Procesos históricos de la Península Ibérica

El proceso de hominización de la Península Ibérica: Nuevos hallazgos

Los primeros homínidos que poblaron la Península Ibérica hace 800.000 años fueron los Homo antecesor y sus restos han sido encontrados en la Sierra de Atapuerca (Burgos). Son los restos humanos más antiguos de Europa Occidental. En ese mismo lugar se han localizado restos de 32 individuos de Homo Heidelbergensis, de hace 350.000 años. Los restos de Homo Neardenthalensis (45.000 años de antigüedad) son más abundantes. El Homo Sapiens llegó a Europa hace 40.000 años y quedó como única especie de homínido tras la desaparición de los neardenthales hace 15.000 años. Todos estos primeros pobladores de la Península eran nómadas y se dedicaban a la caza, la pesca y la recolección, tenían una organización social colectiva.

Los pueblos prerromanos

Desde el s.V la Península Ibérica queda dividida en dos zonas culturales, donde vivían pueblos indígenas. Estos tenían una organización tribal, en ocasiones las tribus estaban enfrentadas, predomina la economía pastoril y se practica la exvotio ibérica. Estos pueblos son:

  • Los celtas que ocupaban el norte, centro y oeste peninsulares, introdujeron el hierro y la incineración.
  • Los iberos, situados al sur y oeste peninsular, hablan una variante de lengua preindoeuropea.
  • Los griegos dejaron constancia en sus escritos de un pueblo, que se extendía desde Huelva a Cartagena, llamado Tartessos (s.VII-VI a.C.) con una cultura muy rica y desarrollada. Se relacionaron con griegos y fenicios.

Las colonizaciones históricas de la Península Ibérica

Por la costa mediterránea llegan unos pueblos que crean colonias y factorías al este y sur peninsular, tienen intereses comerciales. Estos pueblos aportan escritura, moneda, avances en la agricultura y en el arte, y gastronomía.

  • Los fenicios (s.X-VIII a.C.), provenientes del actual Líbano, ocupan el Mediodía peninsular y fundan Gadir (Cádiz).
  • Los griegos (s.VII-VI a.C.) se extienden por la costa oriental, al llegar los cartagineses se van al norte mediterráneo. Comercian con los Tartessos.
  • Los cartagineses o púnicos (s.VI-218 a.C.) controlan el sur mediterráneo tras echar a los griegos. Fundan Ebussum (Ibiza) y Cartago Nova (Cartagena). Expulsados por los romanos.

Etapas de la conquista de la Península por Roma

La conquista (218-19a.C.) se debe a la guerra contra los cartagineses y se caracterizó por el desarrollo de la 2ª Guerra Púnica. Tardaron tanto tiempo porque debían ir conquistando tribu por tribu y hubo periodos de paz. La conquista tuvo dos facetas distintas, la romanización y la ocupación militar. La conquista se puede dividir en tres etapas:

  1. En la primera etapa (218-202a.C.) los romanos desembarcan en Ampurias y dominan la costa mediterránea y los valles del Ebro y del Guadalquivir.
  2. En la segunda etapa (154-133a.C.) se desarrollan las guerras contra los pueblos de la meseta, lusitanos y celtibéricos. Termina con la ocupación de Numancia en 133a.C.
  3. Por último la tercera etapa (23-19a.C.) se desarrolló en la época de Octavio Augusto se dominó a las tribus belicosas de cántabros y astures.

El proceso de la romanización: el legado cultural

La romanización es el proceso por el cual son impuestas las costumbres sociales, políticas y culturales romanas a los pueblos sometidos a Roma. La Península Ibérica se integra en el vasto Imperio Romano una vez culminado este proceso. La romanización es distinta dependiendo de la zona de la Península, en el levante y sur peninsular fue más intensa que en el resto. Gracias al largo periodo de tiempo que los romanos estuvieron en la Península, dejaron numerosos restos de su cultura. La lengua, la religión, el derecho romano, la cultura y el arte forman el legado cultural dejado por los romanos.

El proceso de la romanización: las obras públicas

Los romanos eran magníficos ingenieros y sus obras tenían diferentes usos: espectáculos (teatro de Mérida), equipamiento de las ciudades (acueducto de Segovia), edificios públicos (senado), calzadas (Vía de la Plata), monumentos conmemorativos (arco de Medinaceli)…

La monarquía visigoda: las instituciones

La monarquía visigoda abarca desde el año 507 al 711, con la invasión musulmana y concibe la Península Ibérica como unidad política por primera vez. La sucesión al trono se realiza por vía electiva, debido a esto los reyes, aunque tienen poder absoluto, suelen ser muy débiles, pero hay algunos que hacen notar su poder y son más fuertes (Leovigildo, Recadero, Chindasvinto, Wamba). El Estado es patrimonio personal del rey y puede hacer lo que le plazca con las tierras. El ejército no es permanente, cada noble tiene sus caballeros y el rey los convoca cuando le hace falta. La Iglesia tiene un gran poder.

La Península Ibérica en la Edad Media: la conquista musulmana y los pueblos invasores

La conquista musulmana (711-732) fue tan veloz gracias a las vías romanas, la tolerancia religiosa, los pactos con los reyes godos y a que solo conquistan las ciudades. Sin embargo les limita el clima húmedo, la reducción de los conquistadores y el despoblamiento de las montañas. La Península Ibérica era una zona más de expansión, venían buscando el botín. Primero entra Tariq, con un contingente y posteriormente Muza con otro contingente. Los distintos grupos conquistadores son: árabes, sirios y egipcios, en minoría, y un grupo grande de bereberes con Tariq. Estos últimos se asientan en la Meseta, mientras que las minorías se quedan con el valle de Ebro y el sur mediterráneo. Este reparto será elemento de conflictos internos.

La Península Ibérica en la Edad Media: el Emirato y el Califato de Córdoba

En sus inicios, Al-Andalus es un emirato independiente de Damasco; hasta que Abderrahmán I Omeya escapa del asesinato de su familia y crea el Emirato independiente de Córdoba. Sus objetivos son legitimizar y consolidar el poder, por lo que crea un ejército. Hay revueltas internas de muladíes (antiguos cristianos) y mozárabes (cristianos en territorio musulmán); y peligros externos como los normandos, el Reino de León o los fatimíes del norte de África. Abderrahmán III se proclama Califa (representante de Alá) para legitimizar su poder frente a los fatimíes, y crea el Califato de Córdoba. Consigue la pacificación interna y derrota a los cristianos. En la última etapa Almanzor crea una dictadura militar que tiene en jaque al mundo cristiano.

La crisis del s.XI: los reinos de Taifas

Los reinos de Taifas son el resultado de la disgregación del Califato, son de extensión variable y pueden ser de bereberes, muladíes o árabes. Caben destacar Toledo, Málaga y Sevilla. Tienen relación con los cristianos del norte, a los que pagan parias para evitar ataques y tener su protección frente a los otros reinos. Se apoyan en los impuestos para pagar las parias, lo que les debilita más, ya que el pueblo se levanta. Cuando los cristianos avanzan demasiado, llaman a los pueblos norteafricanos para contenerlos. Con lo cual habrá invasiones amorávides y almohades alternando con los reinos de Taifas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *