Narvaez concordato con la santa sede

Este manifiesto fue llevado a cabo por los sublevados formados por un nuevo partido (la Unión liberal) fundado por O´Donnell, progresistas y moderados que estaban descontentos con las autoritarias acciones del gobierno moderado vigente durante el reinado de Isabel II desde 1844. Es por ello que en Junio de 1854 se produce el pronunciamiento de Viracálvaro, en el que los miembros de este partido elaboran este manifiesto en el que piden el cumplimiento de la Constitución de 1845, reforma de la ley Electoral, reducción de impuestos y restauración de la Milicia Nacional.

Los hechos por los cueles tuvo lugar esta revolución se remontan al año 1844 durante el reinado de Isabel II en el que los moderados obtuvieron mayoría en las elecciones y formaron un nuevo gobierno presidido por Narváez. Su pretensión era terminar con la revolución para implantar el nuevo Estado, por lo que establecieron fuertes medidas de represión contra los progresistas.
El régimen obtuvo el apoyo de la burguesía terrateniente, corona y ejército. Se creo un sistema que no dudó en amañar las elecciones para conseguir que se estableciera.
En 1845 se llevó a cabo la reforma de la Constitución de 1837, que recogía las ideas básicas del moderantismo: soberanía repartida entre la Corona y las Cortes. Se otorgaba mayor relevancia al poder ejecutivo y se le restaba al ejecutivo etc. La declaración de los Derechos permanecía prácticamente igual a la anterior Constitución. Sin embargo las libertades fueron reprimidas por las leyes que se aprobarían posteriormente. Para empezar se otorgó un excesivo poder a la corona. Se reguló la libertad de prensa, se restringió el derecho al voto, el sufragio (personas que votaban) no alcanzaba el 1% de la población.
En su empeño por tener el respaldo de la Iglesia, se firmó en 1851 el Concordato con la Santa Sede, en la que se suspendía la venta de las tierras desamortizadas pertenecientes al clero y se proclamaba el catolicismo como religión oficial del país, a cambio de que la Iglesia (siempre defensora de los carlistas) aceptara a Isabel II como reina y apoyara al nuevo Estado.
También se llevaron a cabo una serie de leyes encaminadas a consolidar la estructura del nuevo Estado liberal bajo principios de centralismo, unidad y jerarquización. Se realizó una reforma fiscal, la aprobación del Código penal, la elaboración de un Código Civil y una reforma en la Administración pública. Control sobre el poder municipal, se adoptó el sistema métrico decimal y por último se creó la Guardia Civil.
Sin embargo, los moderados no consiguieron durante sus años de vigencia la estabilidad política. Manipularon las elecciones, y la vida política no se realizaba en las Cortes, sino alrededor de ellas, dejándose influenciar por camarillas al margen del parlamento.
Con la llegada de Bravo Murillo la situación empeoró aun más, ya que aumentó el autoritarismo, poniendo en vigor una reforma que convertía el Estado en una dictadura tecnócrata, suspendía las cortes, desdeñaba el parlamento y el sufragio etc.
Esto fue la gota que colmó el vaso, pero nunca llegó a llevarse a cabo, ya que fue en este momento cuando los progresistas regresaron al poder con la revolución de 1854
La presidencia volvió a recaer en Espartero, fueron convocadas nuevamente las elecciones y esta vez los progresistas obtuvieron la mayoría, fue entonces cuando se intentaron restaurar sus principios. Se llevó a cabo un ambicioso plan de reformas que pretendían alcanzar la industrialización de país. Para ello se proclamó una nueva desamortización en 1855 a cargo de Madoz. Con esto se pretendía conseguir recursos para Hacienda, buena parte de ellos se destinó a la red de ferrocarriles. También se llevó a cabo una legislación que favorecía la reforestación, se puso en marcha el sistema de telégrafo etc.
Sin embargo, estas medidas no fueron suficientes para remediar la crisis de subsistencia, creando así una gran conflictividad social, iniciando de esta manera la crisis del bienio progresista.


Este manifiesto fue llevado a cabo por los sublevados formados por un nuevo partido (la Unión liberal) fundado por O´Donnell, progresistas y moderados que estaban descontentos con las autoritarias acciones del gobierno moderado vigente durante el reinado de Isabel II desde 1844. Es por ello que en Junio de 1854 se produce el pronunciamiento de Viracálvaro, en el que los miembros de este partido elaboran este manifiesto en el que piden el cumplimiento de la Constitución de 1845, reforma de la ley Electoral, reducción de impuestos y restauración de la Milicia Nacional.
Los hechos por los cueles tuvo lugar esta revolución se remontan al año 1844 durante el reinado de Isabel II en el que los moderados obtuvieron mayoría en las elecciones y formaron un nuevo gobierno presidido por Narváez. Su pretensión era terminar con la revolución para implantar el nuevo Estado, por lo que establecieron fuertes medidas de represión contra los progresistas.
El régimen obtuvo el apoyo de la burguesía terrateniente, corona y ejército. Se creo un sistema que no dudó en amañar las elecciones para conseguir que se estableciera.
En 1845 se llevó a cabo la reforma de la Constitución de 1837, que recogía las ideas básicas del moderantismo: soberanía repartida entre la Corona y las Cortes. Se otorgaba mayor relevancia al poder ejecutivo y se le restaba al ejecutivo etc. La declaración de los Derechos permanecía prácticamente igual a la anterior Constitución. Sin embargo las libertades fueron reprimidas por las leyes que se aprobarían posteriormente. Para empezar se otorgó un excesivo poder a la corona. Se reguló la libertad de prensa, se restringió el derecho al voto, el sufragio (personas que votaban) no alcanzaba el 1% de la población.
En su empeño por tener el respaldo de la Iglesia, se firmó en 1851 el Concordato con la Santa Sede, en la que se suspendía la venta de las tierras desamortizadas pertenecientes al clero y se proclamaba el catolicismo como religión oficial del país, a cambio de que la Iglesia (siempre defensora de los carlistas) aceptara a Isabel II como reina y apoyara al nuevo Estado.
También se llevaron a cabo una serie de leyes encaminadas a consolidar la estructura del nuevo Estado liberal bajo principios de centralismo, unidad y jerarquización. Se realizó una reforma fiscal, la aprobación del Código penal, la elaboración de un Código Civil y una reforma en la Administración pública. Control sobre el poder municipal, se adoptó el sistema métrico decimal y por último se creó la Guardia Civil.
Sin embargo, los moderados no consiguieron durante sus años de vigencia la estabilidad política. Manipularon las elecciones, y la vida política no se realizaba en las Cortes, sino alrededor de ellas, dejándose influenciar por camarillas al margen del parlamento.
Con la llegada de Bravo Murillo la situación empeoró aun más, ya que aumentó el autoritarismo, poniendo en vigor una reforma que convertía el Estado en una dictadura tecnócrata, suspendía las cortes, desdeñaba el parlamento y el sufragio etc.
Esto fue la gota que colmó el vaso, pero nunca llegó a llevarse a cabo, ya que fue en este momento cuando los progresistas regresaron al poder con la revolución de 1854
La presidencia volvió a recaer en Espartero, fueron convocadas nuevamente las elecciones y esta vez los progresistas obtuvieron la mayoría, fue entonces cuando se intentaron restaurar sus principios. Se llevó a cabo un ambicioso plan de reformas que pretendían alcanzar la industrialización de país. Para ello se proclamó una nueva desamortización en 1855 a cargo de Madoz. Con esto se pretendía conseguir recursos para Hacienda, buena parte de ellos se destinó a la red de ferrocarriles. También se llevó a cabo una legislación que favorecía la reforestación, se puso en marcha el sistema de telégrafo etc.
Sin embargo, estas medidas no fueron suficientes para remediar la crisis de subsistencia, creando así una gran conflictividad social, iniciando de esta manera la crisis del bienio progresista.

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