1.- El sistema canovista
El pronunciamiento del general Martínez Campos, en Sagunto, en diciembre de 1874 significó la restauración de la monarquía borbónica en la persona de Alfonso XII. El nuevo sistema político, configurado por Antonio Cánovas del Castillo, tenía un carácter claramente conservador y se fundamentaba en un sistema parlamentario liberal, pero con un funcionamiento escasamente democrático. Sus objetivos se centraban en la recuperación del poder por parte de las clases conservadoras y en la pretensión de restablecer la corona, el orden social y también la autoridad e identidad del Estado.Desde que Alfonso XII vuelve a España (el 11 de enero de 1875) hasta el final de su corto reinado (1885), Cánovas tejerá una importante política de estabilidad duradera. La Constitución de 1876 es la norma legal en la que se apoya el sistema, sostenida por el turnismo de los dos grandes partidos denominados dinásticos: el conservador y el liberal y el caciquismo como vías consensuadas para ganar las elecciones. El proyecto constitucional fue discutido en las Cortes de 1876, elegidas por sufragio universal masculino, y resultó aprobado con el 87% de los votos. Los rasgos esenciales eran: soberanía compartida, se reconocía a la corona como uno de los pilares del nuevo régimen y se ampliaba sus poderes etc. En relación con el sufragio la constitución dejaba abierto el camino para una restauración del sufragio restringido (ley 28 de diciembre de 1878) o una ampliación del sufragio universal masculino como harán los liberales en 1890.
El turnismo
En noviembre de 1885, Alfonso XII falleció de tuberculosis. Su viuda, María Cristina de Habsburgo, que estaba embarazada, pasó a ocupar la jefatura del Estado como reina regente hasta la mayoría de edad de su hijo – el futuro monarca Alfonso XIII- nacido en mayo de 1886. Los dos grandes partidos acordaron el turno pacífico para garantizar la estabilidad del régimen (en el supuesto acuerdo, conocido como el Pacto del Pardo, 1885). Cuando el partido en el gobierno sufría un proceso de desgaste político y perdía la confianza de las Cortes, el monarca llamaba al jefe del partido de la oposición a formar gobierno. Entonces, se convocaban elecciones, que eran manipuladas para que el resultado satisficiera al nuevo gobierno y respetara a la oposición. La distribución parlamentaria se distribuía entre una mayoría en el poder, la presencia de todos los jefes del otro partido dinástico y un número muy limitado de diputados del resto de los partidos. El fraude electoral y los mecanismos caciquiles aseguraban que los resultados fuesen siempre favorables al gobierno. Las elecciones se manipulaban a través del encasillado (proceso por el cual el ministro de la gobernación coloca en casillas correspondientes a cada distrito los nombres de los candidatos que el gobierno está dispuesto a apadrinar o tolerar) y el pucherazo. Mediante el encasillado de los candidatos, las fuerzas políticas negociaban y se repartían los distritos electorales entre los políticos dinásticos. A veces, se elegía a algún político que no pertenecía ni al partido Conservador ni al Liberal.
2.- La restauración en castilla la mancha
En esta época triunfó el caciquismo como sistema sociopolítico. Los caciques solían ser grandes propietarios rurales, beneficiarios del proceso desamortizador. Es el caso del Conde Romanones en Guadalajara, los Ochando en Albacete, los Gasset y los Medrano en Ciudad Real, etc. Este sistema llevo, a que en 1898, se produjeran motines de subsistencia en la región especialmente en las provincias de Albacete, Cuenca, Ciudad Real y Toledo.Muchos de los diputados a Cortes que se presentaban por la región, fueron extraños a esta, y estuvieron patrocinados por el gobierno (cuneros), hecho que perjudico el logro de objetivos económicos favorables para el territorio manchego. Por ejemplo la provincia de Ciudad Real tuvo cuneros importantes como Canalejas en las elecciones de 1905, y Romanones por el distrito de Daimiel en 1907.Así mismo en esta época se dieron los inicios de movimiento obrero en España y en Castilla la Mancha. La I internacional tuvo 8 federaciones asociadas en nuestras 5 provincias. Guadalajara, por su parte fue uno de los núcleos primitivos del PSOE desde 1870 y la UGT tuvo secciones en todas las provincias salvo Cuenca. El anarcosindicalismo, sin embargo, no tuvo gran arraigo en la región, siendo de destacar solo reducidos núcleos como Manzanares y Alcazar de San Juan. En 1873 se había celebrado un congreso anarquista en Toledo que tuvo escasa repercusión a escala regional.
3.- Oposición política al Régimen de la Restauracinl sistema de la Restauración marginó a amplios sectores políticos y sociales que, pese a su número, no plantearon una alternativa por su diversidad.
El carlismo
La derrota militar del carlismo en 1876 no supuso su desaparición como opción política, pero provocó una crisis que no superó hasta más tarde. Durante la restauración podemos diferenciar dos etapas en el carlismo:
En un primer momento, muchos carlistas estuvieron exiliados y practicando una política de retraimiento. Hasta 1888 hubo una gran desorganización y división interna. Esto se consumo en 1888 con la escisión de los integristas, que eran partidarios de la no participación en la vida política.A partir de 1888-1890 hubo una segunda época en la que triunfaron los neocatólicos, partidarios de participar en la vida política. Se organizaron en el partido de la Unión Católica, que participó en alguno de los gobiernos conservadores de Cánovas.
El republicanismo
El ideario republicano, basado en una posición anticlerical, en la fe en el progreso y en la defensa de políticas reformistas en materia social, se mantuvo vivo en los casinos y ateneos. La fragmentación de los republicanos obedecía a razones ideológicas y personales. Pi y Margall acaudilló al Partido Federal; Ruiz Zorrilla al Partido Progresista; Castelar al Partido Histórico; y Salmerón al Partido Centralista. Las grandes divergencias se centraban en torno a la organización centralista o federal del Estado y a la estrategia para alcanzar el poder. La unificación no se produjo hasta la aparición de la Unión Republicana (1903). Surgieron nuevos movimientos republicanos como el lerrouxismo, dirigido por Lerroux y el blasquismo dirigido por Blasco Ibáñez.
El movimiento obrero
Las posibilidades de acción del movimiento obrero durante la Restauración fueron pequeñas y el régimen de la Restauración no se preocupó de integrarlo en el sistema político. También hay que añadir la fuerte división interna que presentaba el movimiento obrero en España. El movimiento obrero se caracterizó por:El sindicalismo obrero no unitario, cuyas vertientes fueron el socialismo, el anarquismo.
El peso del anarquismo, a diferencia del resto de Europa.El apoyo al republicanismo político.
El anarquismo
Se reorganizó en 1881 a través de la creación de la Federación de Trabajadores de la Región española (FTRE). En Andalucía tuvo lugar el episodio de la Mano Negra (1883), una supuesta organización clandestina, considerada responsable de delitos y asesinatos. Esto provocó una represión del anarquismo en Andalucía. La estrategia política anarquista se centró en tres acciones:La acción violenta como el asesinato de Cánovas en 1897 y los atentados en Barcelona.La acción sindical, a través de la huelga general y la reivindicación de la jornada laboral de ocho horas.