Al-Ándalus: Organización Económica y Social
El sistema socioeconómico andalusí fue mercantil y urbano. La economía se basaba en la agricultura, incrementaron las técnicas de regadío e introdujeron nuevos cultivos como arroz, caña de azúcar y morera, que adquirió gran importancia como base de la cría del gusano de seda. También fue importante la ganadería ovina. En las ciudades floreció la industria artesanal textil. También fue muy importante en ellas el comercio interior, desarrollado en los zocos, y el exterior, basado en la exportación y la importación. El sistema financiero se basó en el dinar de oro y el dirhem de plata. Al-Ándalus fue una sociedad urbana; la ciudad era el centro económico, político y cultural.
La organización social estuvo marcada por la diversidad étnica y religiosa:
- Árabes: Grupo de familias originarias de Arabia, eran la minoría dirigente.
- Bereberes: Originarios del norte de África, eran el ejército y la administración, sometidos a los árabes.
- Muladíes: Antiguos cristianos hispanos, mayoría de la población, eran campesinos.
- Mozárabes: Cristianos que conservaban su fe, tradiciones y leyes bajo el dominio musulmán.
Modelos de Repoblación y Organización Social en los Reinos Cristianos
La repoblación es un proceso simultáneo al de la Reconquista, es una colonización y, al mismo tiempo, un establecimiento del poder político cristiano. El primer modelo fue la presura (ocupación y puesta en cultivo de tierras despobladas de forma espontánea). Los territorios comprendidos entre el Duero y el Tajo siguieron el modelo de la repoblación concejil. Los concejos recibieron de los reyes la carta puebla o fuero, que otorgaban privilegios (exenciones de impuestos y servicio militar) a quienes vinieran a poblar estos territorios.
Durante el siglo XIII, los reyes de Castilla y Aragón ocuparon tierras muy pobladas de musulmanes: valle del Ebro, del Guadalquivir, etc. En las ciudades se aplicó el modelo de las capitulaciones o pactos con las autoridades musulmanas, en los que se respetaba la religión y las costumbres a cambio del pago de tributos y de desalojar los centros urbanos (para los cristianos) y trasladarse a los arrabales o morerías. En el campo, el modelo consistió en el repartimiento de la tierra según la categoría social.
El proceso de repoblación acelera la feudalización de la sociedad, aumentando las relaciones de dependencia y vasallaje. Nobleza y alto clero recibieron grandes señoríos, en los que también recibieron la jurisdicción (justicia e impuestos) sobre los campesinos que trabajaban las tierras de los señores, a los que tenían que pagar rentas en trabajo y en producto.
La Baja Edad Media: Crisis del siglo XIV y XV. Organización Política e Instituciones
Corona de Castilla
El desarrollo de las ciudades permite a los reyes castellanos desarrollar el autoritarismo, que era una política de fortalecimiento de su poder ejercido sin limitaciones, mediante:
- La creación de una serie de instituciones de gobierno (Consejo Real, que ayuda al monarca en las tareas de gobierno; la Audiencia o Chancillería, como tribunal de justicia; y la Hacienda Real, encargada de la recaudación de nuevos impuestos).
- Subordinación de las Cortes a la voluntad real (era convocada cuando se necesitaban nuevos impuestos o para el juramento al nuevo rey o heredero).
- La unificación de las leyes (establecieron una legislación única para todo el reino basada en el derecho romano).
Corona de Aragón
El modelo político se caracterizó por:
- La estructura confederal de cuatro reinos: Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca, que mantienen sus leyes e instituciones.
- La monarquía pactista: basada en el pacto entre la corona y los estamentos. El Justicia Mayor de Aragón se encargaba de vigilar el correcto respeto de los fueros de este reino.
- Las Cortes de cada reino: asambleas estamentales con poder decisorio. Aprueban o rechazan las propuestas del rey.
La Baja Edad Media: Crisis Demográfica, Económica y Política
La península sufrió una crisis generalizada. La crisis demográfica se notó en el siglo XIV en el descenso de la población, motivado por el hambre debido a las malas cosechas, la peste negra, etc. La crisis económica se manifestó sobre todo en el campo con el fenómeno de los despobladores, lo que provocó un aumento de la ganadería transhumante, que se reflejó en la aparición de la Mesta. Los conflictos sociales se agravaron, como en la revuelta de los payeses de remensa catalanes. En las ciudades, el malestar social provocó la explosión de la violencia antijudía. Hubo también una crisis política, causada por los continuos enfrentamientos entre señores feudales y los reyes.