Causas de la Revolución:
Hacia 1780, muchos sectores sociales en Francia mostraban su descontento con la situación económica y social. Los campesinos vivían una situación de grave necesidad, sus cosechas solo servían para pagar impuestos. La burguésía aunque enriquecida con las manufacturas, el comercio y las finanzas, se sentía marginada social y políticamente. Propugnaba la igualdad ante la ley y los impuestos. La monarquía de Luis XVI se mostraba incapaz de hacer frente a esta realidad. La Hacienda estaba en bancarrota. La única solución pasaba por hacer tributar a los privilegiados (nobleza y clero). Ante la propuesta de una reforma fiscal, la nobleza se rebeló y exigíó la convocatoria de los Estados Generales. (No se habían reunido en Francia desde 1614). Conllevó un debate sobre las peticiones de cada grupo social (Cuaderno de quejas). Para hacer valer su fuerza, los representantes del Tercer Estado, que duplicaban en número a los de la nobleza, exigieron la reuníón conjunta de todos los grupos y el voto por cabeza y no por estamento, como era habitual en el Antiguo Régimen. Ante la negativa del rey y de los privilegiados, los diputados del Tercer Estado declararon que representaban a la mayoría de la población y con el apoyo de algunos clérigos y nobles liberales, se constituyeron en Asamblea Nacional. Los Estados Generales se transformaron en Asamblea Nacional Constituyente.
República burguesa moderada:
Tras la caída de Robespierre, la Convencíón pasó a estar controlada de nuevo por los sectores burgueses mas moderados. Se aprobó una Constitución (1795) que restablecíó el sufragio censitario, creó un nuevo poder ejecutivo, gobierno de 5 miembros, el Directorio. Pero el Directorio no consiguió estabilizar la situación. Los problemas económicos continuaban. Se produjeron intentos de revueltas radicales. Solo la guerra en el exterior parecía dar triunfos. Las clases acomodadas vieron en Napoleón Bonaparte a un general victorioso, que podía garantizar la revolución liberal. Napoleón protagonizó el 9 de Noviembre de 1799, un Golpe de Estado y concentró todo el poder en sus manos.
Napoleón:
Tras el Golpe de Estado se establecíó un gobierno, conocido como el Consulado. Una nueva Constitución (1999) afirmó el poder personal de Napoleón. Napoleón consiguió ser nombrado cónsul vitalicio en 1802 y se proclamó emperador en 1804. Napoleón consolidó las conquistas revolucionarias moderadas (abolición del feudalismo, libertad económica, igualdad legal, etc.) promulgando un nuevo Código Civil. Napoleón emprendíó una política de conquistas que lo llevó a dominar una buena parte de Europa. Su proyecto era crear un Imperio con centro en Francia e implantar las instituciones francesas, herederas de la Revolución, en los territorios ocupados, y acabar con las monarquías absolutas.
Liberalismo y nacionalismo:
La Revolución francesa y las guerras napoleónicas habían difundido por Europa una serie de principios que conformaron las bases ideológicas de liberalismo:
Libertad individual, de pensamiento, de expresión, de religión y de propiedad. Habían asentado también el liberalismo como una doctrina política que defendía el sistema parlamentario, la limitación del poder de los monarcas, la separación de poderes, el derecho al sufragio y la existencia de constituciones. Pero además la idea de que la autoridad solo podía provenir de la nacíón (soberanía nacional)
Animó a muchos pueblos sometidos a reinvidicar su derecho a constituirse como naciones independientes. Las aspiraciones liberales y nacionales continuaron difundíéndose y, en sucesivas oleadas revolucionarias, los pueblos y las naciones lucharon para acabar con el Antiguo Régimen.
Monarquía constitucional:
La Asamblea Legislativa empezó a elaborar leyes para implantar el liberalismo económico y político. Las aspiraciones de la burguésía acomodada de implantar un liberalismo moderado se habían hecho realidad, pero no las del pueblo llano. Solo los ricos participaban en política. Además, muchos nobles descontentos huyeron hacia Austria y organizaron una intervención armada para restaurar el absolutismo. El propio rey y su familia huyeron de París en dirección a la frontera con Austria. Pero fue detenido. La difusión de la noticia desprestigió a la monarquía y radicalizó al sector más revolucionario.
Convencíón nacional proclama la República: La Asamblea Nacional decidíó declarar la guerra a Austria, considerada el foco de la contrarrevolución, y que amenazaba con invadir. Pero se sucedieron las derrotas. La Asamblea propuso una leva en masa de 20000 voluntarios a la que el rey se opuso. El 10 de Agosto de 1792 asaltaron el palacio de las Tullerías y detuvieron al monarca Luis XVIII y a su esposa María Antonieta. La Convencíón Nacional elegida por sufragio universal vencíó a la coalición absolutista europea. Su primera acción fue la abolición de la monarquía y la proclamación de la República.
Restauración en Europa:
Los monarcas del Reino Unido, Prusia, Rusia, Austria y Rusia, vencedores de Napoleón (1815), mostraron su decisión de restaurar las monarquías tradicionales e impedir la expansión de las ideas liberales, nacidas con la Revolución francesa. En esos Estados se volvía, por tanto, al Antiguo Régimen. Se reunieron en el Congreso de Viena (1815). Se procedíó a la reestructuración del mapa de Europa con el objetivo de dominar los territorios que podían ser origen de movimientos revolucionarios. Se establecíó el derecho de intervención de un ejército de la Santa Alianza (Prusia, Rusia y Austria) en aquellos países amenazados por una revolución liberal.