LAS CONQUISTAS Y LA ORGANIZACIÓN DE AMÉRICA
Hernán Cortes, gobernador y virrey, conquistó México en 1519, la capital del Imperio azteca (confederación de pueblos) que inicia un nuevo ciclo el de la conquista, que se puede considerar cerrado hacia mediados del siglo. Con el control del territorio, los castellanos impusieron su modelo de organización económica, social y política, eliminando las estructuras indígenas, que solo pervivieron en zonas marginales sin interés económico para los colonizadores (HIPANIZACIÓN). Esta conquista se debíó a superioridad de las armas de los españoles: artillería y caballos. La Guerra Civil desangra al Imperio azteca y el apoyo de los perdedores.
Por su parte Pizarro ocupó la capital del Imperio de los incas. Fuera del continente americano también fueron ocupadas las islas llamadas Filipinas, el primer asentamiento filipino fue Villa de San Miguel (Cebú), fundada en 1565. En lo organizativo e institucional se creó la Capitánía General de Filipinas integrada por el Virreinato de Nueva España, cuyo ámbito de actuación se extendía al espacio denominado Indias Españolas Orientales.
Administración y explotación del territorio ocupado
Los españoles organizaron el territorio con las instituciones de la corona de Castilla. Se crearon audiencias, a la vez tribunales y distritos administrativos. Por encima de ellas había también virreinatos y por otro lado, había también alcaldes mayores, corregidores y gobernadores, y al frente de las ciudades, los cabildos. De América interesaban sobre todo las minas de metales preciosos. Para el comercio entre la metrópoli y las colonias se creó la Casa de Contratación (1503), gracias a ella grandes flotas cruzaban el Atlántico, aunque requerían el apoyo de buques de guerra, por el peligro de la piratería.
ECONOMÍA
En cuanto a la agricultura los aztecas y los incas introdujeron en el regadío la patata y el maíz, y además traemos plantas como el tomate, y llevamos el cereal de invierno (trigo, cebada y avena). La ganadería era extensiva de caballos, ovejas, vacas y bueyes. Llevamos el comercio para la explotación minera de oro y plata y llevar lana. La artesanía se fusiono con las bases indígenas. La tierra se reparte entre los conquistadores (blancos) y existe una explotación semiesclavista (servidumbre), además se fundan, cambian o abandonan ciudades y se instalan en la costa para proveerse de alimentos.
el declive del Siglo XVII los austrias menores
El Siglo XVII fue una época de decadencia para la monarquía hispánica, puesto que se perdíó la hegemonía en Europa y se vivíó una profunda crisis ya que la economía no funciona. En ese momento aparece la figura del valido, el Duque de Lerma, varones en los que el rey confiaba plenamente, hasta el punto de permitir que gobernaran. Esta figura aparece claramente en el reinado de Felipe III.
Felipe III (1598-1621)
La política interior de Felipe III se basó en mantener los fueros e instituciones de Aragón y Castilla. Creó la figura de valido, el duque de Lerma, que sustituye al rey se coloca por encima de los consejos que se mantienen. Por otro lado, se encargó de la expulsión de los moriscos (1609) lo que provocó una crisis en la agricultura de regadío, la disminución de la mano de obra y la disminución de las cosechas. La política exterior presentaba la hegemonía de los Austrias (rama alemana). Marca el final de su reinado con la firma de la Paz de Holanda y España, lo que marca el inicio de la guerra de los 30 años.Felipe IV (1621-1665)
Felipe IV depositó su confianza en el duque de Olivares que intentó que los distintos territorios de la Corona participasen en la financiación del esfuerzo bélico para la defensa del Imperio, plan denominado Uníón de Armas. Esta será vista como un atentado a fueros e instituciones y tiene diversas consecuencias como las sublevaciones en Portugal, Cataluña (1640) y en Andalucía. Durante el reinado de Felipe IV se participa en la guerra de los Treinta Años (derrota de los protestantes) en la que Francia supera las guerras civiles y hace la guerra a España y dirime la hegemonía continental donde se pierde Holanda en la Paz de Westfalia (1648). En esta guerra el rey defiende la hegemonía de los Austrias y el catolicismo. La Península pierde la hegemonía de los mares. El enfrentamiento y derrota contra Francia hace que mediante la Paz de los Pirineos (1659) se pierdan territorios franceses más allá de los pirineos como el Rosellón, Cerdaña y algunas plazas flamencas además de aceptar la ocupación francesa de Alsacia. Portugal recuperó si independencia política.
Carlos II (1665-1700)
Carlos II fue el último representante de la casa de Austria. La presión francesa en Europa continuaba, y la ineptitud, junto a la debilidad física, del monarca español dibujaban un panorama sobrio: se sucedieron varios validos, las intrigas palaciegas y las derrotas ante Francia en otras cuatro guerras, supusieron la cesión de casi todo Flandes. Con el conde de Oropesa, se iniciaron algunos intentos de reformas administrativas y saneamiento de la Hacienda, que fracasaron. Carlos III no tenía descendencia y esto le llevó a designar a un nieto de Luis XIV de Francia, Felipe de Anjou EL RETROCESO DEMOGRÁFICO Y ECONÓMICOCRISIS ECONÓMICA E INSTITUCIONAL La economía vivíó una etapa depresiva de declive tanto demográfico como económico. Solo Galicia o la costa cantábrica escaparon en parte a la crisis. Esta crisis afecto también a la vida de las instituciones. Las Cortes de la corona de Castilla dejaron de convocarse a mediados del Siglo XVII. AMÉRICA EN EL Siglo XVII
SOCIEDAD Y ECONOMÍA COLONIAL La sociedad se trataba de una sociedad mixta y estamental jerarquizada por las diferencias étnico-raciales. En primer lugar se encontraban los conquistadores blancos, luego los mestizos ya sean blanco- indígena o blanco- negro, después los indígenas y por último los negros.
Mientras descendían los indígenas que eran sustituidos por esclavos, aumentaban los blancos, por la llegada de inmigrantes de España que provocaba el vaciamiento de Castilla, y los negros. También crecía la población mestiza. Se produjo una sobremortandad debido a enfermedades como la viruela o la gripe, los trabajos semiforzosos en la encomienda (feudalismo), y la aculturización conocida como la pérdida de valores (Hispanización).
En política, los cargos supremos, como los virreyes, seguían en manos de españoles. Pero en los cargos inferiores aumentaba el papel de los criollos, descendientes de blancos establecidos en América. Llegaron a América prácticas de las tierras peninsulares, como la venta de cargos.
Existe una diversificación económica ya que junto al oro y la plata se exportaban productos nuevos como el cacao, el café y el algodón.
LA GUERRA DE SUCESIÓN Y EL CAMBIO DE DINASTÍA
En los años finales del Siglo XVII, las principales monarquías europeas se preparaban para disputarse el control de los territorios de la anterior monarquía católica. Había dos príncipes que se consideraban con derechos para ocupar el trono español: el archiduque Carlos de Austria y el Borbón Felipe de Anjou. Carlos II, último rey español de la casa de Austria, murió sin descendencia en 1700 y dejó el trono a un nieto del rey Luis XIV de Francia, Felipe de Borbón. Por otro lado, Inglaterra, Holanda y Austria, que defendía la candidatura del archiduque Carlos de Austria y declaró la guerra a Francia.
Desarrollo del conflicto
La guerra de Sucesión española implicó a casi todos los Estados en un conjunto reequilibrio entre las potencias. En España, se crearon dos bandos: el candidato austriaco encontró en tierras hispanas el apoyo de catalanes, aragoneses, valencianos y baleáricos, es decir, los integrantes de la antigua corona de Aragón que serán derrotados y pierden sus derechos e instituciones y el candidato francés recibíó el apoyo de la corona de Castilla que derroto a sus contrarios. En Europa, también se crearon dos bandos: la Francia de Luis XIV que apoyaba a Felipe, y Austria y Gran Bretaña que apoyaban al archiduque Carlos de Austria. Felipe de Borbón terminó por imponerse, al vencer en Almansa (1707) y luego en Brihuega y Villaviciosa (1710). También influyó en el desenlace del conflicto el hecho de que el archiduque Carlos se convirtiera en 1711 en heredero del Imperio austriaco, por lo que perdíó el apoyo de ingleses y holandeses. La guerra terminó con la Paz de Westfalia. Esta paz se alcanzó en los tratados de Utrecht (1713). Felipe V era reconocido rey de España y Gran Bretaña se quedaba con Terranova, Gibraltar y Menorca, al tiempo que adquiría privilegios en el comercio americano. Los Borbones de España y de Francia renunciaban a la uníón dinástica de ambos reinos. Austria se quedaba con territorios en Europa como Milanesado, Flandes, Nápoles y Cerdeña.
Felipe V
La política interior de Felipe V implantó los Decretos de Nueva Planta, aplicados a los territorios de la antigua corona de Aragón por el derecho de conquista: en 1707, a Aragón y Valencia; en 1715, a Mallorca, y en 1716, a Cataluña. Se suprimieron los fueros e instituciones de las Cortes y derechos históricos de la corona de Aragón. Además, se establecíó un capitán general (gobernador civil y ejército) que mantiene la ocupación militar, al mismo tiempo se establecía un nuevo sistema tributario que fijaba un cupo de recaudación para cada reino: la contribución única de Aragón, el equivalente en Valencia, la talla en Mallorca, y en Cataluña, el catastro. En Cataluña, se trasladó la Universidad de Barcelona a Cervera y se establecíó que las causas de la Real Audiencia se sustanciaran en castellano, no en catalán. Como consecuencia se instauró un sistema centralista y uniformista, en un modelo similar a la Francia de Luis XIV. Solo se respetaban los fueros tradicionales de los vascos y navarros, que habían mantenido fidelidad a Felipe V en la guerra.La política exterior de Felipe V, a partir de su matrimonio en 1715 con Isabel de Farnesio, tuvo como objetivo paliar los resultados negativos del Tratado de Utrecht con el fin de la defensa del Imperio español. Impulsó la reaparición de la fuerza militar española en Italia para recuperar las posesiones. Para ello utilizó una serie de instrumentos: firmó dos de los tres Pactos de Familia para la colaboración con Francia; la diplomacia y la guerra contra Austria; el ejército de tierra (insuficiente) y la Armada (prioritaria) que se vio reestablecida por José Patíño y trató de asegurar el comercio de la flota inglesa; y por último la participación en la Guerra de las trece colonias como aliados de Francia y enemigos de Gran Bretaña.
Felipe V y Carlos III impulsaron reformas que abarcaron múltiples aspectos de la vida social, política y económica, siguiendo el modelo de los Ilustrados que pretendían racionalizar la Administración como forma de fortalecer el Estado y aplicar un sistema uniformista que elimine las leyes y territorios antiguos, es decir, trataban de defender el patriotismo y la nacíón. Empezaba a ser necesario la necesidad de aplicar unas mismas leyes en todo el territorio, mientras el castellano se extendía como lengua de la Administración para todos los españoles.
Desaparecieron los antiguos reinos y sus nombres. El nuevo modelo político estaba formado por los capitanes generales con competencias militares y administrativas, audiencias para la administración de justicia, y los intendentes, encargados de la economía, la Hacienda y la supervisión administrativa. Surgíó así el concepto de provincia como entidad territorial dependiente de un intendente, cuya función primordial era la gestión de todo lo referido a la milicia y a la Hacienda. Para el gobierno local se generalizó la figura de corregidor.
El reformismo borbónico
A Felipe V le sucedíó su segundo hijo varón Fernando VI (1746-1759) que mantuvo una política exterior de neutralidad. En 1759, Fernando VI murió sin descendencia y su hermano Carlos III rey de Nápoles dejó ese puesto y se ciñó a la corona de España.
El impulso reformador
Felipe V y Carlos III impulsaron reformas que abarcaron múltiples aspectos de la vida social, política y económica, siguiendo el modelo de los Ilustrados que pretendían racionalizar la Administración como forma de fortalecer el Estado y aplicar un sistema uniformista que elimine las leyes y territorios antiguos, es decir, trataban de defender el patriotismo y la nacíón. Empezaba a ser necesario la necesidad de aplicar unas mismas leyes en todo el territorio, mientras el castellano se extendía como lengua de la Administración para todos los españoles.
Medidas reformatorias Gobierno u órganos de poder
Los Decretos de Nueva Planta fueron la primera medida centralizadora en la Administración, en la línea del centralismo y uniformización bajo el poder absoluto del monarca. Las Cortes quedaron reducidas a funciones protocolarias. Los Consejos desaparecieron y pasaron a un primer plano los secretarios de despacho, antecedentes de los ministros, un claro representante es el marqués de Ensenada. Las secretarías fueron cinco, pero se produjeron varias reestructuraciones. Únicamente el Consejo de Castilla mantuvo su rango e importancia como suprema instancia jurisdiccional. Administración del territorioDesaparecieron los antiguos reinos y sus nombres. El nuevo modelo político estaba formado por los capitanes generales con competencias militares y administrativas, audiencias para la administración de justicia, y los intendentes, encargados de la economía, la Hacienda y la supervisión administrativa. Surgíó así el concepto de provincia como entidad territorial dependiente de un intendente, cuya función primordial era la gestión de todo lo referido a la milicia y a la Hacienda. Para el gobierno local se generalizó la figura de corregidor.
Población y poblamiento
En el Siglo XVIII se produjo en España una recuperación demográfica que obedecía a la disminución de la mortalidad por mejoras agrarias y ausencia de enfermedades. Se elaboraron los primeros censos de población independientes: censo de Aranda (1796), censo de Floridablanca (1787) y de Godoy (1797). Además, la población de la periferia predominaba sobre la del centro. Política agraria Los ilustrados eran decididos partidarios de modernizar las estructuras de propiedad y tenencia de la tierra, y de fomentar el crecimiento de la producción agraria y vieron la necesidad de una rápida reforma agraria. Olavide, Floridablanca y Jovellanos consideraban un problema las enormes propiedades acumuladas por la nobleza y la Iglesia.