La etapa azul.El primer fascismo.La fascistización de la dictadura
finalizada la guerra, el nuevo Estado parecía dirigirse, a través de la influencia de Serrano Suñer, hacia un modelo fascista. En Agosto de 1939 quedó constituido el primer
Gobierno después de la guerra. En él, se apreciaba claramente la orientación fascista del primer franquismo con un claro predominio de falangistas, acompañados de militares, católicos, carlistas y antiguos miembros de la CEDA próximos al dictador. Además. Se adoptó la retórica fascista; los gestos y la iconografía respondían a esa vocación propia de la época. En realidad, la dictadura franquista adoptó el modelo solo formalmente. El partido único nunca llegó a dominar el Estado, más bien sucedíó lo contrario. Intentos de encuadrar a la población en organizacionesde partido, como el Sindicato Español Universitario (SEU), el Frente de Juventudes, la Sección Femenina o los sindicatos verticales, no fueron satisfactorios. Franco no se comprometíó a institucionalizar la dicatadura sobre fundamentos fascistas que habrían limitado su carácter caudillista y su poder unipersonal.
El nacionalcatolicismo
La retórica fascista del primer franquismo fue paulatinamente abandonada en la medida en que la Segunda Guerra Mundial cambió de signo y, por tanto, la derrota de las potencias del Eje se fue vislumbrando como inevitable. Esto inspiró un inmediato cambio en la retórica. Los rasgos falangistas fueron atemperados y sustituidos por el componente conservador y nacionalista que definía al franquismo, aderezado con un marcado anticomunismo. El nacionalcatolicismo estuvo representado por los militantes de Acción Católica Nacional de Propagandistas.
La consolidación de la dictadura
El afianzamiento del poder personalista de Franco fue posible gracias a la aprobación de una serie de leyes que dotaron de consistencia legislativa a un régimen surgido tras acabar con la legitimidad republicana:-el Fuero del trabajo.-La ley de Cortes.-el Fuero de los Españoles.- la Ley de Referéndum Nacional.-la Ley de Sucesión a la jefatura de Estado.
La represión de los años cuarenta
Concluido el enfrentamiento militar, la vida civil de la posguerra quedó totalmente dominada por los vencedores. En los años cuarenta se asistíó a la represión sistemática de cualquier tipo de disidencia. La eliminación física, los encarcelamientos, el exilio exterior o interior, o las depuraciones, fueron instrumentos que formaron parte de un todo concebido como el absoluto control político social de la población. Este entramado legal empezó a tomar cuerpo cuando Franco promulgó la Ley de Responsabilidades Políticas, de 9 de Febrero de 1939. Este primer impulso de represalia quedó completado con la Ley de Depuración de Funcionarios, de frebrero de 1939. En este mismo sentido actuaron la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo, de Marzo de 1940, y la de Seguridad del Estado, de Marzo de 1941. En virtud de estas leyes, los detenidos eran sometidos a juicios sin la menor garantía procesal. La represión fue uno de los fundamentos de la dictaura.
Las cifras de la represión
En los últimos meses de la guerra, casi medio millón de personas se refugiaron en Francia. De ellos, la mitad regresaron a lo largo de 1939. Unas doscientas sesenta mil personas fueron internadas en campos de concentración. Después de ser sometidos a juicio, sesenta mil terminaron frente al pelotón de fusilamiento, y otros muchos fueron condenados a largas penas de cárcel. Más de cien mil fueron empleados como trabajadores forzados en obras públicas o alquilados por el Gobierno para desempeñar funciones en la empresa privada. La represión tuvouna mayor intensidad entre 1939 y 1945. A partir de esta fecha las cifras disminuyeron; para explicarlo habría que recurrir a la derrora del fascismo en la guerra, que exigíó a Franco a suavizar sus políticas represivas, pero también, simplemente, al hecho de que tras años de represalias los sospechosos sin recibir castigo iban en descenso.
El exilio
Particularmente costoso para la sociedad española fue el exilio, tanto exterior como interios de buena parte de la intelectualidad del país, lo que dio lugar a la destrucción de la llamada Edad de Plata de la cultura española del primer tercio del s.Xx. La mayoría de esas personalidades abandonaron el país durante la guerra, y continuaron en su producción cultural y científica en los Estados de acogida. Fue México donde encontraron un mejor recibimiento y desarrollaron una labor más productiva.
Los refugiados durante la Segunda Guerra Mundial
Muchos de los exiliados en Francia fueron entregados a las autoridades franquistas a través de las autoridades alemanas de ocupación y de la Falange del exterior, como sucedíó con Lluís Companys, presidente de la Generalitat catalana o el periodista y ex ministro republicano Julián Zugazagorita, finalmente fusilados. Miles de exiliados fueron obligados a trabajar como mano de obra esclava con el sistema de trabajos forzados nazi.