El origen del movimiento obrero en España se articula en torno a **sindicatos**, **partidos políticos** y **asociaciones**. El movimiento obrero aparece durante la regencia de María Cristina. Al despido de trabajadores se respondió con el incendio de fábricas (Incendio de la fábrica Bonaplata, Barcelona, 1835). Surgieron las sociedades de ayuda mutua, conocidas como **ludismo**.
Los orígenes del movimiento obrero organizado en España se sitúan en 1840. Se funda la Asociación de Tejedores de Algodón, el primer sindicato en el Estado español. Con el Bienio Progresista creció el movimiento obrero, incluyendo la primera huelga general en 1855.
Las reivindicaciones del movimiento obrero lograron la libertad de asociación, la reducción de la jornada laboral, el aumento de salarios, mejoras en las condiciones de salud e higiene, la limitación del despido libre y la prohibición del trabajo infantil, entre otras.
Durante el Sexenio Democrático, la Constitución de 1869 permitió legalizar las asociaciones obreras.
A nivel internacional, se configuraron dos tendencias ideológicas enfrentadas: el **anarquismo** (Bakunin) y el **marxismo** (Marx y Engels). En el V Congreso de la AIT (1872), en La Haya, se produjo la división entre marxistas y bakunistas.
El origen del movimiento anarquista en España se remonta a 1868, cuando Fanelli llegó a España para difundir las ideas anarquistas y ayudar a la creación de la Primera Internacional. Anselmo Lorenzo fue cofundador en 1870 de la Federación Regional Española. Poco después, en el Congreso de Zaragoza de 1872, se produjo la definitiva división.
La tendencia anarquista es contraria a toda forma de autoridad y adversaria de la máxima expresión de la autoridad: el Estado. Existen sindicatos anarquistas que promueven el **anarcosindicalismo**, la transformación revolucionaria de la sociedad a través de la lucha de los trabajadores, y la igualdad entre hombres y mujeres.
El **socialismo-marxismo** de Karl Marx concibe la historia como la historia de la lucha de clases. Su objetivo final era una sociedad sin clases y la desaparición del Estado. En 1879, Pablo Iglesias fundó el PSOE. En 1888, se fundó el sindicato obrero UGT (Unión General de Trabajadores).
Tras el golpe de Estado de Pavía, se prohibieron las asociaciones obreras. Durante la Restauración, la burguesía vivió su época de esplendor. Cánovas mantuvo la persecución contra las asociaciones obreras: la Federación Regional Española fue forzada a pasar a la clandestinidad, provocando una desorganización. Sin embargo, esto no fue suficiente para impedir la creación de una red de sociedades obreras y la adquisición de una presencia en la sociedad. El gobierno dirigido por Sagasta aprobó la Ley de Asociaciones, que admitía la legalidad de la actividad de las organizaciones obreras. En 1881 se celebró la Federación de Trabajadores de la Región Española (F.T.R.E.).
La Mano Negra
En las últimas décadas del siglo XIX, los jornaleros sufrieron crisis agrícolas y económicas. A comienzos de los años 80 hizo su aparición el anarquismo y su renovada promesa del reparto de tierras y de justicia social, «tierra y libertad». Se produjeron asaltos a panaderías y robos en mercados.
Así surgió **La Mano Negra**. En diciembre de 1882, la Guardia Civil detuvo en la localidad gaditana de San José del Valle a 16 miembros de la FTRE acusados de asesinato. Después, la opinión pública se enteró de la existencia de una organización secreta llamada La Mano Negra, involucrada en el incendio de cosechas y el asesinato de propietarios. La sola denuncia de un propietario, magistrado o guardia civil, o la mera sospecha, eran suficientes para enviar a la cárcel a cualquier jornalero. A pesar de las torturas, ninguno manifestó saber nada de la supuesta organización. Siete de ellos fueron condenados a muerte en 1883.
La Federación de Trabajadores de la Región Española (F.T.R.E.) no se recuperó y se disolvió en 1888, solo siete años después de su fundación. Dentro del movimiento, adquirieron fuerza los argumentos en favor de acciones reivindicativas, denominadas «propaganda por el hecho».
El anarquismo había oscilado entre la vía asociativa, la sindical y la clandestina. En los años 90, la «propaganda por el hecho» pasó al primer plano. El movimiento anarquista actuó en la producción cultural, la acción sindical y la acción violenta terrorista.
El asociacionismo obrero y la implantación de sindicatos fue creciendo. En 1910, los socialistas consiguieron su primer diputado, Pablo Iglesias. Los liberales promovieron la aprobación de la Ley de Accidentes de Trabajo y la Ley de Protección a las Mujeres y Niños, así como la creación del Instituto de Reformas Sociales y del Instituto Nacional de Previsión. El movimiento obrero, a través del sindicato anarquista Solidaridad Obrera, dio lugar a la Semana Trágica. Con la fundación de la Confederación Nacional del Trabajo (C.N.T.), comenzó un nuevo período en el anarquismo español.
Conclusión
El ideario anarquista que manifiesta Anselmo Lorenzo en el texto se mantuvo intacto a lo largo de los siglos XIX y XX. Los anarquistas vieron en la Segunda República y la Guerra Civil la ocasión de convertir en realidad sus principios a través de la revolución. Sin embargo, la derrota en la Guerra Civil y el franquismo acabaron con la implantación de esta ideología.