La historia muestra siempre persistentes continuidades, en medio de un flujo de cambios; en efecto, prácticas empresariales observadas en el siglo XIX se repiten una y otra vez a lo largo del siguiente. Hay, sin embargo, una transformación de tal magnitud que sesga cualquier consideración sobre el Siglo XX. Los términos de la relación entre el Estado y la sociedad se invirtieron por completo: de un Estado que vive de la sociedad se pasó a una sociedad que vive del Estado. Esta relación, que caracteriza la Venezuela del Siglo XX, se incuba en las primeras décadas y, en las últimas, se perfila su disolución. «Para 1823, aparecen establecidas en La Guaira firmas comerciales de individuos como John Alderson, J.F. Strohm, Elías Mocatta, John Powles o William Ackers» (Harwich, 1992: 13). El proceso de cambio que vive la economía venezolana al romper sus lazos coloniales con España, se ubica en el contexto de una coyuntura mundial que se formó con el desarrollo del capitalismo industrial en Europa occidental y en Estados Unidos y con la expansión del comercio internacional dominado por esas dos áreas. Venezuela, procuró entonces articularse más plenamente al mercado internacional, mediante el comercio de sus productos primarios: agropecuarios, mineros y extractivos. Para la época el liberalismo estaba representado por tres concepciones no siempre coincidentes y en oportunidades opuestas entre sí. Una es el liberalismo económico, fundamentado en los principios de la riqueza, la propiedad y la más amplia libertad de industria y comercio, que solamente concedía al estado el derecho a intervenir en los asuntos sociales para resguardar estos atributos, garantizar su desarrollo y mantener el orden público. Otro es el liberalismo político, cuya preocupación básica radicaba en el rechazo al despotismo y en su lugar promovía el gobierno representativo y la democracia parlamentaria. Por último, el liberalismo intelectual, que tenia como objetivos sustanciales el espíritu de tolerancia y de conciliación, lo que no fue necesariamente común a los otros liberales, en cambio, muchos conservadores compartieron Al cortarse la relación político-económica con España, se abren o fortalecen otras conexiones comerciales, con países claramente enfilados hacia el capitalismo y regido por los principios filosóficos del pensamiento económico liberal. De esta manera durante los años finales de la Gran Colombia, sobre todo a partir de 1830, Venezuela se integra plenamente a la economía occidental con Gran Bretaña, Los Estados Unidos, Francia, Dinamarca, Holanda y las Ciudades Hanseáticas.Al terminar la guerra de independencia los venezolanos se encontraron con una economía en ruinas y sin muchas posibilidades de cambios, dado que el régimen económico que España habíaimpuesto a sus dominios americanos, era un sistema de especialización regional del cual estaban expresamente excluidas las manufacturas, de manera que a falta de minería lo único que quedaba era seguir con el papel de país agro-exportador. La lectura histórica que hemos realizado acerca del rol ejercido por las casas comerciales en la economía del Siglo XIX, nos ha permitido concluir, que las mismas revistieron una gran importancia para la recuperación económica del país, después de la destrucción que significó la guerra de Independencia.Dicha destrucción está referida a la desaparición del mercado interno e internacional, a la disminución de la mano de obra, a la crisis de las finanzas públicas, de la producción, y a la inexistencia de medios de pago. La inserción de las casas comerciales se produce al propiciar la recuperación del circulante, la producción, el mercado interno y permitir su conexión con el comercio internacional de las potencias capitalistas, todo lo cual permitíó el restablecimiento del circuito económico interno. Sin embargo su aporte no se centra únicamente enfacilitar la circulación monetaria sino además a su experiencia en cuanto a los procedimientos y manejos del negocio de importación y exportación y sus contactos con corresponsales en los grandes puertos europeos o norteamericanos.Se trata de una clase cualitativamente diferente tanto en su pensamiento como en su acción económica y política a los comerciantes de la época colonial. Son representantes de los nuevos países claramente enfilados hacia el capitalismo y regido por los principios filosóficos del pensámiento económico liberal . Receta para el éxito: obtener un crédito en corpoindustria con los contactos adecuados, conseguir una prohibición de la importación del producto, negociar con proveedore extranjeros la importación de las piezas que serán ensambladas en el país