1. Consecuencias de la Guerra y el reparto de influencias
Los principales perdedores de la Segunda Guerra Mundial fueron Alemania y Polonia, mientras que la Unión Soviética se consolidó como el principal beneficiario, no solo en términos de territorio y población, sino también por su creciente influencia en toda Europa del Este.
2. Las reparaciones de guerra alemanas
En cuanto a las reparaciones de guerra alemanas, el principal desacuerdo surgió entre la Unión Soviética y las potencias occidentales. Mientras los soviéticos exigían reparaciones sustanciales para compensar sus enormes pérdidas, los aliados, en particular Estados Unidos, eran menos ambiciosos en sus demandas, considerando que un castigo demasiado severo debilitaría la posición de Europa Occidental. Se acordó que Alemania debía asumir los costes de la ocupación y la indemnización a las partes perjudicadas, prohibiéndole la producción de equipo militar. Las negociaciones posteriores establecieron una fórmula para el pago de las reparaciones a partir del stock de capital existente en Alemania, evitando así las dificultades financieras que siguieron a la Primera Guerra Mundial. Si bien los costes totales soportados por Alemania fueron mayores que la ayuda aliada recibida, la Unión Soviética impuso condiciones mucho más severas a Alemania Oriental.
3. La ayuda estadounidense a Europa
Ante la paralizante situación de hambre en Europa, Estados Unidos se vio obligado a proporcionar ayuda a través de diversas organizaciones. Inicialmente, esta ayuda se destinó a satisfacer las necesidades alimenticias de la población, pero no logró impulsar una recuperación económica generalizada.
4. El Plan Marshall
El Plan Marshall fue un programa de ayuda financiera destinado a favorecer una rápida y eficaz recuperación económica de Europa Occidental. Los fondos serían administrados por Estados Unidos a través de la Economic Cooperation Administration, mientras que en el lado europeo, dieciséis naciones se unieron para formar la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE), encargada de estimar las necesidades nacionales y distribuir la ayuda entre sus miembros. Durante el primer año, los fondos se emplearon para comprar alimentos, pero posteriormente se utilizaron para adquirir materias primas y reconstruir la capacidad productiva.
5. Cooperación económica internacional y acuerdos de Bretton Woods
Otro aspecto destacado de la política de reconstrucción fue el intento de restablecer un marco de cooperación económica internacional. Antes del fin de la guerra, Estados Unidos y Gran Bretaña impulsaron la conferencia de Bretton Woods (1944), con el objetivo de reorganizar el sistema monetario internacional y propiciar la liberación comercial. El Fondo Monetario Internacional propugnó el establecimiento de un sistema de pagos multilateral, basado en la convertibilidad total de las divisas, y estableció una reserva de divisas a la que los miembros en dificultades podían recurrir. La cuota de cada país determinaba su capacidad de giro y sus votos en las deliberaciones del Fondo. Estados Unidos recibió inicialmente las mayores cuotas. La Unión Soviética renunció a ser miembro. Por otro lado, se creó el Banco Mundial para financiar la reconstrucción económica de posguerra.
6. Ritmo y resultados de la reconstrucción (hasta 1950)
Europa Occidental, en su conjunto, logró una rápida recuperación en los dos primeros años después de 1945. En 1947, la producción industrial había superado los niveles de preguerra en la mayoría de los países, aunque la agricultura seguía rezagada. El invierno de 1947 frenó la producción industrial temporalmente, y la escasez de alimentos y materias primas persistió. Hacia 1950-51, casi todos los países habían aumentado su producto industrial. Debido a la debilidad de la situación exterior de Europa Occidental, el esfuerzo de recuperación dependió en gran medida de la ayuda exterior. Los gobiernos intervinieron mucho más en la economía que antes de la guerra, priorizando la inversión, especialmente en industrias básicas, para asegurar el crecimiento del producto y las exportaciones, y mejorar la productividad. El control de la inflación fue la tarea más difícil. La prioridad principal fue mejorar las cuentas exteriores, y la mayoría de los gobiernos tomaron medidas para aumentar las exportaciones y disminuir las importaciones, aunque los resultados no fueron muy satisfactorios.
En resumen, Europa Occidental logró una notable recuperación entre 1945 y 1950, a pesar de la continua debilidad de su posición exterior.