Los Objetivos de Hitler en Política Exterior
Se trata de un texto político de carácter ideológico, con un lenguaje demagogo dirigido al público, en concreto a Alemania, es decir, a los alemanes. El autor es el Führer, el caudillo de Alemania, título adoptado por Hitler en 1933 frente al partido nazi. Este documento es parte del discurso que dio Hitler en la conferencia celebrada en la cancillería del Reich el 5 de noviembre de 1937. En esta fecha, Alemania es un estado totalitario basado en un partido único, el partido nazi, que llevaba a cabo una política exterior muy agresiva, buscando el espacio vital y recuperar el estatus político.
La idea principal son los objetivos que plantea Hitler, que se resumen en el concepto de espacio vital. Este consiste en dominar todos aquellos territorios necesarios para que un estado esté completamente seguro. Las causas que podemos enmarcar son la justificación del nacionalismo y el intento de conseguir el espacio vital, una idea que ya existía históricamente. Para Hitler, el espacio vital es un asunto de seguridad del estado, una forma de asegurar la nación frente al ataque de otras, incluyendo a Austria y parte de Checoslovaquia. Hitler justifica esta causa como un acto histórico, ya que la necesidad de un espacio vital ha existido desde siempre. Para Hitler, este espacio vital conlleva riesgos secundarios como la guerra, y para ello debe estar preparado.
En 1933, Hitler empezó a incumplir los compromisos del Tratado de Versalles. El país se rearmó, primero clandestinamente y después públicamente. En 1936, remilitarizó Renania, la región industrial más importante de Alemania, que había quedado desmilitarizada al pasar al control de la Sociedad de Naciones. De esta manera, Alemania se preparaba militarmente para conseguir su objetivo: el espacio vital.
En marzo de 1938, Alemania ocupa Austria y la incorpora al Reich. Reclama los Sudetes, zona montañosa de habla germana, y también reclama Memel, situada en Lituania. Ante estas acciones, Francia y Gran Bretaña llevan a cabo una política de apaciguamiento con Alemania, cediendo a sus peticiones porque no quieren un nuevo conflicto. En la Conferencia de Múnich, obligan a Checoslovaquia a aceptar la anexión, pensando que Alemania se iba a conformar, provocando la desmembración de Checoslovaquia.
Con estas acciones agresivas, Alemania está jugando con fuego, creando tensiones en Europa, pero firma un acuerdo con la URSS en marzo de 1939, el Pacto de no Agresión, en el que se comprometen a no agredirse de momento y a repartirse Polonia. El 1 de septiembre de 1939, invade Polonia, haciendo uso del derecho del pacto. Entonces, Francia y Gran Bretaña reaccionan y le declaran la guerra a Alemania, iniciándose así la Segunda Guerra Mundial.
El Ataque a Pearl Harbor Según un Piloto Japonés
Se trata de un texto histórico en el que el autor utiliza un lenguaje descriptivo e informativo que narra hechos reales, destinado al público en general. Los autores de este texto son M. Okumiya y J. Horikoshi, historiadores japoneses que relatan la historia real de un piloto japonés en primera persona. Este texto pertenece a su obra Lucha y muerte de la aviación naval. La idea principal es el relato de un episodio japonés, el ataque a Pearl Harbor en Hawái, en concreto la bahía Hound, en la que estaba la flota estadounidense.
Japón era un gran imperio dirigido por Hirohito bajo un régimen totalitarista. Comenzó a expandirse por Asia en busca de su propio espacio vital. Japón inicia esa expansión en 1931 con la invasión de Manchuria, creando el estado satélite de Manchukuo. La Sociedad de Naciones pide a las tropas japonesas que se retiren y no reconoce a Manchukuo, pero Japón no se retira y, en 1937, decide invadir el resto del país, iniciando la guerra chino-japonesa, que duraría hasta 1945.
Con el inicio de la década de 1940, Japón se aprovecha de la debilidad de Francia, derrotada por Alemania, para apoderarse de sus colonias en Indochina. Estados Unidos es el único país que puede frenar esta expansión, así que presionó a los japoneses diplomática y económicamente al no suministrarle petróleo ni créditos esenciales para la industria japonesa. Japón, ante estas presiones de Estados Unidos, sabe que tarde o temprano se enfrentará a ellos. Ante esto, Japón decidió un ataque sorpresa que destruyera la flota estadounidense y empezar el conflicto con ventaja.
El 7 de diciembre de 1941, Pearl Harbor, la base naval estadounidense en las islas de Hawái, fue atacada por la aviación japonesa, transportada sin ser vista, a pesar de la distancia, por una flota de portaaviones. Sin embargo, los portaaviones estadounidenses no se encontraban en el puerto en ese momento, por lo que el objetivo se complicó. Inmediatamente, Japón conquista colonias británicas (Hong Kong, Malasia, Singapur, Birmania), holandesas (Indonesia) y estadounidenses (Filipinas) y Tailandia. Crea un nuevo orden político en Asia dominado por Japón, pero como consecuencia inmediata, Estados Unidos declara la guerra a Japón.
Entra en funcionamiento el Eje Roma-Berlín-Tokio, y Alemania e Italia declaran la guerra a Estados Unidos por ser aliada de Japón. Estados Unidos es una gran potencia política y militar que, en 1942, permitiría alargar la guerra, lo que sería negativo para las potencias del Eje. Estas pasan a la defensiva. Japón sufre dos derrotas muy importantes en el Pacífico: Midway, cerca de Hawái, y Guadalcanal, al norte de Australia. En estas derrotas, pierde gran parte de sus portaaviones y sus mejores pilotos.
En el Pacífico, al igual que en Europa, hay rivalidades entre los altos mandos estadounidenses, lo que retrasa el avance. De todas maneras, el avance estadounidense fue muy lento por tener que conquistar isla por isla, soportando la dura resistencia japonesa. Además, a partir de 1944, los pilotos japoneses utilizaron la táctica suicida denominada kamikaze, consistente en estrellar sus aviones, cargados de bombas y torpedos, contra los barcos enemigos, provocando su hundimiento inmediato. Esta situación se hubiera prolongado de no ser por las dos bombas atómicas que lanzó Estados Unidos, lo que hizo renunciar a Hirohito. Probablemente, Estados Unidos decidió lanzar estas dos bombas en Japón para frenar a la URSS, porque no son conscientes de su intervención final. El mundo queda dividido en dos bloques: el comunista, dirigido por la URSS, y el capitalista, con Estados Unidos a la cabeza.