El movimiento obrero durante la Restauraciónlibertad de asociación desde el comienzo del Sexenio permitió a las organizaciones obreras salir a la luz y expandirse. En 1868, Bakunin envió a Giuseppe Fanelli a España para que organizara la sección española de A.I.T., dentro de la corriente anarquista.
Y creó dos secciones: una en Madrid y otra en Barcelona.
En 1871 llegó a Madrid Paul Lafargue,para reconducir hacia el marxismo la Internacional en España. Lo consiguió con un pequeño grupo de la sección madrileña, en la que estaba integrado Pablo IglesiasComenzó así la escisión del movimiento obrero español entre socialistas y anarquistas. Cuando en 1872 se materializó la separación entre ambas corrientes de la Internacional, la Federación Regional Española de la A.I.T. se adhirió a los planteamientos de Bakunin y rechazó los marxistas:
Se consolidaba, pues, el predominio de la corriente anarquista en el movimiento obrero español
.El apoyo del anarquismo a la insurrección cantonalista durante la I República y su posterior fracaso supuso la muerte de la Federación pues tras el golpe de Pavía (3 enero 1874) la dictadura del general Serrano- ilegalidad de la A.I.T. y de las asociaciones obreras, que se extinguieron o pasaron a la clandestinidad. Y tendremos que esperar hasta 1881 cuando Sagasta hizo que el anarquismo retornara a la legalidad. Cánovas política de represión frente a las organizaciones obreras nacidas durante el sexenio y terminaron con la F.R.E.
Sus líderes huyeron, fueron encarcelados o deportados a Filipinas, y sus reuniones y actuaciones eran consideradas ilegales. La represión y la clandestinidad produjeron una radicalización revolucionaria. La violencia en el campo y los atentados terroristasse iniciaron en España de la misma forma que en otros países europeos. Entre el primer y el segundo gobierno de los liberales de Sagasta – medidas liberalizadoras + tolerantes que consolidaron las organizaciones obreras, legalizadas por la Ley de Asociaciones de 1887.
Los anarquistas, principalmente obreros catalanes y campesinos andaluces se unen en el Congreso celebrado en Barcelona en 1881 en F.T.R.E para organizar un sindicato y defender por medios legales al proletariado y sus ideas anarcosindicalistas.Los anarquistas andaluces, partidarios de las acciones directas y de la violencia como respuesta a las negativas de los terratenientes a sus peticiones no se integran en la F.T.R.E. Las malas cosechas del otoño de 1882- hambre y crispación. huelgas y revueltas campesinas, con incendios, robos y asaltos, como los efectuados en febrero de 1833 por la denominada Mano Negra, Se generalizan las condenas a muerte (Jerez).Los socialistas fundaron en Madrid en 1879, el P.S.O.E.
Ideas a través del periodico el Socialista. En 1888 Barcelona el sindicato U.G.T.
Tanto el partido como el sindicato fueron ganando adeptos principalmente en las grandes ciudades y en los núcleos industriales de Madrid, Asturias, País Vasco, sin sufrir los frecuentes altibajos que tenían las organizaciones anarquistas. En cualquier caso, tanto el PSOE como la UGT fueron hasta comienzos del siglo XX grupos minoritarios en comparación con los anarquistas.En los años noventa la F.T.R.E. se había disuelto. Los diversos grupos anarquistas sólo logran ponerse de acuerdo esporádicamente en las convocatorias de huelga general y manifestaciones violentas. Entre 1893 y 1896 se incrementan los atentados terroristas en Barcelona. Muchos de sus líderes son detenidos, torturados, juzgados sin garantías y ajusticiados, tras el proceso de Montjuic de 1896. Las leyes represivas de 1894 y 1896 contra el terrorismo terminaron con los grupos anarquistas, pero no impidieron que Angiolillo, anarquista italiano, asesinara a Cánovas en 1897 como venganza por las ejecuciones de Montjuic. Distinta fue la evolución del P.S.O.E. y de la U.G.T. bajo la dirección de Pablo Iglesias, quiém combinó huelgas y manifestaciones pacíficas con su participación en las elecciones municipales y al Congreso de Diputados. Los primeros resultados positivos de las huelgas de mayo de 1890 que se produjeron en toda España, se obtuvieron en Cataluña, donde los empresarios se vieron obligados a rebajar la jornada laboral a 9-10 horas y aumentar los salarios, lo cual supuso el primer éxito de los sindicatos de trabajadores, tanto socialistas como anarquistas.Desde el ámbito religioso se consolidan los sindicatos católicos.
En 1879 el jesuita P.Vicent fundó los Círculos Católicos (casinos populares creados con el apoyo de los patronos) que se extendieron por la mitad norte de la península (Navarra y Castilla) y por la zona levantina. El número de socios era elevado, al menos para la época. Es evidente la relación directa entre el mundo de los Círculos y los posteriores sindicatos católicos. La creación de los Círculos Católicos de Obreros durante la etapa revolucionaria debe ser entendida como un procedimiento más para la movilización del mundo católico. La Iglesia quiso ofrecer un cariz sindical a los Círculos y en 1895 se constituyó en Madrid el Consejo Nacional de las Corporaciones Católico-obreras, que agrupaba a Círculos, cooperativas y patronatos de inspiración católica. Sin embargo, su implantación fue muy escasa debido a su “amarillismo” (color de la bandera del Vaticano), es decir, su actitud colaboracionista hacia los patronos y opuesta a los sindicatos obreros reivindicativos.La Semana Trágica de Barcelona–
Oposición anarquista y socialista. Posteriormente, el agravamiento de la situación de Marruecos- a que las fuerzas obreras -socialistas y anarquistas- -la huelga general. estado de guerra en Barcelona. La
represión -oleada de oposición nacional a la gestión de Maura. demostró a los anarquistas la conveniencia de una organización sindical propia, para combatir con más eficacia el poder del Estado y la patronal. Por ello, en 1910- CNT. A diferencia de la UGT, socialista, propugnaba un sindicalismo apolítico, donde se desarrollo de la “doctrina” conocida como “propaganda por el hecho” o “acción directa” responsables de atentados políticos de extraordinaria relevancia, como el asesinato de Canalejas o el lanzamiento de una bomba en un ramo de flores a la boda del Rey, Alfonso XIII. Entre 1910 y 1914 asistimos a la consolidación definitiva del PSOE y la UGT.
La neutralidad de España durante la primera Guerra Mundial permitió el crecimiento espectacular del comercio exterior permitiendo la acumulación de grandes fortunas y la consolidación de las grandes oligarquías financieras e industriales nacionales-deficiencias estructurales en la economía. Durante este periodo los patronos fueron más propensos a la negociación que al enfrentamiento con los obreros. + afiliación obrera a los sindicatos. Pero la situación cambió con la crisis económica de la posguerra: muchos patronos se pasaron a la línea dura y al enfrentamiento con lo que consideraban una dictadura sindical. La presión de un movimiento obrero cada vez más fuerte aconsejaba que el gobierno adoptara algunas medidas de carácter social, como la tradicional reivindicación obrera de la jornada de 8 h en la industria (1919) o la creación del Ministerio de Trabajo (1920). La colaboración entre las diferentes organizaciones sindicales (CNT y UGT) ya era patente en 1916. En aquel momento se consideró a la huelga como de interés general para solucionar la miseria de las clases populares. El año 1917 se se presentaba como un año negro para las perspectivas obreras: la vida se hacía más dura y difícil. El 27 de marzo de 1917, un manifiesto, “Las Huelgas” con el propósito de realizar una huelga que abarcase objetivos tanto militares como políticos. Los socialistas establecieron simultáneamente alianzas con la CNT, por un lado, y con los republicanos reformistas, por otro. Fruto de las negociaciones con estos grupos diversos se llegó a un doble compromiso de tipo económico y político: huelga general formación de un gobierno provisional reformista, presidido por Melquíades Álvarez y con Pablo Iglesias como ministro de Trabajo. De esta forma, se abría un proceso constituyente que definitía políticamente la nueva situación creada. El desbordamiento sindical terminó con el desarrollo de una huelga general mal planificada y organizada siendo finalmente duramemente reprimida por el Gobierno.En Andalucía la agitación social se había mantenido a muy bajos niveles desde principios de siglo hasta 1917. Sin embargo, entre 1918 y 1920 se vivió una fase de actividad revolucionaria -Trienio bolchevique- provocada por múltiples factores: la situación de miseria de los jornaleros agrícolas, la carestía de la vida y la influencia de la Revolución Rusa. Bajo la dirección de los dos grandes sindicatos se sucedieron las huelgas, se invadieron los campos, se repartieron tierras, se tomaron ayuntamientos, etc. La revolución social acabó en 1920 como consecuencia de la declaración del estado de guerra y la consiguiente represión. En Barcelona se produjo en enero de 1919 la huelga de la Canadiense, la compañía anglo-canadiense de electricidad que abastecía a la ciudad. Un nimio asunto de contratación de obreros despedidos por su militancia sindical se convirtió, por la intolerancia del capital general de Cataluña, en una huelga general. Barcelona quedó a oscuras durante la noche y los transportes de la provincia (que ya utilizaban motores eléctricos) quedaron paralizados durante dos semanas. La respuesta solidaria, disciplinada y pacífica de los obreros dirigidos por la C.N.T. causó una profunda impresión.El éxito fue todavía mayor cuando el Gobierno, pocas semanas después, decretó la jornada laboral de ocho horas, que entraría en vigor a finales de ese mismo año. Por entonces, el número de afiliados cenetistas en toda España alcanzó la cira de 714.028, el triple que la UGT, que en 1920 contaba con 211.342. La presencia de la CNT era mayoritaria en Andalucía, Cataluña, Levante y Aragón.Alarmados por el progreso sindical, la patronal catalana, con el apoyo de las autoridades militares (en particular del nuevo Capitán General Martínez Anido), decidió combatir a la CNT. Se crearon grupos de sindicatos libres, en realidad pistoleros a sueldo y gansters, para asesinar a los sindicalistas más moderados. Los miembros más radicales de la CNT decidieron dar respuesta a estos asesinatos. Entre 1919 y 1923, fecha del golpe de Estado de Primo de Rivera iniciado en Cataluña, el clima de violencia, asesinatos en las calles convirtieron a Barcelona en el “Chicago español”.Como resultado, la CNT fue prácticamente desarticulada.
El triunfo de la Revolución Rusa en 1917 dividió el propio movimiento obrero español, que se saldó con una ruptura dentro de las filas del socialismo.
En 1920 un grupo de las JS-(PCE), según las direcciones de Moscú, mientras que el PSOE y la CNT, decidieron no adherirse mayoritariamente a las directrices soviética.
Dictadura de Miguel Primo de Rivera
Represión sistemática del movimiento obrero, especialmente sobre los anarquistas, cuyos locales y órganos de prensa fueron clausurados, pasando a la clandestinidad y quedando su organización, en gran medida, desarticulada. El PSOE, por el contrario, mantuvo una política colaboracionista con la dictadura hasta 1929, año en el que abandonaría su apoyo ante la grave crisis del régimen de Primo de Rivera