sublevados. El 1 de abril de 1939, Franco proclamó su victoria tras la rendición del ejército republicano. Había muerto medio millón de personas, miles españoles huyeron a otros países. El general Franco se convirtió en el nuevo jefe del estado y estableció un sistema político dictatorial como caudillo de España. La guerra había acabado con los deseos regeneracionistas anteriores y España se convirtió en un estado totalitario.