Oposición al Franquismo y Transformación Socioeconómica en España (1939-1975)

La Oposición al Régimen Franquista (1939-1959)

Tras la victoria de Franco en 1939, los primeros años de la posguerra estuvieron marcados por una feroz represión contra los vencidos en la guerra. Además de los exiliados que continuaron la resistencia en el exterior, surgió una oposición interna que fue completamente desmantelada, pero cuya reorganización fue posible con el paso del tiempo.

El Exilio Republicano

Tras la derrota, casi medio millón de personas abandonaron España, principalmente hacia Francia o las colonias españolas del norte de África (Marruecos y Argelia). No obstante, muchos regresaron pronto tras la promesa de Franco de no tomar represalias contra quienes no hubieran cometido delitos graves, promesa que nunca se cumplió. Solo alrededor de 200.000 personas no volvieron, algunos de los cuales no regresarían hasta la muerte de Franco o nunca más. El nivel cultural de España sufrió mucho con esta emigración, ya que los intelectuales, escritores y científicos más destacados fueron los primeros en exiliarse para evitar la represión. La situación de los refugiados españoles en Francia empeoró con la ocupación alemana, que veía a los refugiados como comunistas huidos. Aquellos que lograron escapar antes de la invasión se dirigieron principalmente a Latinoamérica (México, Argentina, Cuba, Chile, Venezuela), y en menor medida, a Gran Bretaña y la Unión Soviética. En México, se mantuvo la continuidad de las instituciones republicanas en el exilio, reuniendo las Cortes y el gobierno republicano, que siguieron operando hasta 1977. Los gobiernos regionales de Cataluña y el País Vasco también continuaron existiendo, aunque la falta de unidad frente a la dictadura fue evidente. La discrepancia fundamental era sobre la forma de luchar contra el franquismo: diplomacia (defendida por republicanos, socialistas y anarquistas) o la lucha guerrillera (respaldada por los comunistas).

La Oposición en el Interior (1939-1951)

En el interior de España, las organizaciones republicanas fueron desmanteladas por la represión franquista. El PCE (Partido Comunista de España) fue el partido que logró reorganizarse más rápidamente y se convirtió en la principal fuerza de oposición durante todo el régimen. Esta oposición se puede dividir en tres etapas clave:

  1. 1939-1944: Durante esta etapa, la oposición fue mínima debido a la brutal represión. Los maquis, guerrilleros republicanos que continuaron la lucha armada en zonas rurales y montañosas, fueron los principales actores. En 1944, con la derrota del Eje y la esperanza de que las potencias extranjeras intervinieran en España, los guerrilleros realizaron la invasión del Valle de Arán en octubre. El objetivo era tomar territorio, instalar un gobierno republicano y pedir ayuda externa. Sin embargo, la operación fracasó debido a la superioridad militar franquista y la retirada de los guerrilleros.
  2. 1944-1947: Tras la derrota del Eje, surgieron plataformas unitarias entre la oposición para solicitar la intervención de los aliados en España. Destacó la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas, en la que republicanos, socialistas y anarquistas se unieron con monárquicos que defendían la candidatura de Juan de Borbón (hijo de Alfonso XIII) para restaurar la monarquía. No obstante, la falta de apoyo externo dificultó el avance de estas iniciativas.
  3. 1948-1951: Con el inicio de la Guerra Fría y la clara falta de apoyo internacional para derrocar el régimen, la oposición interna se desmoralizó. La guerrilla no logró imponerse, y se decidió abandonar la lucha armada después de más de 3,000 guerrilleros muertos y 20,000 represaliados. La Guardia Civil desempeñó un papel crucial en la represión. La oposición comenzó a adoptar otras formas de protesta más clandestinas.

Protestas y Nuevas Formas de Oposición (1946-1959)

A partir de 1946, emergieron nuevos movimientos de oposición, en especial desde el ámbito laboral y social. El PCE consolidó su estructura y la acción política clandestina se fue intensificando.

  1. La Hermandad de Obreros de Acción Católica (HOAC): Fundada en 1946, la HOAC comenzó a promover reivindicaciones laborales y sociales dentro del contexto del catolicismo, desde una perspectiva antifranquista.
  2. Huelgas: La oposición laboral se expresó mediante huelgas en sectores industriales como el textil, químico, siderúrgico y naval. Ejemplos destacados incluyen la huelga general de Manresa (1946) y las huelgas en el País Vasco (1947). La huelga de tranvías en Barcelona (1951), en protesta por el aumento del precio del billete, fue particularmente relevante, ya que obligó a Franco a rectificar.
  3. Protestas en la Universidad: A partir de 1956, la universidad se unió a la oposición contra el régimen, rechazando el Sindicato Español Universitario (SEU), la organización oficial creada por el franquismo. A pesar de la represión, muchos alumnos y profesores se sumaron a la resistencia.

Evolución Económica y Demográfica en España (1960-1975)

Durante las décadas de 1960 y 1970, España experimentó una serie de transformaciones económicas y demográficas importantes bajo el régimen franquista, caracterizadas por un cambio en la estrategia económica y un proceso de modernización que alteró profundamente la estructura social y laboral del país.

Transformación Económica: Del Autarquía a la Liberalización

Con el ascenso de una nueva generación de políticos, conocidos como tecnócratas y vinculados al Opus Dei, se adoptó un modelo económico más liberal sin cuestionar la estructura política y social del régimen. Este cambio se produjo bajo la idea de sustituir la autarquía (sistema económico autosuficiente e inspirado por el falangismo) por una economía más abierta al mercado internacional.

El Plan de Estabilización de 1959

En 1959, se implementó el Plan de Estabilización, que tenía como objetivo liberalizar la economía. Este plan se basaba en tres ejes fundamentales:

  1. Estabilización de la economía: Se congelaron los salarios y se limitó el crédito con tipos de interés más altos para controlar la inflación. También se intentó aumentar los ingresos y reducir los gastos del Estado.
  2. Liberalización interior de la economía: Se redujo la intervención estatal en la economía, especialmente en lo que respecta a los precios fijos, permitiendo un mayor grado de competencia en el mercado.
  3. Liberalización exterior de la economía: Se fomentaron las importaciones y las inversiones extranjeras, además de devaluar la peseta casi un 50% respecto al dólar para hacer más competitivas las exportaciones españolas.

Los Planes de Desarrollo

Después del Plan de Estabilización, España inició una serie de Planes de Desarrollo de cuatro años, con la intención de industrializar aún más el país. La iniciativa privada fue incentivada con ventajas fiscales y económicas si seguía las directrices del Estado. Estos planes incluyeron la creación de polos de desarrollo en zonas desindustrializadas del país, como Valladolid, Vigo, La Coruña, Zaragoza, Sevilla, Granada, Córdoba y Oviedo, con el objetivo de revitalizar estas regiones. Sin embargo, el éxito de estos planes fue limitado. Los recursos fueron invertidos de manera ineficaz y las élites económicas cercanas al poder priorizaron sus propios intereses por encima del bienestar general, lo que resultó en un fracaso relativo en términos de desarrollo equilibrado.

Cambio en la Estructura Socioeconómica

Durante este periodo, España dejó de ser una sociedad rural. El sector primario (agricultura y ganadería) experimentó grandes transformaciones, aunque muchos de los latifundios del sur y los minifundios del norte continuaron siendo de baja productividad. El impulso de la industria y el desarrollo del sector terciario (servicios) promovieron un éxodo rural masivo, en el que casi dos millones de personas abandonaron las áreas rurales en busca de trabajo en las ciudades. Esto contribuyó a una urbanización creciente y a la expansión de nuevas actividades económicas, como el turismo, que se convirtió en una fuente importante de ingresos. La modernización de la agricultura permitió que las tierras que seguían activas fueran más productivas, aunque la falta de reformas agrarias profundas limitó los avances en el sector.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *