Legado cultural de Roma:

Aunque la intensidad de la romanización fue desigual en el conjunto de Hispania, el legado cultural de Roma pervive hasta nuestros días. En 1º lugar, cabe citar el patrimonio arquitectónico y artístico. Se debe a los romanos la presencia de numerosos testimonios, entre las que destacan acueductos, murallas, puentes, teatros, anfiteatros, sepulcros, arcos conmemorativos. Menos visible peor también eficaz fue la fundación de nuevos emplazamientos de población que con el tiempo llegarían a ser núcleos urbanos. Pero quizá la herencia más importante haya sido la lengua y el derecho.

3.-La crisis del siglo III: el ruralismo

A lo largo del siglo III, el Imperio vivíó un periodo de crisis que afectó a su sistema político, económico y social. Se acentúan las diferencias sociales entre los colonos y terratenientes como consecuencia frecuentes invasiones y así se produce una debilidad del poder en Roma por lo tanto se produce una inseguridad y se hunde el comercio teniendo así una pérdida de valor la moneda por lo tanto los ciudadanos empiezan a abandonar el lugar así sucede la ruralización.

LA HISPANIA VISIGODA:

Tras la crisis del S.III, el Imperio romano va a iniciar el camino de la desaparición. Sus territorios quedarán divididos en dos grandes zonas, el Imperio de Oriente con capital en Constantinopla, conocido como Imperio Bizantino y que perdurará hasta la caída de Constantinopla en 1453, ante otro Imperio, el turco Otomano. La parte occidental del Imperio romano llevará este nombre hasta la pérdida del territorio por su último rey
Rómulo Augústulo en el año 476.
En el año 409, los pueblos llamados bárbaros aprovecharon la debilidad del Imperio romano para cruzar los Pirineos y entrar en Hispania, saqueando a su paso todo lo que encontraban. A partir del año 411 se asentaron en algunas provincias: los suevos en la Gallaecia, los alanos en la Lusitania y en la Cartaginensis, y los vándalos en la Baetica, desde donde estos últimos pasaron al norte de África. Poco después los visigodos, pueblo germánico federado del Imperio, llegaron a la Península para ayudar al ejercito romano en la pacificación de Hispania y consiguieron expulsar a estos pueblos. Cuando el último emperador de Occidente fue depuesto por los hérulos los visigodos fijaron el centro político de su monarquía en la ciudad de Toulousse. Años después, fueron derrotados por los francos y expulsados de la Galia. Tras esta derrota, se asentaron en Hispania. Durante el primero tercio del s.VI, los bizantinos llegaron a las costas andaluzas, aprovechándose de las disputas de los visigodos. El emperador bizantino, Justiniano, pretendíó incorporar la antigua provincia romana de la Baetica a su proyecto de reinstaurar el Imperio romano, peor la influencia bizantina en al regíón fue muy escasa.
Durante el reinado del rey visigodo Suintila, en el primero cuarto del siglo VII, los bizantinos fueron expulsados del territorio andaluz.

El REINO VISIGODO:

Se basaba en 2 elementos: la herencia romana (organización administrativa, Derecho romano, lengua latina) y la herencia germana (reyes electivos, derecho consuetudinario). El hecho de que los visigodos impulsaron a los reyes godos a llevar a cabo un proceso unificador que condujera a la fusión de las 2 comunidades y logar la unidad territorial, política y jurídica, y religiosa.
La política unificadora fue iniciada por Leovigildo (573-586). Lo 1º que hizo fue derogar la ley que prohibía los matrimonios entre godos e hispanorromanos, e inició la unificación territorial: expulsó a los suevos, luchó contra los vascones y arrebató numerosas plazas a los bizantinos, asentados en el sureste de la Península. La total unificación del territorio bajo el gobierno se Suintila derrotó a los vascones y expulsó a los bizantinos.
La uníón religiosa fue llevada a cabo por Recaredo, hijo y sucesor de Leovigildo. Recaredp abandonó el arrianismo y acepto el catolicismo como religión oficial del reino, logrando la unidad religiosa.
La uníón legislativa se alcanzo con la fusión de código de Eurico y el código de Alarido. Fue Recesvinto quien promulgo un único código para ambos pueblos: el Líber Judiciorum o Fuero Juzgo.

La organización política

Se basaba en el derecho germánico. La institución de gobierno era la Asamblea de los hombres libres que era conferido a un rey. Los reyes visigodos intentaron incorporar el absolutismo romano a su gobierno, pero nunca se logró una monarquía estable. Los monarcas conservaron una comitiva de clientes que los acompañaban, jurándoles fidelidad y recibiendo protección y sustento.
Los poderes del rey eran muy amplios: juez supremo, jefe del ejercito,etc. El rey gobernaba con la ayuda del Officium Palatinum, en el que intervénían 2 órganos de gestión: el Aula Regia o Consejo del Rey y los Concilios de Toledo. Formaban parte del Officium personajes de alto rango con el titulo de comes, estaban al frente de diferentes servicios: comes de tesoro regio, comes de recaudación de impuestos. También participaban los grandes funcionarios territoriales y militares: duces provinciales(delegados del rey), comités civitates(jueces de las ciudades) y gardingos(jefes militares).

La cultura y el arte

La cultura se reducía al ámbito religioso. Entre los escritores, destaca San Isidoro de Sevilla. En su obra Etimologías trata de mantener el legado cultural romano.
En las artes, destacan las aportaciones en la arquitectura, donde los visigodos lograron resultados interesantes gracias a la utilización de formas hispanorromanas, enriquecida con aportaciones bizantinas y del norte de África. Los testimonios mejor conservados se encuentran en pequeñas iglesias situadas en zonas rurales de la Meseta Norte. También destacan los trabajos de orfebrería. Su aportación mas original son las coronas de oro decoradas con grandes piedras preciosas y perlas incrustadas, que los reyes visigodos entregaban a la Iglesia el dia de su coronación. Son obras de gran belleza, suntuosidad y policromía.