Revolución agraria
Transformaciones de la agricultura desde el s.XVIII, debidos a cambios institucionales y a la introducción de nuevas técnicas y tecnología de cultivo.
Los cambios institucionales hacen referencia a la aparición de los enclosures, es decir, el proceso de concentración de la tierra, que se lleva a cabo sobre los terrenos comunitarios y los pequeños terrenos arrendados. Estos cambios se vieron favorecidos por la elevación de los precios.
Se pasa a una propiedad individual gestionada con criterios capitalistas, orientada al mercado.
Esta gran propiedad sustituye las propiedades de carácter feudal (campos abiertos, openfield, prácticas comunitarias). A su vez, se implantan nuevas técnicas: Desaparece el barbecho y aparece el sistema de rotación de cultivos (sistema de Norfolk).
Además, este nuevo sistema incluye las plantas forrajeras para el alimento del ganado, por el que la ganadería intensiva se introduce dentro de la agricultura, favoreciendo así la disponibilidad de abono, aumentando el rendimiento.
Se introducen además nuevas técnicas, como la mejora de la composición química del suelo, el aumento de labores en la tierra o una mejora en el drenaje de los campos.
Como consecuencia de estas innovaciones, se introduce el Jethro Tull, es decir, la siembra en hileras. Este método permite la introducción del arado de Rotterdam, el cual remueve mejor la tierra, siendo también más ligero que los anteriores. También permite la introducción de la sembradora mecánica, que ahorra semillas y mano de obra temporera. Así, la agricultura aumentó su producción productividad y rendimiento, logrando un excedente que alejó la carestía que había estado presente en la etapa preindustrial (crisis de subsistencia, que obligaban la importación de alimentos). Por lo tanto, al no tener que importar, se ahorran divisas, y este capital se destina a inversión. Los agricultores comienzan a demandar productos industriales, como abono, y sustituyendo los utensilios de madera por los de metal, impulsando así la metalurgia. Por otro lado, los beneficios de la agricultura se invierten en la construcción de canales y carreteras, necesarios para el comercio. Además, aparece la especialización.
El papel del estado
Fomenta la economía mediante la construcción de infraestructuras (canales, carreteras) financiadas mediante la elevación de impuestos. Los impuestos fueron derivados de la revolución fiscal. Sustituyeron a otros impuestos, como los impuestos sobre la renta. Debe procurar el equilibrio presupuestario, sin embargo, si los gastos superan a los impuestos, se recurre a la emisión de deuda pública. El Estado, a través de la legislación, impulsa la industria, el mercado nacional.
Este impulso se realiza a través de medidas como la eliminación de obstáculos internos (cadenas internas), la unificación de medidas y de moneda, acuñación de moneda, la permisión de circulación de billetes, el cambio de legislación estatal, promoviendo la creación de empresas (mediante la eliminación de obstáculos: gremios, monopolios, fijación de precios…), la protección de los inventos, mediante la creación de un sistema de patentes, el control de los fraudes para la regulación de la banca , y el comienzo de las primeras disposiciones en legislación social. Nace una nueva legislación que regula el trato entre empresas, el código de comercio.
Se crean las primeras S.A. y S.L., que permiten a los empresarios responsabilizarse únicamente con el patrimonio de la empresa, a diferencia de las anteriores empresas de responsabilidad ilimitada. Además, se adoptan políticas comerciales positivas para el comercio (aumento o reducción de aranceles):
Las políticas proteccionistas pretendían proteger el mercado nacional de la competencia exterior, quizás mucho más barata, por lo que suben los aranceles (ej. Gobierno inglés en el s. XVIII, la cálico act); mientras tanto, las políticas de libre cambio rebajaban aranceles para favorecer la importación.
Las inversiones del estado tuvieron un gran peso: Invirtieron en el ejército, favoreciendo así la siderurgia. También subvencionó empresas con problemas.
Los ayuntamientos también tuvieron un papel importante: Crearon capital fijo, realizaron una remodelación urbana (ensanches, barrios nuevos…) y promulgaron leyes en pro de la educación (1802 Fábricas, para la escolarización de los empleados, 1887, para la extensión de la enseñanza primaria).
Además, las organizaciones religiosas docentes realizaron varios programas prácticos, dedicados a la alfabetización; también se crearon escuelas técnicas de nivel superior muy especializadas.
Industrialización Inglesa: Dos etapas:
1. 1760-1840: Concentrado en el comercio exterior, apoyada por la revolución agraria y el Estado. Hasta 1830 se apoyará en el sector textil (algodón); a partir de ahí tomarán el relevo las industrias de base (carbón, hierro y maquinaria). Inglaterra importaba materiales para su industria y alimentos. Los productos ingleses son superiores y los transportes mejoran. Así, se adopta una política librecambista. Todo esto hace el mercado inglés superior.
2. 1870-1914: Madurez de la economía británica en la que se evidencia una detención del crecimiento económico, causado por la capacidad de producir y vender al resto de economías. Las exportaciones descienden, sobre todo a partir de 1873, cuando hay una crisis mundial que tiene como punto central el aumento de la producción, con su consecuente descenso de la demanda y la bajada de los precios. Derivado de ello, los Estados comenzaron a tomar políticas proteccionistas. Sin embargo, Gran Bretaña mantendrá el librecambismo.
La segunda causa de la crisis es la industrialización en los países que quedaban, y su adopción del proteccionismo selectivo, que protegía determinados sectores de la industria. La tercera causa fue la falta de motivaciones técnicas y de nuevas inversiones (acero, electricidad, química). Además, se le suma el envejecimiento de la maquinaria. Se mantiene una estructura tradicional basada en empresas familiares. Esto dio paso a un espíritu conservador y un estilo de vida similar al de los terratenientes. Las empresas se dejaron en manos de administradores asalariados. Las empresas británicas no utilizaron nuevas formas de organización, quedándose por tanto a la cola de países como Alemania, que comenzó a construir grandes empresas.
Patrón Oro y Sistema Financiero Internacional
El comercio interior emplea la misma moneda; sin embargo, en el comercio internacional se requiere de un sistema monetario que facilitase los intercambios entre las diversas monedas.
Por lo general, en el S. XIX la base monetaria era la moneda acuñada en metal precioso (oro, plata). Solía tener un doble valor: un valor legal, que fija cada gobierno, y un valor como mercancía, que se lo da la cantidad de metal precioso de cada moneda, sujeto a la ley del mercado.
A lo largo del S. XIX los sistemas monetarios que se desarrollan en Europa fueron:
A) Patrón monometálico: Una única moneda principal
B) Patrón bimetálico: Una moneda de oro y otra de plata
La mayoría de los países utilizarían los patrones bimetálicos, – Inglaterra que utiliza el monometálico en oro. Esto se debe a las grandes cantidades de oro brasileño que llegó a Inglaterra fruto de las relaciones comerciales con Portugal. El banco de Inglaterra acabará por utilizarlo como base para respaldar la circulación de billetes, que eran convertibles en oro. El resto de países europeos utilizaron el sistema bimetálico, mucho más versátil, ya que utilizaban el oro para los tratos internacionales y la de plata para los nacionales. En 1948, se descubren en California y Australia minas de oro, lo que inundo el mercado de este metal al mercado, produciéndose una caída del valor del oro como mercancía, desplazando progresivamente a la plata de la comercialización, ya que es atesorada, produciéndose un proceso de inflación.
Para estabilizar esta situación se crea una unión monetaria en 1864, la cual engloba varios países del área del Franco. Sin embargo, los esfuerzos de esta unión monetaria fracasan al descubrirse minas de plata en Nevada, poniéndose en marcha un proceso similar al de antes, pero con la plata, aumentando el precio del oro, produciéndose así la deflación.
A partir de aquí se generalizará el patrón-oro. El primer país en adherirse será Alemania, aprovechando la indemnización de guerra que le tiene que pagar Francia, la cual estaba fijada en oro.
A partir de ese momento de generalizará el patrón-oro, un sistema de cambios fijo, en el cual se establecían unas prioridades frente al oro, estableciendo una serie de condiciones:
- La moneda principal está definida por un cierto peso en oro.
- Los billetes son convertibles en oro.
- Los bancos tienen que tener una cantidad de reservas de oro (encaje en oro) proporcional a la cantidad de billetes emitidos.
- El oro se debe poder comprar y vender libremente.
Bajo estas condiciones el oro debía tener el mismo valor en todos los países adheridos al patrón-oro, con la única diferencia de los costes de transporte y los seguros.
La oferta mundial de oro debía corresponder con la oferta monetaria y los precios mundiales; sin embargo, en la práctica no funciona como tal, ya que de haberse ligado las reservas de oro a los billetes no se habría podido financiar la economía internacional.
En la práctica hubo una serie de cambios:
Se sustituye la moneda metálica por billetes, lo que obligaba al banco a tener una reserva en oro que asegurase la convertibilidad de los billetes.
Si un banco quería hacer más billetes debía comprar más reservas de oro. Ya que no había metal suficiente, el sistema requería de gran disciplina, tanto en la emisión de billetes como en la balanza de pagos (ver gráfica 19/19). Con posterioridad el dinero se sustituye por el dinero bancario (cheques, créditos…).
El oro se quedará limitado a la función de liquidez.
Los movimientos bancarios son los que cubren las necesidades de liquidez.
Como resultado del comercio internacional Londres se constituye como centro comercial y financiero mundial, sustituyendo a París, Ámsterdam, Hamburgo….
Aparecerán diversas instituciones especializadas.
El buen funcionamiento de patrón-oro se apoyó en el buen funcionamiento de la libra esterlina.
La Gran Depresión: Entre 1873 y 1896 las economías se ven afectadas por un crecimiento desacelerado, causado por una crisis de sobreproducción tanto en la agricultura como en la industria.
Se trata de un proceso de contracción en el que la producción y los avances tecnológicos crecieron, pero bajaron los precios y los beneficios empresariales. El origen de la crisis industrial está en la rápida trasmisión de las técnicas y los avances tecnológicos de las 1º revolución industrial al resto de los países europeos, elevando la producción industrial y la productividad, disminuyendo los costes de producción en los bienes característicos de la 1º revolución industrial. El resultado será la caída de los precios de estos bienes la caída de los beneficios y un aumento de la competencia entre empresas, lo que hace que muchas quiebren y que las menos competitivas sean expulsadas del mercado.
El descenso de la producción agrícola está directamente relacionado con las inversiones que hicieron los países europeos en diversas zonas de ultramar y en zonas de Europa no desarrolladas, con el propósito de obtener alimentos baratos, para bajar los salarios. El aumento de la producción agraria se posicionó por encima de la población; esto causó un excedente agrario, cuyo resultado será la caída de los productos agrícolas.Tenemos que considerar también el abaratamiento del transporte, tanto terrestre como marítima, por la construcción del ferrocarril y la del barco a vapor. La llegada de las materias primas extranjeras impactó considerablemente en la agricultura europea, ya que esta está constituida por pequeñas empresas familiares, y está en crisis, lo que se traduce a una bajada de los precios. Se hará una reconversión del sector, reduciendo costes, mejorando métodos de cultivo, introduciendo maquinaria y fertilizantes, y especializándose en aquellos productos sin competencia extranjera (vino, aceite, remolacha, hortalizas…).
En 1873 se produce la caída de la bolsa de Viena, quebrando así muchos bancos y muchas compañías ferroviarias. consecuencias de esta crisis fueron la vuelta del proteccionismo. Éste es un proteccionismo global, que se transformará en un nacionalismo económico, al utilizar la fuerza del Estado en pro del capitalismo nacional, reservando el mercado nacional, y lanzándose a la expansión neocolonialista.