Novedades de Chuletas 6
Live preview, pestañas contextuales
Prueba a pulsar la imagen que acompaña a este texto. Podrás ver una de las nuevas características de Chuletas, las pestañas contextuales. Éstas pestañas permiten editar las propiedades de imágenes, tablas, enlaces y abreviaturas, de manera cómoda y sencilla. Además, algunos botones incorporan live preview, que te permite ver cómo queda un cambio de formato antes de aplicarlo. Pruébalo seleccionando este párrafo y pasando el ratón por los distintos tamaños de texto disponibles.
Autoresumen
¿Tienes un texto demasiado largo y no tienes ganas de leerlo entero para resumirlo? En ese caso, Chuletas puede hacer el trabajo por ti. La nueva herramienta Autoresumen permite extraer los conceptos e ideas más importantes de un texto de manera totalmente automática, y te permite elegir la cantidad de texto que quieres eliminar. Pruébala en la pestaña General, botón Auto Resumen.
Cambia textos fácilmente
¿Cuántas veces te has bajado un texto de Internet y tenías que cambiarlo para que no se notase el corta y pega? Ahora es más fácil con la nueva herramienta de reemplazar por sinónimos, donde irás escogiendo, palabra a palabra, el sinónimo que más se le ajuste para que así el texto parezca otro. Pruébala en la pestaña General, botón Sinónimos.
Menú de navegación
Navega entre títulos, secciones, imágenes y tablas de manera organizada en el nuevo panel de navegación. Pruébalo en la pestaña General, botón Buscar.
Mejoras de impresión y compresión de texto
Tus chuletas ahora dan para más. Diversas mejoras en el interlineado y un nuevo y mejorado compresor de texto, permiten más texto, más fácil de leer en el mínimo espacio posible. Pruébalo en la pestaña General, botón Comprimir texto.
Editor de fórmulas
Chuletas incorpora un potente editor de fórmulas y ecuaciones que permite crear y editar ecuaciones de manera cómoda y sencilla. Además, si descubres algún fallo una vez creada la fórmula, solo tienes que volver a seleccionarla y pulsar Editar ecuación. Pruébalo en la pestaña Insertar, botón Ecuación.
Crea tus propias plantillas
En Chuletas 6 puedes crear tus propias plantillas de manera sencilla y usarlas en cualquier chuleta que quieras. Pruébalo en la pestaña Opciones, botón Plantilla > Crear Nueva.
Más elementos que añadir
El menú Insertar ha aumentado la familia. Además de imágenes, ecuaciones, tablas y palabras clave, ahora también puedes insertar separadores, enlaces, gráficos, marcas de tiempo y abreviaturas.
Analizador de documentos
El analizador de documentos ahora es más preciso y menos engorroso. Cambia las propiedades del documento desde una ventana externa, sin interrumpir la operación que ibas a realizar y comprobando al momento si el valor es el adecuado. Pruébalo en el menú Archivo, botón Propiedades.
Más, más, más
Las novedades no acaban aquí, aún quedan más:
- Esta versión es la más veloz y estable hasta la fecha.
- Nuevas plantillas y estilos.
- Ahora puedes guardar tus documentos en PDF (Necesita Office 2007 o superior para funcionar).
- Mejoras en la gestión de Deshacer y Rehacer, ahora son mucho más útiles.
Espero que disfrutéis con esta nueva versión de Chuletas 🙂
Apuntes de Historia
La Unión Matrimonial
En el año 1134, el reino de Aragón sufrió una crisis importante, cuando Alfonso I el Batallador, rey de Aragón y Pamplona, murió sin descendencia. Dejó en su testamento el reino de Aragón a las órdenes militares de Santo Sepulcro, del Temple de Hospital de San Juan de Jerusalén. A partir de entonces, los reinos de Aragón y Pamplona se separaron: el de Pamplona se quedó con la Ribera tudelana y, por tanto, acabó reduciendo a un pequeño territorio; y Aragón se quedó con el resto del reino. Los nobles aragoneses, contrarios al testamento del monarca, pidieron a Ramiro II, hermano del rey y obispo de Barbastro, que aceptase abandonar su vida religiosa y ser nombrado rey de Aragón. Ramiro, una vez nombrado rey, se casó inmediatamente y en el año 1136 tuvo una hija: Petronila. En el año 1137, el rey Ramiro concertó el matrimonio de su hija con el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV. Ramiro II volvió al monasterio ese mismo año y Ramón Berenguer IV, que ya había sido nombrado príncipe de Aragón, se ocupó del gobierno del reino.
La Corona de Aragón
Alfonso II, hijo de Ramón Berenguer IV y de Petronila, fue el primer conde de Barcelona y rey de Aragón. A partir de Alfonso II, los territorios de Aragón y de Cataluña tuvieron mismo rey, pero esto no implicó para los dos territorios una fusión: siguieron existiendo las fronteras entre ambos y gobernándose con plena autonomía.
La expansión de Alfonso II
Ramón Berenguer IV aportó a la Corona de Aragón los territorios de los condados catalanes y los de Occitania. Después de la unión del condado de Barcelona con el reino de Aragón, el conde Ramón Berenguer IV conquistó diversas localidades entre las que destacan Tortosa (1148), Lleida (1149) y Alcañiz (1157). Alfonso II de Aragón completó en el año 1171 la ocupación del territorio aragonés con la conquista de Caspe y la fundación de Teruel. Su hijo, Pedro II participó con otros reyes cristianos en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) contra los almohades. También continuó la expansión cristiana hacia el sur.
Las causas de la expansión
La derrota de Pedro II en la batalla de Muret puso fin a un periodo en el que la expansión de la Corona de Aragón se dirigió hacia Occitania. Al no poder avanzar hacia el Norte, el expansionismo de la sociedad feudal aragonesa y catalana se orientó entonces hacia el Sur y el Mediterráneo. Otras causas de esta nueva orientación expansionista fueron, en primer lugar, la decadencia de los reinos de taifas de Al-Andalus tras la victoria cristiana de las Navas de Tolosa (1212). En segundo lugar, los intereses de la nobleza aragonesa, que quería adquirir nuevas tierras, y los intereses de la burguesía catalana, que deseaban ampliar el comercio por el Mediterráneo.
La conquista de Valencia
Las conquistas del reino de Valencia contaron con el apoyo de los nobles aragoneses, que vieron la posibilidad de ampliar sus dominios y aumentar sus vasallos. La conquista fue rápida: Jaime I, tras tomar Morella en 1232, inició la campaña al año siguiente y conquistó, sucesivamente, Burriana, Valencia, Alzira, Xàtiva y Dénia y, en el 1245, sometió Biar, cuyo castillo establecía el límite de las tierras que correspondían al monarca de la Corona de Aragón. Jaime I, temeroso del posible poder de la nobleza aragonesa, fundó en las tierras conquistadas un reino independiente con fueros propios: el reino de Valencia. Junto a Cataluña, Aragón y Mallorca, el nuevo reino pasó a formar parte de la Corona de Aragón.
La conquista de las Baleares
En 1229, el rey Jaime I inició la conquista de Mallorca. La expedición estaba formada por unos 159 navíos y, después de unos meses de conquistada, consiguió el control de la isla. Ibiza fue ocupada un poco más tarde, y Menorca lo fue bajo el reinado de Alfonso III, nieto de Jaime I (1287).
Las reparticiones y la repoblación
Una vez conquistadas Valencia y Mallorca, el rey Jaime I procedió a realizar el reparto de las tierras entre los organizadores de la conquista (nobleza, Iglesia, patriciado urbano). Valencia se convirtió en vasalla de los señores que habían repartido las tierras. La repoblación de las tierras del interior fue llevada a cabo por aragoneses. En Mallorca, parte de la población musulmana murió durante la conquista o emigró. La isla tuvo que ser repoblada con emigrantes catalanes.
Una economía diversificada
La economía de la Corona de Aragón, se basaba en la ganadería y la agricultura. Principalmente en la ganadería ovina, relacionada con la producción y la exportación de la lana. La agricultura de secano principalmente de cereales pero existía una próspera agricultura de regadío en las zonas de influencia musulmana, en la que los mudéjares tenían riegos, acequias y canales. En las ciudades se desarrollaron actividades artesanales, que se vieron estimuladas por el comercio marítimo, impulsado desde los puertos de Barcelona, Palma y Valencia.
La expansión en el Mediterráneo
Rutas comerciales: Siglos XIII al siglo XV, la corona de Aragón desarrolló un comercio floreciente en el mar Mediterráneo. Las rutas iban hacia Cerdeña y Sicilia y posteriormente hacia el mar Egeo, el Imperio bizantino y el norte de África. Los barcos salían cargados con tejidos, aceites e instrumentos o armas de hierro, y traían especias, tejidos de seda, azúcar y trigo.
Conquistas militares: El importante desarrollo comercial de la Corona de Aragón empujó a sus monarcas a protegerlo mediante una política de conquistas militares. Esta se orientó hacia el dominio de territorios en las costas del Mediterráneo a partir del control de enclaves estratégicos desde los que defender las rutas comerciales. La expansión se inició a finales del siglo XIII, cuando Pedro el Grande ocupó Sicilia (1282) y a principios del siglo XIV se ocupó Cerdeña (1323). La expedición de almogávares, llegó a controlar los ducados de Atenas y Neopatria, que fueron vasallos de Aragón hasta finales del siglo XIV. En el siglo XV, el rey Alfonso V el Magnánimo conquistó el reino de Nápoles.
La Corona de Aragón
La Corona de Aragón era una confederación de Estados en la que cada uno mantenía sus estructuras propias de poder: las Cortes, la organización administrativa, los funcionarios, las leyes, las costumbres y la lengua. Estaba formada por los reinos de Aragón, de Valencia, de Mallorca y los condados de Cataluña que en la segunda mitad del siglo XIV se agruparon como Principado de Cataluña.
La monarquía y su organización
La corte real estaba constituida por la familia, los nobles, los clérigos y los funcionarios que rodeaban al monarca, también estaba formada por el Consejo Real, la Curia, la Cancillería y la Tesorería.
La crisis económica del siglo XIV
Los siglos XII y XIII habían sido de expansión económica. Pero a partir del siglo XIV se produjo una grave crisis en toda Europa. En los reinos peninsulares fueron los Estados de la Corona de Aragón, en particular Cataluña, los que más sufrieron sus consecuencias.
Hambre y peste: en el siglo XIV hubo malas cosechas que produjeron hambre y desnutrición entre la población. La gente cogía fácilmente epidemias, sobre todo de la Peste Negra, que se expandió por la Península a partir de 1348. Esto hizo que muchos campos quedaran abandonados y la agricultura disminuyó. Los nobles reaccionaron engrandeciendo sus dominios, incrementando los impuestos feudales y endureciendo las condiciones de los siervos. Por eso se hicieron frecuentes las revueltas campesinas.
El compromiso de Caspe
En el 1410 murió el rey Martín I el Humano sin dejar descendencia directa. Para resolver la sucesión al trono y elegir entre los posibles candidatos, se reunieron en la ciudad aragonesa de Caspe tres representantes por cada reino de la Corona de Aragón (Aragón, Cataluña y Valencia). Fernando de Antequera, de la familia Trastámara, que gobernaba en Castilla, resultó elegido rey (Compromiso o Sentencia de Caspe, en el año 1412).
Dinastía Trastámara
En el siglo XV, la familia Trastámara se convirtió en la nueva dinastía de la Corona de Aragón. Al rey Fernando I (1412-1416) le sucedieron en el trono sus dos hijos: Alfonso V el Magnánimo (1416-1458) y Juan II (1458-1479). En el reinado de Alfonso V, su actitud despótica ocasionó graves disturbios en Aragón. El monarca estaba preocupado por su política de expansión mediterránea, en Cerdeña y Sicilia y más tarde en Nápoles. Sus empresas solo significaron gastos y empobrecimiento para el reino. En la época de Juan II, el problema más grave de la Corona fue la guerra en Cataluña. Tuvo como origen el conflicto entre Juan II y su hijo, el príncipe de Viana, por la sucesión al reino de Navarra.
El Reino de Asturias
El Reino de Asturias
En este territorio fuera del control andalusí se refugiaron algunos nobles visigodos. Uno de ellos, Pelayo, obtuvo, según parece, una primera victoria sobre los musulmanes en las inmediaciones de Covadonga (722). Los sucesores de Pelayo, Alfonso I y Alfonso II, crearon un reino en torno a Oviedo, conocido como reino de Asturias, que manifestó su independencia del Emirato de Córdoba negándose a pagarle tributos. Este reino se expandió hacia el Oeste y llegó a dominar parte de Galicia.
El Reino de León
En la segunda mitad del siglo IX, Alfonso III (866-910) supo aprovechar la debilidad de los emires cordobeses y ocupó los territorios desde la cordillera Cantábrica hasta el Duero, una zona despoblada y abandonada por las guarniciones militares musulmanas. Durante el siglo X, con la proclamación del califato, Al-Andalus incrementó su poderío militar y organizó diversas expediciones militares. Las razias capitaneadas por Almanzor saquearon y destruyeron numerosas ciudades leonesas.
La conquista del valle del Tajo
Fernando I de Castilla ocupó y repobló los territorios despoblados al sur del Duero, llegando hasta Ávila. También conquistó Coimbra y obligó a los musulmanes de Toledo, Sevilla y Badajoz a pagarle tributos. Entonces, Castilla se convirtió en un Estado fuerte y se hizo con la iniciativa en la ofensiva contra Al-Andalus. Su hijo Alfonso VI continuó la expansión y consiguió la ocupación de Toledo (1085), la antigua capital visigoda. Este hecho permitió llevar la frontera del reino castellano-leonés más allá del Tajo y repoblar las tierras situadas al norte de dicho río.
La creación de Portugal
El testamento de Alfonso VI (1109) dejó como heredera de los reinos de León y Castilla a su hija Urraca. A su otra hija, Teresa, le legó el condado de Portugal. En 1128, Alfonso Enríquez, hijo de la condesa Teresa, se proclamó rey de Portugal. A partir de entonces, Portugal fue un reino independiente.
La unión de Castilla y León
A lo largo del siglo XII, los reinos de Castilla y León se unieron y dividieron en distintas ocasiones por motivos hereditarios o matrimoniales. Ya hemos visto que Fernando I unió su reino al de León (1037), y que consiguió así la unificación de ambos reinos. Pero a su muerte, el reino volvió a dividirse por cuestiones de herencia. La reunificación definitiva se realizó en 1230, cuando Fernando III heredó de su madre el reino de Castilla y de su padre el de León. De la unión de ambos reinos nació la Corona de Castilla.
Los almohades y las Navas de Tolosa
A lo largo de la segunda mitad del siglo XII, los reinos cristianos se enfrentaron a la invasión almohade, un nuevo imperio islámico que ocupó la Península por la pérdida de ímpetu militar de los almorávides. Durante muchos años, el reino de Castilla y León se enfrentó a los almohades por las tierras entre el Tajo y Sierra Morena. Su derrota definitiva se produjo en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), donde lucharon conjuntamente los reyes de Castilla, Navarra y Aragón.